¿Se imagina usted a una mujer dedicándose a la mecánica diesel, al transporte pesado o a la reparación del tendido eléctrico? Pues sepa que sí existen y que la cantidad de féminas destacadas en carreras etiquetadas social y culturalmente para hombres está en crecimiento. Sin embargo, la inmensa mayoría de estas trabajadoras sufre diariamente la desconfianza de sus compañeros de labor y de otras personas que solicitan sus servicios, ya que dudan de sus capacidades físicas e intelectuales para el ejercicio de estos tipos de trabajo. Con el propósito de concienciar y luchar en contra de esos estereotipos, la Oficina de Calidad de Vida del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) coordinó una orientación acerca del discrimen laboral por razón de género. La conferencia principal estuvo a cargo de la licenciada María de Lourdes Ortiz Montalbán, destacada en la División de Prevención y Educación de la Procuraduría de la Mujer, quien comenzó su ponencia con un repaso de los principios de igualdad de género basados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948. Ortiz expresó que las diferentes formas de discrimen se deben, en gran parte, por los procesos de socialización, que consisten en educar al individuo dentro de las expectativas sociales y culturales para que más tarde responda a los roles y estereotipos establecidos por la sociedad. Agregó que esta etapa, basada en la educación sexista, provoca las diferencias por género en los recursos humanos, entre otros campos.
“Muchas veces la gente habla de ocupaciones femeninas y ocupaciones masculinas, pero los oficios no tienen sexo”, sentenció la abogada. Como parte de la charla, los asistentes participaron en una dinámica situacional, divididos en grupos, en la que debían defender el perfil de una persona previamente asignada para ocupar un puesto de electricista en una compañía. La conferenciante detalló los aspectos relacionados con la segregación ocupacional y explicó las diferentes formas de discrimen, tales como la desvalorización del trabajo doméstico, el hostigamiento sexual, la privación de ascensos y promociones, el discrimen por embarazo o maternidad, las diferencias salariales, el acceso al financiamiento y el apoyo empresarial. Ortiz también orientó a los participantes, en su mayoría empleados de la Oficina de Seguridad y Tránsito del RUM, sobre las distintas acciones que debe tomar una persona víctima de discrimen y las maneras que se pueden adoptar para promover la equidad ocupacional. “El desarrollo y crecimiento de un país se puede afectar por la segregación ocupacional por género”, apuntó Ortiz. Por su parte, la directora de la Oficina de Calidad de Vida del RUM, Virgen Aponte, destacó la relevancia de este tipo de actividad cuya meta es proveer información y capacitar al personal en los aspectos que son importantes para crear un mejor clima institucional. “Se está hablando mucho de violencia y de injusticia. Creo que mientras más informados estén los empleados en cuanto a sus derechos, habrá más efectividad y productividad”, manifestó Aponte. De igual forma, Antonio López, oficial de seguridad en el RUM, opinó que la conferencia cumplió con las expectativas propuestas. “Esta charla fue muy importante porque así podemos tener más claro los tipos de discrimen que pueden ocurrir y evitarlos para poder hacer un mejor trabajo”, expresó López.
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