Lado a lado se encuentran dos versiones antiguas del manuscrito de Alejandro Tapia y Rivera “La Parte del León”. Uno está escrito a mano, acompañado por la pluma y el tintero que se utilizaban en la larga y tediosa labor de transcripción. El segundo manuscrito, mucho más compacto y nítido se encuentra impreso. Así la exposición “De la pluma a la imprenta: La cultura impresa en Puerto Rico 1806-1906” abre con el recordatorio de cómo se difundían las ideas antes de la imprenta, y lleva a sus visitantes por la historia que siguió luego de su llegada a Puerto Rico. Antes de que Johannes Gutemberg perfeccionara la técnica de la impresión en el Siglo XV, se dependía de la tradición oral o de monjes que transcribían textos a mano. Al observar un ejemplar de la edad media tan detallado y con mayúsculas decoradas podemos entender cómo estos libros tomaban años en prepararse. Por esta razón, la imprenta fue tan revolucionaria. Ésta se tardaba pocas horas en reproducir información. Además, permitía que el material fuese accesible a las masas. La imprenta llegó a España en 1470 y frailes de diversos órdenes religiosos la llevaron al Nuevo Mundo, comenzando con México en el 1539. La difusión de la imprenta en América fue muy diversa y lenta, esto se puede observar en un mapa que contiene las fechas de su llegada. La imprenta llegó a las colonias inglesas (hoy día Estados Unidos) en 1638 y a Cuba en 1723. Mucho más tarde, en el 1806, el invento revolucionario llegó a Puerto Rico, casi 300 años después de haber llegado a América. La exhibición cuenta con un pequeño modelo de lo que sería una imprenta en Puerto Rico durante el siglo XIX. Completa con una entrada de columnas blancas, piso de cuadritos y una majestuosa maquina de acero. Uno casi puede llegar a percibir el olor a tinta y el sonido de pies moviéndose al ritmo de la producción, acomodando moldes de las letras en el orden necesario para imprimir en papel.
El establecimiento de las imprentas privadas propició el periodismo en la Isla. El mismo año en que llegó la imprenta a Puerto Rico (1806), se creo el primer periódico titulado Gaceta de Puerto Rico. Pero, debido a que el gobierno temía que la imprenta se utilizara en su contra, durante el periodo de 1806 a 1839 todo material impreso en Puerto Rico fue absolutamente controlado por la Corona Española. La exposición nos permite ver ejemplares impresos por el gobierno tales como finos papeles moneda (1812), boletos de la lotería y reglamentos gubernamentales. Además de una variedad increíble de periódicos, libros y revistas creados en la Isla. La imprenta alcanzó a gozar de un poco de libertad durante le periodo de tiempo de 1821 y 1823 cuando España pasó por un momento constitucional. Para ese momento no se censuraban los escritos. En esos años nació en Puerto Rico el Diario Liberal y de Variedades. Aunque luego se abolieron las libertades concedidas y se regresó al régimen anterior, en 1870 (dos años después del Grito de Lares) el gobierno Español concedió la fundación de los primeros periódicos de partidos políticos. Frente a los finos y frágiles papeles amarillos que componen los ejemplares de periódicos y revistas del siglo XIX, es impresionante la diversidad de su contenido y que hayan superado la censura. “De la pluma a la imprenta: La cultura impresa en Puerto Rico 1806-1906”, es producto de una colaboración entre el Museo de Historia, Antropología y Arte de la UPR y la Biblioteca José M. Lázaro, y se presenta desde el 28 de octubre de 2008. Para ver más información sobre esta exposición acceda a http://www.uprrp.edu/ultimahora/wp-content/uploads/2009/04/image2.jpg