La metanfetamina es una droga perteneciente al grupo de psicoestimulantes sintéticos. Actualmente es administrada de manera controlada para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, aunque hay sus reservas por su alto potencial de abuso.
Hoy en día se ha visto un gran aumento en el uso de drogas controladas, como esta, de forma recreativa. Es por eso que en este escrito se presenta información sobre los riesgos que esto conlleva y cómo dicha práctica podría ser perjudicial para la salud del consumidor.
La metanfetamina es un psicoestimulante sintético que ha tenido un gran auge en el uso recreacional, especialmente en los Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con un artículo publicado en el 2013 en Drug and Alcohol Dependence. Se utiliza de forma intravenosa, fumada, inhalada y oralmente (pastillas); es este último, precisamente, el más popular
Los psicoestimulantes al igual que otras drogas provocan un cambio mediante la interacción con neurotransmisores. Los neurotransmisores son neuroquímicos que son liberados en el lugar de la sinapsis de las neuronas y mediante estos se logra la comunicación del sistema nervioso permitiendo así a los organismos funcionar y reaccionar al ambiente.
El mecanismo de acción de esta droga ocurre por la alteración causada en la liberación del grupo de neurotransmisores conocidos como monoaminas, en especial dopamina, norepinefrina y serotonina. Es un agonista de estas monoaminas, es decir aumenta el número de neurotransmisores en la sinapsis de las neuronas, lo que lleva a tener una sensación de bienestar, euforia, seguridad y estado de alerta.
Específicamente por la presencia de dopamina, que refuerza sus efectos, esta droga presenta un alto potencial de abuso. Otro psicoestimulante muy conocido es la cocaína, droga que de igual forma tiene un gran potencial de abuso y con un método de acción muy parecido a metanfetamina. Sin embargo, la metanfetamina tiene otro método adicional de acción que tiene un efecto más fuerte y duradero que la misma cocaína. Se dice que el efecto que provoca simula la activación del sistema simpático del sistema nervioso central que es el que se activa en situaciones de acción inmediata.
Como toda droga con alto potencial de abuso al dejar de usarla se tienen síntomas de retirada lo cual hace aún más propenso al usuario a volver a usarla pues normalmente estos síntomas son opuestos a los que la droga le provocaba originalmente, así que si vuelve a la droga los elimina. Debido a esto es que es tan difícil terminar con una adicción.
Se han llevado acabo muchos estudios donde se ha visto el efecto que tiene el uso de esta droga. En el sistema nervioso se ha demostrado que el uso crónico de esta droga tiene efectos neurotóxicos como reducción y daño de las terminaciones de las neuronas de dopamina y serotonina. Se entiende que estos daños pueden ser la razón del patrón que se ha visto en muchos de sus consumidores que tienen problemas neuropsicológicos y de aspectos cognitivos, según se registra en el artículo “Neurologic Manifestation of Chronic Methamphetamine Abuse”, publicado en Neurologic Clinics en 2011.
De igual forma en la morfología del cerebro, aunque no siempre es consistente también se han visto cambios negativos en el uso crónico, principalmente pérdida de tejido. De acuerdo con el artículo “Methamphetamine use : A comprehensive review of molecular, preclinical and clinical findings”, publicado en Drug and Alcohol Dependence en 2013.
Los efectos de esta droga no se limitan al sistema nervioso. Se ha visto mediante estudios que el uso a largo plazo en humanos puede llevar a varios problemas cardiovasculares tales como arritmia e infartos (“The Methamphetamine Problem in the United States”, Annual Review of Public Health; 2010).
Dependiendo de la ruta de administración también hay otras enfermedades que se pueden contraer. Si se fuma, por ejemplo, se le añaden problemas respiratorios. En el uso intravenoso hay gran riesgo por el uso de jeringuillas donde por la falta de higiene se pueden contagiar de muchísimas enfermedades tales como el HIV.
Como la metanfetamina influye en el sistema simpático, los órganos que no son principales en una reacción inmediata o de emergencia como por ejemplo los relacionados al metabolismo de alimentos son suprimidos por lo que los consumidores de esta droga tienden a bajar de peso y muchas veces sufren de malnutrición.
Otro de los efectos que puede verse principalmente en la vía oral es “meth mouth”, que es el deterioro extremo de los dientes y puede llevar hasta la caída de los mismos en corto tiempo. Esto se da principalmente por la falta de higiene y por residuos ácidos de la droga. La resequedad bocal o boca seca puede contribuir al desarrollo de “meth mouth” y esto ocurre porque se suprimen las glándulas salivares.
En fin, estos son sólo algunos de los efectos y riesgos que se han estudiado. El uso de esta droga de manera recreacional ha ido en aumento, principalmente en jóvenes. De acuerdo a la información aquí expuesta esto es alarmante y peligroso.
La metanfetamina al igual que muchas otras drogas ilícitas es altamente adictiva y puede tener repercusiones severas al cuerpo, en especial crear dependencia. Una vez se crea una adicción es muy difícil salir de la misma ya que pasa a ser una condición médica y esta puede resultar en daños al cuerpo que probablemente sean de por vida.
Por eso antes de considerar utilizar cualquier sustancia es importante que toda persona se oriente y sepa cómo puede estar afectando su vida porque el disfrute de un momento podría llevarlo a perder demasiado.
Referencias by Diálogo on Scribd