
Luego de ir a Estados Unidos y a España para aprender y adquirir experiencias en el arte de hacer postres, Lucía Merino junto a su pareja desde escuela superior y compañero de negocios, Johan Villafañe deciden regresar a Puerto Rico, su hogar, para poder crear oficialmente su primer negocio: Lucía Patisserie.
Merino comenzó estudiando en una escuela culinaria en Miami, donde obtuvo un bachillerato en Hospitality Management. Luego de hacer su práctica en el Ritz Carlton de esta ciudad, se fue a Madrid y luego a Barcelona a trabajar, eventualmente Villafañe también fue a España. “Tenía que ir, me fui sin visa de trabajo ni nada. Me dijeron que estaba loca porque en el momento la tasa de desempleo estaba bien alta”, expresó Merino a Diálogo.
Después de estar en España se mudaron a Dallas, en donde tenían un concepto de negocio parecido al que desean establecer aquí. Este concepto consiste en distribuírle a coffee shops y tiendas de especialidades –en Estados Unidos y Puerto Rico- macarones, bizcochos, tartas y merenguitos por Internet. Aunque tenían éxito, siempre extrañaban a su Isla, por eso decidieron regresar.

Parte de las creaciones de Lucía.
“No importa a dónde nos moviésemos, nada era como estar en Puerto Rico y el estar con nuestras familias”, confesó el empresario.
La pareja lleva en Puerto Rico desde agosto del 2015. En ese tiempo se han dedicado a dejarse conocer en la Isla realizando postres que le ordenan para bodas y actividades desde su página de Facebook. Estos pedidos los trabajan desde una cocina industrial, la cual –con el éxito que han tenido en la Isla hasta ahora- se les ha quedado pequeña. Por lo que entienden que ha llegado el tiempo de abrir oficialmente Lucía Patisserie en un local en Miramar.
Abrir un negocio no es fácil, y menos con la incertidumbre económica en la que vivimos, pero Lucía y Johan se mantienen positivos.
“Siempre apostamos a que el trabajo bien hecho y con buena intención, va a salir bien. Con la misma ilusión que teníamos de hacer el negocio nos vinimos para acá y esperamos que de fruto. Estamos en un momento bien difícil, pero todos tenemos que echar para adelante y aportar a la economía”, mencionó Villafañe.
El plan de esta pareja es poder abrir su negocio lo antes posible, por lo que han creado una campaña en Kickstarter para poder recaudar fondos con los que costearán los gastos de los materiales. A cambio, brindarán órdenes adelantadas de sus productos. La campaña termina en cuatro días y todavía no han cumplido su meta.