El problema de retención estudiantil lleva resonando por varios años en Puerto Rico. Por esta razón el creador de Fletch Marquett Burton, busca, por medio de una aplicación móvil, tratar de ayudar a disminuir las cifras de estudiantes que no terminan un grado universitario.
Según las estadísticas del Consejo de Educación de Puerto Rico (CEPR), correspondientes a 2016, ningún sistema universitario del país sobrepasa una tasa de 50% de retención estudiantil. Un promedio realizado por Diálogo, evidencia que el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR) —que incluye dos de los recintos y las ocho unidades ya que Ciencias Médicas no se observó por especializarse en estudios graduados— solo logra un 37.3% de retención.
En una situación similar se ubica el Sistema Ana G. Méndez que en promedio, sus tres instituciones abarcan un 24.1%. En el caso de la Universidad Sagrado Corazón el cumplimiento en 2016 fue de 33.5%, mientras en la Universidad Politécnica fue de 16.7%. Por su parte, de acuerdo con los datos de la CEPR, los tres campus de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico promedian un 27.3%. En el caso de los nueve recintos de la Universidad Interamericana, las cifras ubican una tasa de retención global de 29.5%.
Ante esta realidad, Burton tiene en mente el otro lado del porcentaje, es decir, los estudiantes que no se graduaron o que han tardado más del tiempo estimado en completar sus estudios.
La inspiración del joven estadounidense para crear Fletch —que forma parte de las empresas que han recibido el apoyo de la aceleradora de negocios Parallel18— fueron los años que fungió como maestro y la preocupación que le generó ver que la cantidad de estudiantes en sus cursos disminuía de un semestre a otro.
De ahí pasó a trabajar en una fundación para ayudar a la retención estudiantil, donde tomó la decisión de crear una herramienta para estudiantes que sirviera como vehículo para fomentar mantenerse en los estudios.
En sus años universitarios, Burton batalló con algunas de sus clases. En medio de esos desafíos se percató que los grupos de estudio le ayudan y que en combinación con las ayudas gratuitas que ofrecen las instituciones universitarias se podría apoyar a los estudiantes a mantenerse enfocados en sus deberes.
“Somos una red social para universitarios que es personalizada para cada usuario basándose en demografías. Se toma en cuenta su concentración de estudios, las clases que toma y si el alumno es a tiempo completo o parcial,” comentó Burton a Diálogo.
Añadió que, por medio de la aplicación, se conecta “al estudiantado con personas que toman los mismos cursos que él por medio de grupos de estudios para que este pueda tener respuestas a sus preguntas en cualquier momento del día y, al mismo tiempo, socializar con estudiantes de otras secciones y se vea más conectado a la universidad”.
El creador de Fletch estableció que, a pesar de ser una aplicación para estudiantes, se afilian con centros universitarios para que estos den a conocer sus servicios al estudiante (centros de tutorías, rehabilitación vocacional, servicios psicológicos, entre otros) y estos los tenga accesible a través de la aplicación. De esta forma, ayudaría a los estudiantes a mantenerse en su carrera universitaria y, por extensión, a las universidad a retener más alumnos.
“La aplicación viene con una pequeña cápsula que se les entrega a los profesores y se coloca en una de las paredes del salón de clases. Los estudiantes bajan la aplicación, libre de costo, y el profesor monitorea la asistencia de sus alumnos a través de la cápsula con un sensor que registra cuando un estudiante entra al salón de clases y lo recompensa con puntos extras cuando pasa un tiempo determinado y este no falta. Por otro lado, si el estudiante falta constantemente y ha bajado las notas, la aplicación le envía una notificación con diferentes ayudas que ofrece la universidad para mejorar sus calificaciones y asistencia a clases”, dijo Burton.
Fletch ya ha sido implementada en varias universidades de Estados Unidos. Su fundador tomó la decisión de traer la aplicación a Puerto Rico a través del programa para startups de Parallel18 y, con ella, traer una solución al problema de retención en las universidades del país.