
Aunque la cantidad de personas que se han contagiado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Puerto Rico se calcula en las decenas de miles, según los datos oficiales del Departamento de Salud, lo cierto es que los niveles de concienciación acerca de la prevalencia de la enfermedad siguen siendo muy bajos, lo que a su vez conduce a que la población no tenga los mejores cuidados preventivos.
Este panorama va en dirección contraria a los avances que la medicina ofrece y al acceso rápido a los mecanismos que permiten detectar la presencia del virus en una etapa temprana, cuando es más factible tomar las medidas necesarias para que la infección tenga el menor impacto posible en la salud de una persona.
“La gente realmente no entiende la importancia de hacerse la prueba del VIH. Ven el VIH como algo del pasado. Realmente no se puede hacer un estimado de cuánta gente se hace la prueba porque el Departamento de Salud solo dice el número positivos [a la infección con VIH] pero no de cuánta gente se hizo la prueba”, indicó el doctor Iván Meléndez Rivera, fundador del Centro Ararat, centro dedicado a brindar servicios primarios de salud.
Hoy, 27 de junio, se celebra en Puerto Rico el Día Nacional de Hacerse la Prueba del VIH, fecha que sirve, precisamente, como una oportunidad para concienciar sobre el virus y las opciones disponibles como parte del objetivo de prevenir la infección.
En términos generales, indicó Meléndez Rivera, existen dos tipos de pruebas para detectar el VIH: la prueba de laboratorio –también conocida como la prueba de sangre completa– y la prueba rápida.
En la prueba de laboratorio se le extrae al paciente hasta tres centímetros cúbicos (cc) de sangre. Mientras, en la prueba rápida se toma una muestra de saliva del paciente o se le extrae unas pocas gotas de sangre.

Iván Meléndez, doctor del Centro Ararat.
Según Meléndez Rivera, quien además se desempeña como principal oficial médico del Centro Ararat, ambas opciones son altamente efectivas en la detección de partículas de VIH, si bien la prueba de laboratorio, que por lo general está lista en menos de 48 horas, tiene un grado ligeramente mayor de especificidad y sensibilidad.
En términos médicos, la especificidad se refiere a la probabilidad de que una personas sana obtenga un resultado negativo en la prueba, mientras que la sensibilidad estima la probabilidad de que una persona enferma reciba un resultado positivo.
Los resultados de la prueba rápida, por su parte, suelen estar listos en un máximo de 20 minutos. El doctor Meléndez Rivera puntualizó que, en caso de que se obtenga un “positivo preliminar”, al paciente se le refiere una prueba de sangre completa para confirmar o descartar el resultado.
Según Meléndez Rivera, para las pruebas de sangre completa se necesita generalmente una orden médica. “Todos los planes médicos, incluyendo los de la reforma [de salud] la cubren sin necesidad de copago en aquellos centros que la hacen”.
“La prueba rápida puede hacerse en los centros del Departamento de Salud, en clínicas de inmunología. Nuestras clínicas del Centro Ararat en Ponce, Juana Díaz y San Juan también hacen la prueba, así como la mayoría de los centros 330”, sostuvo el galeno.
El salubrista destacó la mejoría en la efectividad de la prueba rápida, gracias a los adelantos tecnológicos.
“Las pruebas rápidas ahora miden anticuerpos y antígenos. Los anticuerpos miden el nivel de defensas en el sistema, mientras que los antígenos pueden hacer una detección de partículas del virus tan pronto como 14 días luego de que el cuerpo haya estado expuesto a partículas del virus”, dijo Meléndez Rivera.
En ese sentido, planteó, no hay excusas para que la ciudadanía no esté adecuadamente alerta ante los posibles factores de riesgo que involucran al VIH.
“Cualquier persona que haya estado activa sexualmente debería hacerse la prueba por precaución. Lo ideal es realizársela por lo menos una vez al año. Y hay que entender que esto no se trata de personas que estén brincando y saltando por la vida, sino que debe ser parte del cuidado de salud de cada cuál”, aconsejó Meléndez Rivera.