
SOBRE EL AUTOR
Regresan más de 3,000 razones de ser a la institución que muchos hemos llamado hogar lejos de nuestra casa, la Universidad de Puerto Rico en Cayey.
Esas razones, son ustedes los estudiantes. Algunos muy jóvenes, recién egresados de su escuela superior, y otros ya veteranos de las noches sin dormir, todos en búsqueda de ese anhelo de inmediato, su diploma; algunos para dirigirse directo al campo laboral, mientras otros continuarán sus metas a otra institución de educación superior, para transformarse en los mejores de su disciplina; algunos con ansias de construir en Puerto Rico, y otros que se dirigen al exterior, todos a poner el nombre de nuestra Isla en alto.
Estamos convencidos que de eso se compone nuestra Universidad: de algunos y de otros que día a día difieren en metodologías y ponen a prueba nuevas hazañas, todos en búsqueda del progreso de la institución, la sociedad y Puerto Rico. Sin embargo, en esas diferencias, siempre en conjunto hemos de rechazar una cosa: la indiferencia.
Sabemos que la Universidad de Puerto Rico se encuentra en una encrucijada ante el país para mantenerse relevante. Debilitado por recortes productos de políticas de austeridad en esta crisis fiscal, económica y social, hoy tenemos como misión todos los allegados de la Comunidad Universitaria la encomienda del País de hacer más con menos. Por eso, como pasados presidentes del Consejo General de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico en Cayey les invitamos a decir que no: no hagan más con menos, sino más con más.
Indudablemente, hoy más que nunca hay que levantarse con más ganas de aprender, aunque con la desaparición de plazas, sin profesores terminemos. Con más propuestas acercarnos a los salones, talleres, y laboratorios, aunque sin recursos nos quedemos. Con más éxitos exaltarnos entre nosotros, aunque sin reconocimiento digno permanezcamos.
Sentimos que nuestra Universidad se desaparece ante recortes de presupuestos y el menoscabo a las condiciones laborales de nuestros profesores. Ante tal situación, no queda otra alternativa que recurrir al talento de la facultad, estudiantes y exalumnos (estamos aquí) para darle rumbo a esta Universidad que tanto amamos.
Tienen ante ustedes una Universidad muy diferente a la que nosotros conocimos. Su curso por la universidad es prueba de que hay una generación que siempre estará dispuesta a levantarse para hacer en el futuro, de este presente muy gris, un pasado muy lejano. Pero para ello, tendremos que todos rechazar que se propongan aumentos de matrícula y se manipulen los datos para contar la historia que algunos quieren, y en su lugar construir el legado de no tan solo una Universidad, sino el Puerto Rico entero, que todos necesitan.
A todo el que ama la Universidad solo nos queda recordarles esas palabras de nuestro eterno José de Diego en su poema En la brecha: “¡Levántate!, ¡Revuélvete!, ¡Resiste! Haz como el toro acorralado: ¡Muge! O como el toro que no muge: ¡Embiste!”.
No nos cabe duda de que esta forma de proteger a la Universidad beneficiará a todos los sectores universitarios, desde el rector hasta el más joven estudiante del Centro Preescolar. ¡Por y con la UPR, siempre!
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Esta columna fue firmada por los siguientes exlíderes estudiantiles: David Bernier (1999); Izael Santiago (2003); Aníbal Y. López Correa (2004); Isamuel Santos Roales (2006-2007); Sammy Medina González (2007); Paola Isabel Colón Ramos (2008-2009) y Alexis Santos Lozada (2009-2010). También lo suscribieron: Jonathan E. Morales (2010-2011); Eduardo Torres (2011); Joseph Ortiz Mercado (2012-2014); Héctor E. Delgado Díaz (2015); Stephanie Rodríguez Galí (2014-2015); Ketza M. Miranda Colón (2016) y Danilo T. Pérez Rivera (2016-2017).