El presidente de la Central Auténtica de Trabajadores y de la Federación de Oficiales de Custodia, Adalberto Vega Vélez, lamentó el fallecimiento de Doña Trina Rivera de Ríos, catalogándola como “una mujer de mucho valor y una incansable luchadora por la defensa de los derechos humanos en Puerto Rico”.
Vega expresó que “hoy Puerto Rico y el movimiento sindical llora la pérdida de una líder incansable que ofreció todo su esfuerzo para luchar por los derechos de aquellos que la vida y la sociedad acorraló. La aportación acertada de Doña Trina Rivera de Ríos era muchas veces una hasta no esperada. No había decisión de luchas por los derechos humanos que no contara con la aportación directa o indirecta de esta gran mujer, que vivió para proteger aquellos que la vida los azotó con la pobreza”.
Además sostuvo que Puerto Rico siente un agradecimiento eterno.
“Por lo que el conglomerado de instituciones carcelarias del país, los presos (reclusos), los guardias penales, el personal administrativo o de apoyo a Corrección saben que esta mujer tenía una forma especial de ser el “árbitro” por excelencia en momentos de grandes confusiones y controversias. Ella luchó por sus ideales y jamás permitió que pisotearan aún aquellos que según ella no tenían la razón. Doña Trina fue fiel y vivo ejemplo de una “Defensora de los pobres” que se ganó el respeto de todos los que la conocieron. Nuestro sindicato ha perdido a una gran amiga que en momentos difíciles siempre nos ofreció su apoyo y respeto”, dijo Vega Vélez.
¿Quién era Trina Rivera de Ríos?
Trina Rivera de Ríos pertenecía a una familia de servidores públicos y profesionales. A los 18 años se convirtió en una maestra normalista. Más tarde logró ser la primera trabajadora social del Gobierno en obtener un grado de maestría de la Universidad de Washington y un doctorado de la Universidad del Pennsylvania. Rivera fue la primera presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales, la primera presidenta de la Comisión de la Mujer -nombrada por el entonces gobernador Roberto Sánchez Vilella- y cofundadora del Comité de Amigos y Familiares de Confinados.
Durante su existencia, repitió incansablemente que la Ley 54 de Violencia Doméstica discrimina contra los hombres, alcanzando críticas de varios sectores de la sociedad.
La "Madre de los presos", como la conocían en el País, en la década de los años 1950 logró que un adolescente puertorriqueño (Salvador Agrón) no fuera condenado a pena de muerte y consiguió que le impusieran una sentencia menor.
Era defensora de los derechos de los pobres y de la población penal, ya que no creía en la política de mano dura para desaparecer la criminalidad. Defendía el trato humano y la rehabilitación para personas que cometieran algún delito.
Rivera falleció ayer a los 93 años de causa natural, en su residencia en Hato Rey, donde permanecía tras sufrir varios infartos. Sus restos serán expuestos en la Funeraria Buxeda en Hato Rey y descansarán en el cementerio municipal de Toa Baja.
La semana pasada, su labor fue reconocida al bautizar con su nombre el edificio principal del primer Centro Universitario Correcional, inaugurado dentro del complejo carcelario que se ubica Bayamón.
Comentarios
Las opiniones y comentarios expresados en la red social Facebook, aquí reproducidos, no reflejan las ideas o posturas de Diálogo UPR, ni sus afiliados. Sugerimos un diálogo respetuoso y de altura al participar del intercambio de opiniones.
Diálogo es la publicación oficial de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Desde su fundación en 1986, ha servido de taller para los profesionales en formación que actualmente se desempeñan en otros medios dentro y fuera del País. Su plataforma virtual, contiene las versiones impresas desde el 2010 hasta mayo de 2014, mes en que el medio migró exclusivamente al formato digital.