
Hace dos años la Secretaria de Educación Pública de México adquirió 80.000 ejemplares de “Pon, pon ¡A jugar con el bebé!”, uno de los títulos de la colección de literatura infantil de La Editorial, Universidad de Puerto Rico, que abarca la tradición oral de las nanas y está especialmente dirigido a los bebés y su entorno familiar. Este tipo de libros que recogen tradiciones constituyen valiosos instrumentos para poner en contacto a los niños con otras culturas, hablamos de ello con la escritora de libros para niños Josefina Barceló y la ilustradora Mnrinali Álvarez aquí en la Feria Internacional del libro, en Guadalajara, México.
Josefina Barceló: A través de la literatura infantil se promueven muchos valores de paz, de espiritualidad, de belleza, y además es una fuente de placer que enriquece el mundo del niño en el sentido idiomático y psicológico. También fortalece su personalidad, desarrolla su inteligencia, afina la sensibilidad y perfecciona el lenguaje. También ayudan a los niños a conocer como piensan y viven otros niños iguales a ellos en otras partes del planeta.
J. B. En la fuente de toda literatura es fundamental el folclor de los pueblos, eso se hereda de la oralidad. En el caso de Puerto Rico tenemos muchas tradiciones, como las nanas y “Pon, pon ¡A jugar con el bebé!” son esas canciones que nuestras abuelas cantaban a nuestras madres y nuestras madres a nosotros. Mi generación todavía se las cantaba a sus hijos pero vimos que hoy día se estaban perdiendo y quisimos recoger en un libro todos esos cantos juegos como “Pon nene pon el dedito en el pilón…”. A parte de crear una conexión emocional entre los padres y el hijo, ayudan a relacionar al niño con la literatura desde una edad temprana y crea destrezas, requiere una coordinación visomotora fina que es la que usa par que caiga el dedito en el pilón. En México existen una canción parecida lo que cambia es la letra.
M. Á. El departamento de Educación de México eligió el libro para las bibliotecas de las escuelas. Además “Pon, pon” recibió un premio en Washington en el 2006 como mejor libro ilustrado por el Latino Book Award. J. B. Fueron unas 80.000 copias. Aunque es un libro de Puerto Rico como tenemos etnias similares, los mitos de nuestros indios son similares y tenemos la misma base española colonizadora… las culturas de Latinoamérica son muy similares a la nuestra y en eso somos hermanos.
M. A. Así es. No quise identificarme con ninguna etnia porque son universales. Me dio mucho trabajo, hice cada libro como tres veces. Decidí coger diferentes diseños de la indígena americana, los paisajes, la geometría, los compuse los descompuse y cree mi propio lenguaje con una visión del mito universal para que los niños de hoy en día se puedan identificar, usé colores atrevidos y formas más abstractas para que llegaran a todos los niños.
M. A. Los niños viven en el mito. Ellos constantemente están buscando explicaciones a su vida. Un día mi hija vio un atardecer y se fascinó porque estaba todo rosado y anaranjado y ella resolvió, mamá dios pintó el cielo par que yo lo vea, claro su mamá pinta, y quien va a pintar el cielo, una gran mamá. Los niños no tienen esas construcciones mentales que nosotros los adultos ya tenemos y ellos están muy cercanos al mundo de la mitología y mantener esa creatividad yo creo que es importante porque de se mundo de la mitología nace el arte, la música, la poesía. J. B. Y sirve para conocer sus raíces esos mitos vienen de su antepasados de nuestro indios, igual que Pon, pon son libros que preservan lo que fuimos y lo que somos.