Houston, Texas.– La nicotina en el cerebro podría generar memorias, lo que hace más difícil que una persona deje de fumar, y más cuando que se encuentra en ambientes donde solía fumar. Según un reciente estudio, el poder de la nicotina es tal que produce sensaciones en el cerebro que se quedan y generan memorias. Esto induce a que las personas asocien momentos y ambientes con la actividad de fumar. John A. Dani, profesor de neurociencia del Baylor College of Medicine, recientemente publicó un artículo en la revista médica Neuron, donde relata los hallazgos de su investigación. “Nuestros cerebros normalmente hacen estas asociaciones entre cosas que apoyan la existencia e indicadores ambientales, señales que nosotros asociamos con el éxito”, explicó Dani. “El cerebro envía una señal de recompensa cuando actuamos de una forma que contribuye a nuestro bienestar”, añadió. Dani también aseguró que la nicotina requisa este proceso de aprendizaje subconsciente, y la persona comienza a comportarse como si fumar fuera una acción positiva. De esta manera, eventos asociados con fumar pueden convertirse en señales que urgen a fumar. Estas señales incluyen alcohol, comidas con amigos, o incluso conducir a casa después del trabajo. Es por eso quizás que cuando una persona va a un bar siente más impulso de fumar, debido a los recuerdos que se han generado en su mente.
Para estas conclusiones los investigadores analizaron el comportamiento cerebral de ratones al exponerlos a nicotina. Los roedores fueron colocados en dos compartimentos; los de un grupo recibieron nicotina, mientras que los otros se les suministraron sustancias salinas o suero. Los investigadores después analizaron cuánto tiempo los grupos permanecían en cada espacio. También grabaron la actividad en el hipocampo, y las áreas en el cerebro donde se crean recuerdos. Según Dani, el cambio en la actividad cerebral fue muy alto: “Comparado con las inyecciones salinas, la nicotina reforzó las conexiones de las neuronales hasta un 200 por ciento. Este refuerzo conlleva a una nueva formación de memorias o recuerdos”, dijo. El estudio demostró que los ratones aprendieron a permanecer más tiempo en los compartimentos donde la nicotina fue administrada, a comparación del compartimiento donde recibieron agua salina. Según el investigador, estos hallazgos podrían ayudar a futuras investigaciones y tratamientos para los desórdenes de la memoria como el Alzheimer y la enfermedad del Parkinson. El artículo original fue publicado en: www.conciencianews.com.