“No culpable” fueron las palabras que pronunció el juez federal Paul Barbadoro un 20 de marzo en la sala tres del Tribunal Federal de Estados Unidos en Puerto Rico, cuando anunció el veredicto del juicio que se seguía contra el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá. Hoy, estas dos palabras encabezan la portada del libro publicado por los periodistas Julio Rivera Saniel (reportero radial de Univisión Radio) y Rafael Lenín López (periodista televisivo de WAPA y presidente entrante de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico), quienes vivieron por cerca de un mes lo sucedido en el llamado “juicio del año” e hicieron público el fruto de su labor en una presentación en el restaurante Alquimia en El Condado. Ambos comunicadores elaboraron un texto de 184 páginas en el que relatan las incidencias que no se reseñaron en los medios de comunicación del Pais y que fueron parte de la ‘historia secreta’ de los 29 días que duró el proceso judicial, en los que la Prensa tuvo que vadear múltiples obstáculos para cumplir con su misión de mantener informados a todos los ciudadanos. “El propósito del libro es dejar plasmado para la historia lo que fue un proceso histórico en el País, dejándolo consignado para la historia y para los estudiantes de periodismo. En este texto nosotros no pasamos juicio sobre si estuvo bien o estuvo mal el veredicto o el proceso del juicio. Simplemente narramos el suceso y contamos cómo fue que nuestros ojos vieron ese proceso histórico, las intrigas, las miradas y la tensión que se vio en el tribunal”, manifestó Lenín López en entrevista con Diálogo Digital. Asimismo, el nuevo presidente de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO) agregó que en el libro se publica una entrevista exclusiva con un miembro del Gran Jurado, quien no creía en la ‘no culpabilidad’ del otrora Gobernador. De otra parte, Lenin López señaló que los libros son una herramienta muy eficaz para que los reporteros puedan difundir información completa, de calidad y sin las trabas que, por lo regular, enfrentan los comunicadores en los medios tradicionales. “Pretendemos rescatar lo que ha sido el periodismo literario, la práctica de otras generaciones de periodistas que publicaban y escribían sobre sucesos trascendentales. Estamos haciendo la narración de un suceso reciente y eso no es algo usual en las publicaciones, ya que muchas veces pasan años antes de que un periodista publique un libro”, dijo el presidente de la ASPPRO, al tiempo que rememoraba las publicaciones de periodistas más veteranos como Manny Suárez, Nelson del Castillo y Daisy Sánchez, quienes reportaron e investigaron hechos históricos como el caso del Cerro Maravilla, el asesinato del productor de televisión Luis Vigoreaux y el clandestinaje del líder independentista Filiberto Ojeda Ríos, respectivamente. Por su parte, Rivera Saniel expresó, que “el trabajo diario por su ritmo a veces no permite que uno se siente, piense o recuerde que fue lo que vivió y luego lo plasme en un texto o en un documento. Queríamos llevarle a la gente un montón de datos que por la velocidad del proceso, ya que fue un mes intenso con días de hasta diez horas de trabajo, se perdieron en el camino y fueron cosas que no se divulgaron”. Tanto para Rivera Saniel como para Lenín López, el juicio contra Acevedo Vilá también fue el escenario de una batalla en la que se exigía un mejor acceso a la información. Sin embargo, al igual que el resto de sus colegas que cubrían el proceso desde el Tribunal Federal, ambos pudieron sobrellevar este reto a pesar de los obstáculos que surgieron. Una de las trabas que enfrentaron los comunicadores fue cuando se les prohibió participar del proceso de selección del Gran Jurado, así como las limitaciones de espacio con las que batallaron en la sala del juez Barbadoro para hacer su labor. “Los periodistas nos resignamos a la idea de trabajar bajo condiciones incómodas y poco usuales. Ninguno de los directivos de los medios de comunicación del País se expresó contra las limitaciones que impuso el juez Fusté; nadie publicó un editorial impugnando que nos sacaran de la sala y nos tiraran fuera del Tribunal. Fue una batalla que capitaneamos solos desde las asociaciones de periodistas del País”, citan los autores en su libro, al comentar sobre el poco o ningún apoyo que recibieron de los medios de comunicación más reconocidos. Los autores revelan en su obra que tanto ellos, como el resto de los colegas que reportaron sobre el juicio, utilizaron todo tipo de herramientas cibernéticas para imprimirle dinamismo y rapidez a la información que le llevaban a los ciudadanos. La publicación de este libro surge en un momento histórico en el que el periodismo puertorriqueño enfrenta grandes desafíos, tales como la reducción de los talleres de trabajo para los comunicadores y la pérdida de cientos de páginas y horas de información noticiosa. Ante esta aseveración Lenín López opinó que “los periodistas demuestran cada vez menos su compromiso con su profesión y se intimidan ante los grandes intereses. Además, el Gobierno se ha desenmascarado y se ha convertido en el nuevo enemigo de la libertad de prensa obligando a los periodistas a recurrir a otros mecanismos”. Finalmente, ambos reporteros coincidieron en que la publicación de “No culpable […]” pretende “motivar a la nueva generación de periodistas a retomar esa tradición que se ha perdido de publicar textos que dejen plasmados en la historia eventos noticiosos importantes sin importar los obstáculos que tengan que vencer, sólo el compromiso con su profesión”.