
“Esto no es una paralización de la educación, sino una ocupación de los edificios”. Ésta fue el argumento principal de algunos estudiantes y líderes estudiantiles en relación a las manifestaciones que se llevaron a cabo esta mañana en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP). Las acciones se dieron como preámbulo a la Asamblea General que está prevista para este martes. Las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades dieron comienzo a su día con los salones desolados y los pupitres virados para que nadie pudiera dar o tomar cursos. Todo aparentaba estar planificado para que ningún estudiante fuera a tomar sus clases correspondientes en el día de hoy. Pero esto no fue así. Los estudiantes de estas facultades llegaron a un acuerdo con los profesores –mediante la celebración de asambleas- para que no dieran clases en las aulas. De esta manera, los profesores acordaron reunirse con sus alumnos en distintos puntos aledaños a las facultades. En la plaza frente al Teatro de la UPR, un puñado de profesores de la Facultad de Humanidades impartía la lección del día sentados en unos bancos o en el piso, mientras sus estudiantes prestaban atención; otros estaban sentados en la grama, bajo la sombra de un árbol. Todos parecían estar disfrutando de este tiempo al aire libre. En tanto, otros profesores simplemente prefirieron no dar clases. Mientras unos tomaban clases frente al Teatro, un grupo de universitarios se manifestaba como acto de repudio al recorte de unos $100 millones en el presupuesto de la UPR; en defensa de las exenciones de matrícula y para garantizar las clases de verano. Estudiantes con las caras pintadas de payasos tristes y desencantados, dramatizaban sus reclamos a través de pantomimas y acompañados por la melodía sombría de una trompeta. El panorama en la facultad de Ciencias Sociales se asemejaba al de los predios de Humanidades. Algunos profesores estaban sentados en los vestíbulos de los edificios de Ciencias Sociales -y de Administración de Empresas- impartiendo sus cursos. Sin embargo, los ánimos se agitaron a raíz de un incidente ocurrido temprano en la mañana. Alrededor de las 7:30 a.m., un estudiante identificado como Ibrahim García González fue supuestamente agredido por un oficial de seguridad del recinto riopedrense. El encontronazo se produjo en el segundo piso del edificio Carmen Rivera Alvarado (CRA). García González fue golpeado en los costados, y en un momento parecía no poder respirar, ya que uno de los oficiales lo apretaba por el cuello con su macana. Así lo denunció Waldemiro Vélez, portavoz del Comité de Acción de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (CAESC), quien intervino por García González para que no se lo llevaran arrestado y para que no lo agredieran más. Fue un “uso excesivo de la fuerza”, expresó Vélez. René Vargas, síndico estudiantil electo, es uno de los estudiantes que se cuestiona “por qué el guardia interviene cuando hay un acuerdo de no confrontación en proceso”. Luego del incidente, García González fue atendido en el centro de Servicios Médicos del Recinto. De allí lo trasladaron al Centro Médico de Río Piedras, donde le harán los estudios necesarios para verificar si hay alguna fractura a causa de los golpes. Luego de este enfrentamiento violento, Diálogo intentó obtener algunas declaraciones de parte de la Rectora Interina, Ana R. Guadalupe, pero no nos fue posible conversar con la Doctora en persona. No obstante, Guadalupe emitió por escrito su opinión con respecto a las manifestaciones. La rectora indica en una Carta Circular que “obstruir el funcionamiento de la labor docente y administrativa o cerrar la Universidad no es la solución. Independientemente de las exigencias que como comunidad universitaria pudiéramos hacer al Gobierno y la Legislatura, éstas deben hacerse con la Universidad abierta y a través de un diálogo justo y honesto”. Por su parte, el presidente del Consejo de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, José Maldonado Andreu, expresó que no apoya la huelga, ya que “sería catastrófico para el movimiento estudiantil”. Según él, “el efecto (de la huelga) no sería el esperado”. Además que, “los estudiantes no están unificados”, puntualizó. También, Maldonado indicó que “lo único que le preocupa es que se interrumpa el proceso académico, que es esencial en esta universidad. Por eso es que en el día de hoy no se llevó a cabo un paro, sino una ocupación. Se desplazó la enseñanza a un lugar fuera de los edificios de estas facultades (de Ciencias Sociales y Humanidades)”. A pesar del llamado estudiantil a la ocupación de los edificios en vez de realizar un paro, Vélez cree en la huelga como un instrumento de presión, “pero si hay huelga o no todo depende de la decisión de la mayoría”. A su entender, los ánimos estudiantiles se inclinan a favor de la huelga. En tanto, Vélez espera que se dé “una pluralidad y heterogeneidad”, que siempre ha caracterizado a la UPR. Insistió en que, aunque él ve a la huelga como un instrumento, cree que sería recomendable un paro de 48 horas y no una huelga indefinida, como prevén para mediados de este mes. En la Asamblea de Estudiantes de mañana se decidirá si habrá un paro de 48 horas, y si se hará una huelga indefinida a mediados de este mes. La reunión multitudinaria es una oportunidad para el diálogo y el debate en el seno de la comunidad estudiantil. En el cóclave se discutirán los malestares que ha causado el recorte en el presupuesto de la Universidad, el posible aumento en los costos de la matrícula de verano y los posibles cambios en las exenciones de matrícula. Los profesores también tienen una asamblea pautada mañana, luego que la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) convocara a los claustrales para discutir los asuntos más apremiantes relacionados a la crisis fiscal que enfrenta la Universidad. Vea el mensaje del Presidente José Ramón de la Torre que circula a través de UPR Informa: