WASHINGTON (Reuters) – Barack Obama aumentó la presión sobre Israel para que congele la construcción de asentamientos, mientras busca garantizar el apoyo de Estados Unidos por un Estado palestino al visitante mandatario Mahmoud Abbas. Enfrentando el rechazo israelí al último llamado de Washington para detener la construcción de asentamientos, Obama mantuvo diálogos con Abbas diez días después de recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien continúa en desacuerdo con la Casa Blanca sobre la estrategia para la paz. Buscando revivir los estancados esfuerzos de paz, Obama dejó en claro que continuará presionando a Netanyahu para que imponga un congelamiento total de la construcción de asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania y que abrace el objetivo de un Estado palestino. “No podemos continuar a la deriva (…) necesitamos que esto vuelva a su curso”, dijo Obama a periodistas con Abbas -un moderado apoyado por Occidente, debilitado por el control que Hamas ejerce en la Franja de Gaza- sentado a su lado en la Oficina Oval. Obama enfatizó que las obligaciones de Israel bajo la “hoja de ruta” para la paz en Oriente Medio, establecida en el 2003, incluyen “detener la construcción de asentamientos (…) y asegurar la viabilidad de un Estado palestino”. El mandatario estadounidense dijo que los palestinos debían hacer más para reforzar sus fuerzas de seguridad y reducir “la incitación” anti israelí que, según él, a veces se difunde en escuelas y mezquitas. En su primera visita a Washington desde que Obama asumió el cargo en enero, se esperaba que Abbas expusiera sus argumentos para que Estados Unidos adopte una estrategia más dura hacia Netanyahu, quien encabeza una nueva coalición derechista con partidos que apoyan la expansión de los asentamientos. El Gobierno de Netanyahu rechazó el jueves la afirmación de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, de que toda actividad de asentamientos debía parar, incluyendo el “crecimiento natural” de los enclaves existentes que Netanyahu se ha comprometido a continuar. El portavoz del Gobierno israelí Mark Regev respondió reafirmando la intención de Netanyahu de permitir la construcción adicional para acomodarse a la expansión de las familias de los colonos. Aún cuando las diferencias políticas han expuesto un raro roce entre Estados Unidos e Israel, continúa siendo incierto cuanto estará dispuesto Obama a presionar al Estado judío para que haga concesiones, cuando su Gobierno aún debe completar su estrategia para Oriente Medio. Obama considera la implicación en el proceso de paz entre israelíes y palestinos crucial para reparar la imagen de Estados Unidos en el mundo musulmán y atraer a los estados árabes moderados a un frente común contra Irán.