Buscando soluciones a largo plazo que remedien también la crisis económica actual, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer posible implantación de una reforma del sistema bancario que ya cuenta con el aval de los republicanos. Aunque este plan de Obama tendrá que pasar por un duro debate en el Congreso, en su edición de hoy, el diario español El País publicó que los republicanos visualizan esta medida como un primer paso “interesante”, pero que hay detalles que quieren analizar para ver si se cometen excesos regulatorios o si se conceden demasiados poderes a la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés). “Habrá quien diga que no vamos lo suficientemente lejos, que deberíamos haber empezado desde cero. Eso habría sido un error. Otros, que nos pasamos. Pero los últimos meses son un testimonio de la necesidad de hacer cambios significativos”, dijo Obama para el diario español. Esta reforma asignará a la Fed el mayor peso bancario, ya que el Presidente de la nación quiere poner bajo su control a todas las entidades financieras cuyo servicio sea vital para el conjunto del sistema. Según el periódico español, las entidades que enfrenten riesgos sistémicos deberán reforzar su capital y cumplir con requisitos de liquidez más restrictivos. Para prevenir las futuras crisis financieras, el Gobierno de Estados Unidos creará un consejo de reguladores, presidido por el Tesoro, que analizará e informará a la Fed sobre los riesgos al sistema. La idea es poder remediar el fallo en la entidad afectada y no tener que arrastrar a todas las demás en el proceso. Además, Obama propuso la creación de la Agencia para la Protección Financiera del Consumidor que proteja a los ciudadanos de las prácticas abusivas en productos como las tarjetas de crédito, créditos a estudiantes o hipotecas. En adición, como medida para vigilar a las entidades bancarias no sistémicas, hasta ahora controladas por los supervisores de cada Estado, diseñarán la agencia Supervisor Bancario Nacional. Los fondos de inversión alternativa deberán registrarse en el regulador bursátil y las agencias de rating tendrán reglas adicionales para que sean más transparentes. Según El País, el Presidente de los Estados Unidos expresó que “esta recesión no es resultado de un fallo”: es producto de lo que calificó como una “cascada de errores”, “de oportunidades perdidas” y de una “cultura de la irresponsabilidad” por el dinero fácil que tiene sus raíces en Wall Street y por extensión en Main Street (el ciudadano) con el consentimiento de Washington. Obama aseguró que reconstruir las finanzas de la nación no será tarea fácil, pero que el Gobierno está tratando de sentar las primeras bases. “Estamos trabajando duro para construir unos nuevos cimientos para un crecimiento económico sostenido. No va a ser fácil”, dijo Obama al periódico BBC mundo.