Olympus Has Fallen es la más reciente película de acción de Antoine Fuqua, director de Training Day, y constituye en el regreso – en términos de violencia – a las películas de acción de los 90.
Protagonizada por Gerard Butler, Aaron Eckhart y Morgan Freeman, la cinta cuenta la historia de un agente del Servicio Secreto (Butler) y su intento de salvar al presidente de los Estados Unidos (Eckhart), quien se encuentra secuestrado por terroristas en la Casa Blanca.
Aunque el guión en ocasiones raya en lo absurdo y lo poco creíble, Olympus has Fallen es una cinta de acción bastante sólida que transportará a su audiencia a los finales de los 80 y comienzos de los 90, década caracterizada por este tipo de película de acción, iniciado por el clásico Die Hard. La comparación, aunque parezca extraña, se debe a que ambos filmes utilizan el concepto del policía que busca convertirse en héroe con poca o ninguna ayuda.
Por supuesto que Die Hard es mucho más que eso, por lo que puede resultar comparar uno de los más grandes clásicos de acción con un filme que solo logra emular el exterior de una idea. Mientras que Die Hard dio vida a un subgénero, la cinta de Fuqua no aporta nada al género de acción.
La película no es tímida a la hora de ser violenta. Con una clasificación "R", podría ser una de las películas más violentas desde el filme indonesio, "The Raid: Redemption". La sangre CGI, por su parte, resulta ser una decepción.
El elenco, compuesto por actores respetados, hace milagros con un guión defectuoso, plagado de “one liners” y situaciones ilógicas. No hay que ser experto en seguridad para reconocer que las situaciones que se desarrollan en la película son inexactas y poco probables. Los terroristas, convenientemente norcoreanos, ocupan la Casa Blanca con una facilidad increíble.
En el departamento de los efectos visuales, la película deja mucho que desear. Todo la acción que ocurre fuera de la Casa Blanca se confeccionó con pantalla verde y falla a la hora de convencer.
Sin embargo, el propósito de la película no es otro que entretener a una audiencia con antojos de acción de principio a fin. En este aspecto, “Olympus Has Fallen” no decepciona. Son dos horas llenas de acción que, aunque no estimulan el pensamiento crítico, cumplen con el propósito de entretener al público.
Lejos de ser la peor película del año, Olympus Has Fallen podría ser descrita como promedio. Es de esas películas que desaparecen después de haberla visto. Con esto en mente, es seguro decir que en unos meses nadie se acordará de ella.