Guinea Ecuatorial, país centroafricano y único de habla hispana en el continente, celebró a inicios de julio la I Semana de Expresión Cultural LGBT, en lo que representa un paso titánico para avanzar la visibilización de esta comunidad a nivel regional e internacional.
El evento, auspiciado por el Centro Cultural de España, fue coordinado por el escritor y diplomático Luis Melgar Valero, segundo en mando de la embajada española en la capital Malabo.
Melgar Valero –único diplomático en declarar públicamente su homosexualidad en territorio africano– unió esfuerzos con su esposo Pablo Martín Ávila para realizar la actividad, que contó con la participación de sobre 150 miembros de la sociedad civil local e internacional y consagró al Centro Cultural de España como ente para fomentar el diálogo y la tolerancia.
La pareja lucha por la comunidad LGBT del pueblo ecuatoguineano desde hace tres años. Aun cuando en Guinea Ecuatorial no se contempla ningún delito relacionado con la orientación sexual bajo los estatutos de ley vigentes, la homosexualidad es férreamente mancillada. Esto ha llevado a que las personas LGBT sufran de una constante exclusión social.
“Nos faltan personas visibles en nuestro país, que puedan hablar de ello en los medios de comunicación. La mayoría tenemos que escondernos, puesto que hasta los bares de ambiente de la ciudad van cerrando y ya nos vemos obligados a vivir en secreto”, expresó la joven Yolanda P., de 20 años, al compartir su experiencia en la sesión de apertura.
“Lo acontecido hace unos días en Malabo ha sido como el Stonewall guineano”, declaró Milli Hernández, empresaria y fundadora de la primera librería especializada en temas de diversidad sexual establecida en España.
Para la sorpresa de muchos, el gobierno de Guinea Ecuatorial no se opuso a ninguna de las actividades, lo que parece sugerir un paso hacia la tolerancia legal en un continente donde la homosexualidad es reprimida estatalmente.
Los rostros tras la histórica iniciativa
Precisamente, como es el caso de Hernández, la relevancia de la I Semana de Expresión Cultural LGBT residió en la capacidad que ha tenido para aunar a diversos activistas y funcionarios de organismos internacionales.
Entre los invitados figuraron Roberto Castón Alonso, director español de cine LGBT, y Marc Serena, periodista y autor del libro ¡Esto no es africano!, un notable trabajo sobre la homosexualidad en el continente africano.
Además, la celebración contó con la presencia de Gerjo Pérez Meliá, productor del LesGaiCineMad, quien se caracteriza por sus estudios de campo. Durante su estancia en el país, además de ofrecer charlas, asistió a hospitales donde pudo ver de primera mano las condiciones precarias de los pacientes de VIH. En un solo día, Pérez Meliá fue testigo de que 24 de 27 pruebas de laboratorio realizadas arrojaran resultados positivos del virus.
Según estudios realizados en los pasados años por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “la epidemia del VIH/SIDA en Guinea Ecuatorial representa un problema grave de salud pública, considerando el aumento progresivo y alarmante del número de casos”.
Panorámica de los derechos LGBT en África
Pero la precariedad en el cuidado médico es solo una de las muchas cortapisas legales que enfrenta la población LGBT en África.
En el caso de África Central, la realidad de la comunidad LGBT es diversa. Por un lado, en el 2015 Angola prohibió la discriminación en el trabajo por orientación sexual, y en el mismo año, Mozambique despenalizó las relaciones entre personas del mismo sexo.
A pesar de estos casos esperanzadores, también podemos encontrar otros países en la región, como Camerún, que siguen realizando detenciones arbitrarias de personas para condenarlas por su orientación sexual.
En el caso de Nigeria, el país más poblado y la primera potencia económica del continente, sigue existiendo la pena de muerte para esta población. Según el Pew Research Institute, el 98% de sus ciudadanos consideran las relaciones entre personas del mismo sexo moralmente inaceptables.
Eso deja claro que la situación de la comunidad LGBT sigue siendo muy delicada en el continente, donde la homosexualidad está perseguida con penas de prisión o de muerte en 33 de los 54 países, según datos de la International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association (ILGA).