Numerosas organizaciones de derechos humanos reaccionaron a la elección de Donald J. Trump como presidente de Estados Unidos pidiéndole que reiterara su compromiso de defenderlos, así como de cumplir con sus obligaciones internacionales.
El presidente electo reconoció la victoria en las primeras horas del miércoles 9 de noviembre y dijo que el país debía “sanar las heridas de la división” y que pretendía trabajar con, y no contra, la comunidad internacional.
“Quiero decir a la comunidad internacional que si bien pondremos por delante los intereses de Estados Unidos, trataremos de forma justa con todo el mundo, todos los pueblos y todas las naciones. Buscaremos bases comunes, no la hostilidad; la asociación, no el conflicto”, declaró al final de una dura campaña electoral.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, felicitó al 45 presidente de Estados Unidos y subrayó el importante papel que desempeña la nación norteamericana en las soluciones y las acciones globales.
“Como miembro fundador de la ONU y miembro permanente del Consejo de Seguridad, Estados Unidos es un actor esencial en el concierto internacional. En todo el mundo, la gente mira a este país para usar su notable poder para ayudar a impulsar a la humanidad y trabajar por el bien común”, declaró Ban.
El máximo órgano de seguridad de la ONU tiene 15 miembros, cinco de los cuales -China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia- tienen poder de veto.
El nuevo gobierno debe fortalecer la cooperación internacional para defender y promover los objetivos en materia de derechos humanos, añadió Ban.
Por su parte, el presidente del capítulo estadounidense de la organización humanitaria Oxfam, Raymond C. Offenheiser, coincidió y declaró que el liderazgo de Estados Unidos seguía siendo necesario para luchar contra la pobreza global. También pidió al presidente electo que encabezara una contundente y compasiva respuesta a las emergencias humanitarias, que crearon la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
“Esperamos que Trump reconsidere su postura contra los refugiados que buscan la protección de Estados Unidos como último recurso. Es una época de solidaridad y compasión, no de cerrar nuestra mente, nuestros corazones o nuestras fronteras”, señaló Offenheiser.
Durante la campaña, Trump prometió suspender el programa de reasentamiento de refugiados sirios a través del cual llegaron a este país 10,000 personas este año. De hecho, dijo que representaban el “caballo de Troya” que propagará el extremismo y permitirá los actos terroristas y llamó a un “escrutinio extremo”.
Por su parte, el director ejecutivo de Human Rights Watch, con sede en Nueva York, Kenneth Roth, dijo que Trump debe abandonar su retórica contra los derechos humanos.
“Encontró un camino hacia la Casa Blanca con una campaña signada por la misoginia, el racismo y la xenofobia, pero ese no es el camino para una buena gobernanza”, subrayó Roth.
“El presidente electo debe comprometerse a conducir a Estados Unidos de tal forma que respete y promueva totalmente los derechos humanos”, acotó.
Desde que anunció su intención de ser candidato a la presidencia, en junio de 2015, Trump ha realizado numerosas declaraciones contra distintas comunidades, como los latinos, musulmanes y las mujeres.
También lanzó propuestas impactantes como la reintroducción de graves formas de tortura, como el submarino.
La directora del capítulo estadounidense de Amnistía Internacional, Margaret Huang, opinó que la retórica “perturbadora” y “tóxica” no debe pasar a ser la política del gobierno y que Estados Unidos debe cumplir con sus obligaciones en el marco del derecho internacional.
“Algunos de los momentos más oscuros de la historia de Estados Unidos ocurrieron cuando funcionarios elegidos ignoraron esos compromisos, como el uso y la tolerancia de la tortura”, recordó en diálogo con IPS, a la vez expresó que las declaraciones del presidente electo generan la preocupación de que este país no vaya a respetar sus obligaciones internacionales.
“Le pediremos al presidente electo que rinda cuentas por su promesa de representar a todos los estadounidenses en la búsqueda de un ‘futuro mejor y más prometedor'”, aseguró.
Mientras, tanto el presidente saliente Barack Obama, como la candidata Hillary Clinton, se comprometieron a ayudar al nuevo presidente en su tarea, en una actitud que busca mostrar continuidad, cuando numerosos análisis sostienen que la elección de Trump en Estados Unidos es una señal más de los cambios históricos.
