
Con Gravity, el mexicano Alfonso Cuarón logró restaurar, al menos por el momento, lo que conocemos como la magia del cine. Desde que el filme de ciencia ficción llegó a las salas, aseguró para sí un sinnúmero de reconocimientos debido a los aspectos técnicos de la producción y logró destacarse entre decenas de listas que enumeraban a las mejores películas del año. Por tanto, no debe ser sorpresa para nadie que el director del filme sea el favorito absoluto para alzarse con el galardón al Mejor Director en los premios Óscar.
Por otro lado, el director británico Steve McQueen (12 Years a Slave) fue responsable de dar vida a una de las películas más impactantes e importantes sobre la esclavitud. Su auténtica representación de la angustia y pérdida de esperanza de un esclavo en el siglo 19 en los Estados Unidos quedó estampada en nuestras mentes. En gran parte, por las extraordinarias actuaciones, pero fue la dirección de McQueen – con sus tiros extensos y agobiantes – lo que dio ese giro tan necesario a un relato que pudo haber recorrido un camino completamente diferente y poco inspirador. El caso de McQueen podría compararse con el de uno de sus actores, Michael Fassbender, que con su primera nominación al Oscar se establece finalmente como unos de los cineastas más relevantes ahora mismo. El futuro de ambos cineastas es prometedor, e indudablemente harán otras apariciones en esta y otras categorías en los próximos años.
Cuarón, por su parte, fue subestimado hace unos años cuando la Academia ignoró la aclamada Children of Men, filme que solo consiguió espacio en tres categorías, ninguna para el director. Como un buen vino, Children of Men se ha convertido en una de las películas más discutidas de la pasada década, por lo que la Academia podría sentir que es tiempo de reconocer al director.
David O. Russell se ha convertido en uno de los favoritos de la Academia, pero año tras año son sus actores quienes lo sacan del foco de atención. Russell es el único director que le ha conseguido nominaciones en las cuatro categorías de actuación dos años consecutivos, y mientras que al menos uno siempre se lleva el oro, el director nunca ha sido recipiente en cinco oportunidades. Si el director de American Hustle quiere aumentar sus posibilidades de ser reconocido en el futuro, tendrá que cambiar la fórmula en la que le da control absoluto a sus actores y retarse a sí mismo como director.
Aunque ha sido nominado en nueve ocasiones, el gran Martin Scorsese solo ha ganado una vez, y fue hace siete años por The Departed, pero ¿es The Departed su mejor película? Si estás familiarizado con el trabajo del director, se te hará muy fácil contestar esa pregunta. La respuesta es un rotundo no, pero ese Óscar del 2007 fue, en gran parte, un tipo de reconocimiento a su inspiradora carrera, por lo que resulta difícil imaginarlo nuevamente aceptando otra estatuilla menos de diez años después de su primera. Tampoco será la última nominación, pero a estas alturas de su carrera, Scorsese tendrá un espacio reservado en la categoría cada vez que decida hacer algo nuevo.
Si The Descendants no le consiguió a Alexander Payne el anhelado Óscar de Mejor director en el 2012, las probabilidades de que le toque este año por Nebraska son mucho más limitadas. El filme en blanco y negro ha sufrido de una pobre exposición, y su popularidad – si alguna – se debe a la actuación de su protagonista, Bruce Dern. El resto del elenco, aunque provoque menos entusiasmo, también es digno de reconocer, en especial el desempeño del segundo hombre principal, el comediante Will Forte. El egresado de Saturday Night Live es una de las sorpresas más agradables del filme, pues se despide por un momento de su “comfort zone” para deleitarnos con una sencilla pero genuina interpretación de un hijo que intenta recuperar tiempo perdido con su padre. Con dos premios Óscar en la categoría de guión adaptado, el director de Sideways y The Descendants es el dueño – por el momento – de esa categoría.
Si todo ocurre como se espera, Alfonso Cuarón se convertirá este próximo domingo 2 de marzo en el primer director latino en ser reconocido en esta categoría.