
Es 15 octubre del 1943. Antoine, un periodista francés de poca experiencia, visitó Perú para hacer un artículo sobre las Ruinas De Machu Picchu en Cuzco para la revista Bon Voyage. De regreso a Lima, se entera de la visita del afamado poeta Pablo Neruda. Gracias a los esfuerzos de la Embajada de Francia, Antoine logró una entrevista con Pablo Neruda. La entrevista se llevó a cabo el 22 de octubre por la tarde en la oficina del embajador de Francia.
Entre emociones y nervios, el joven Antoine se sentía muy feliz de tener la oportunidad de poder entrevistar a alguien tan famoso como Pablo Neruda. El joven no pensaba dejar pasar la oportunidad de hacerse más conocido como periodista.
Antoine: ¡Buenas tardes señor!, ¿cómo se encuentra?
Neruda: Muy bien joven, ¿y usted?
Antoine: ¡Me siento muy emocionado! ¡De parte mía y de la revista Bon Voyage le queremos dar las gracias por la oportunidad de estar ante una figura tan conocida como usted! Nuestra publicación desea dar a conocer más las maravillas y la riqueza cultural de nuevos destinos como lo es Suramérica.
Neruda: Es para mí un placer colaborar con personas interesadas en ampliar la imagen del mundo, sobre todo el continente al que pertenezco y sobre su historia.
Antoine: ¿Desde cuándo y por qué decidió usar un seudónimo?
Neruda: Eso sucedió hace tanto tiempo que ya no recuerdo bien. Lo que sí te puedo decir es que lo hice por la necesidad de esconder mi identidad de mi padre que no creía en las artes y estoy seguro hubiera imposibilitado cualquier esfuerzo que hiciera por continuar como escritor. No obstante, aún no entiendo porqué tanto interés en este detalle. Pablo Neruda es Pablo Neruda, sin importar su nombre.
Antoine: ¿A qué edad empezó a escribir?
Neruda: Desde muy pequeño escribo, pero mi primera publicación fue un artículo llamado, “Entusiasmo y perseverancia”. Esto fue en el año 1917 y en el mismo día de mi cumpleaños número trece (sonríe). Fue un pequeño escrito en prosa para el diario La mañana donde ya comunicaba, de forma muy ingenua y simple, mi deseo de ver a mi país y el resto de América dirigirse al progreso con estos dos lemas: entusiasmo y perseverancia. Son dos palabras que siempre me han acompañado. Estimado joven, si usted es perseverante frente a las dificultades y no pierde el entusiasmo por lo que hace, puede lograr cualquier meta que se proponga.
Antoine: Muchas gracias por sus palabras, nunca las olvidaré. Yo reconozco mis límites, pero sí amo lo que hago. Por eso estoy aquí, hablando hoy con usted (vuelve a sonreír).
Neruda: Así mismo es joven. Me gusta su entusiasmo.
Antoine: Parece que pasó muchas dificultades y experiencias difíciles. ¿Alguna en particular que haya impactado su vida y obra de alguna forma?
Neruda: He viajado mucho y he conocido muchísimos lugares maravillosos. A través de esos viajes he conocido a gente muy variada y talentosa. Sin embargo, las amistades que hice en España cambiaron mi vida. Conocí allí a un gran talento y amigo, Federico García Lorca; él era escritor como yo y teníamos muchas cosas en común. Compartimos los mismos gustos, casualmente, nuestra admiración por Rubén Darío fue la causa de nuestro primer encuentro en el año 1933 en Buenos Aires. Desde ese entonces continuamos colaborando y haciendo escritos juntos. Incluso, él aportaba con sus dibujos a mis poemas. Teníamos infinidad de amistades de América y Europa en común y pese a que en varias ocasiones me molesté con él, siempre buscaba la forma de sorprenderme y pedirme perdón. Simplemente era una persona irresistible y encantadora.
Desafortunadamente España atravesó una sangrienta y horrible guerra civil ante las fuerzas militares del dictador Franco. Día a día iba asesinando a artistas y pensadores; mi amigo García Lorca no pudo escapar. La tristeza de esa pérdida y la crudeza de la guerra, hizo que mi escritura se convirtiera en algo que ni yo pude reconocer por largo tiempo.
Antoine: De verdad, lo siento.
Neruda: No se preocupe, esas cosas suceden y por eso uno debe siempre conocer lo que está pasando en el país en donde se vive. Los gobiernos pueden estar a favor o en contra de sus ciudadanos. El caso de España, al igual que el de Alemania y Chile, es de hermanos contra hermanos. Después de tantos progresos tecnológicos en pleno siglo XX, Alemania lanzó todas sus frustraciones de la Primera Guerra Mundial contra los judíos y los alemanes. España y Chile, presas del miedo a las ideas comunistas de igualdad entre todos los ciudadanos, recurrieron a la milicia, a la guerra y al odio. Cualquier comunista era perseguido y muchas veces ejecutado, aunque fuesen compatriotas. Los humanos parecemos analfabetas emocionales, a veces peor que los seres primitivos. Lamentablemente, no hemos evolucionado tanto como creemos.
Antoine: Es notable su amor por su país, sus amigos y por Suramérica. Acabo de regresar del Cuzco y conozco su obra “Alturas de Machu Picchu”. ¿Podría contarme su experiencia y cómo este lugar lo inspiró a escribir estos poemas?
Neruda: Cuando visité el Cuzco y luego Machu Picchu en el 1943, sentí lo impactante de su gente y su paisaje. Me sentí tan conmovido por la vida de las personas de este lugar… tantas luchas, tanta cultura, tanta riqueza ante mí fue muy inspirador. Un poco, Machu Picchu es el símbolo de la explotación de los indígenas de toda América. Para ellos dediqué estos poemas porque aún sigue siendo el reflejo de nuestros países. Desde las civilizaciones antes de la colonización, la llegada de los españoles y toda nuestra atropellada evolución como países de “progreso”, el más explotado es el indígena. Aún continúan en la pobreza, aún su destino está en manos de los más ricos y poderosos. Seguimos en lucha.
Antoine: Agradezco infinitamente su tiempo. ¡No tengo palabras…!
Neruda: Por nada. Recuerde mis palabras: entusiasmo y perseverancia… entusiasmo y perseverancia (dice sonriendo)
Pablo Neruda by Diálogo on Scribd
El autor es estudiante de Octavo Grado en la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico (UHS). Este trabajo se realizó como parte de un taller sobre entrevistas ficcionalizadas que ofreció el Dr. Mario Roche para el curso de español que dictó la maestra Gabriela Calzada Rodríguez, bajo la supervisión de la doctora Cynthia Morales Boscio.