CIUDAD DE MEXICO, México- Cuando usted termine de leer este párrafo, habrá aproximadamente más de diez blogs nuevos. Hasta el momento, 44 mil personas de todo el mundo se han convertido en periodistas ciudadanos (tan sólo) para el sitio www.OhMyNews.com. Es probable que ahora mismo, alguno de ellos esté cobrando los 10 dólares que le pagan por escribir en ese medio. Al mismo tiempo, cientos de periódicos actualizan minuto por minuto su página web. En este instante CNN y Milenio TV están transmitiendo su señal simultáneamente en la televisión y en Internet. Cualquier persona puede usar www.facebook.com, https://www.blogger.com o www.youTube.com para transmitir información de cualquier tipo. Los flujos informativos han cambiado. El periodismo no podía quedarse atrás. Algunos le llaman “periodismo 3.0”. Otros le llaman “periodismo digital”. En otras partes hablan del “periodismo ciudadano” como una alternativa al periodismo tradicional. Lo cierto, es que el cambio proviene del núcleo del flujo informativo. El periodismo ya no puede seguir siendo lineal como cuando surgió la prensa masiva (periodismo 1.0). Tampoco puede estar en manos de unas cuantas empresas como cuando llegó la radio y la televisión (periodismo 2.0). Ahora el periodismo lo hace mucha gente, en muchos formatos y en todas direcciones. La participación es la clave fundamental. Y en gran parte, la participación ha sido fomentada desde y mediante los blogs.
Según Andrew Keen — autor del libro El culto a lo amateur — cada segundo, de cada hora, de cada día, se crea un blog nuevo. De acuerdo al estudio de Technorati 2008, actualmente hay 133 millones de estas bitácoras virtuales, de las cuales 7.4 millones actualizaron su contenido en los últimos tres meses. Es cierto. Ni todos los blogs son periodismo, ni el futuro del periodismo está únicamente en los blogs. Pero según una encuesta elaborada en 2006 por el Pew Internet and American Life Project, el 34% de los 12 millones de bloggers estadounidenses consideran su trabajo en línea como una forma de periodismo. Aunque muchos medios desprecien a los blogs como un medio informativo confiable, a nivel global cada vez más bloggers consolidan su presencia para bien o para mal. Ejemplo de ello son los 37 bloggers encarcelados por publicar información crítica a sus gobiernos que ha detectado Reporteros Sin Fronteras. El hecho es que el mundo está comenzando a leer blogs, y entre esos lectores están los usuarios de los periódicos en línea. Esto se debe en gran medida a la adopción del formato blog en cada vez más periódicos. Un ejemplo es el sitio Soitu.es dirigido por el español Gumersido Lafuente. Este medio reúne en una misma página notas de agencia, artículos elaborados por periodistas de Soitu (www.soitu.es) y textos escritos por los lectores. La publicación de esas notas es pagada a 20 euros y el sitio recibe un millón de lectores distintos al mes. Cada una de las notas puede comentarse como si se tratara de un blog, porque de hecho el sitio es un gran blog. En entrevista para Trecho, Gumersindo Lafuente afirmó que “la participación es algo que supera el espacio de los medios, estén o no en Internet. La red ha roto el monopolio que medios y periodistas teníamos a la hora de informar y de crear estados de opinión. Los blogs, las redes sociales, el Twitter (www.twitter.com), entre otros, son herramientas desde las que se ponen contenidos en la Red y se conforma la opinión de la gente e incluso se influye en la agenda informativa de los medios. Y sólo estamos en el principio de algo que crecerá con el tiempo”. Según Lafuente, Internet ya está influyendo de manera muy poderosa en los medios tradicionales. No sólo por atacar directamente al corazón de su modelo de negocio, sino también al de su modelo de producto. “Nunca los medios tradicionales se hicieron tantas preguntas sobre su futuro como ahora. La prensa tradicional de pago ya nunca será lo que fue. Poco a poco irá perdiendo páginas, lectores e influencia. Al principio se rieron del Internet, tampoco valoraron a Google. Incluso dos o tres años después de su nacimiento, se rieron de los blogs y Twitter les pareció una bobada. La ceguera de los medios tradicionales es su sentencia de muerte”. Pero la desconfianza de los medios tradicionales no es el único problema que enfrenta el periodismo digital. La actualización se he instaurado como el paradigma de las nuevas tecnologías de la información. Esto implica una constante labor que solamente puede llevar a cabo un nuevo actor bautizado por María Teresa Sandoval como “el periodista multimedia”. El predominio de la participación y la facilidad de acceso orilla cada día más al periodista a acercarse a su lector (y también viceversa). Internet permite el contacto directo, ya sea con foros de discusión, correo electrónico e incluso la mensajería instantánea en ciertos casos. La interactividad redefine los temas y la agenda de los nuevos medios. El periodista ahora debe estar más enterado y dispuesto a conversar, pues cualquier error puede ser delatado en los comentarios de la misma noticia y cualquier lector puede enriquecer su información. Francis Pisani — experto en nuevas tecnologías para el periodismo — define a este nuevo modelo de comunicación horizontal como un periodismo hecho por muchos y para muchos. Pero este fenómeno no es exclusivo de la prensa escrita. La radio y la televisión también se han visto modificadas por las posibilidades de interacción que brinda la red. En el caso de la radio, es creciente el número de transmisiones radiofónicas vía Internet que utilizan exclusivamente ese medio para salir al aire. Solamente en el Distrito Federal hay 55 radiodifusoras en tiempo real a través de Internet. En el caso de la radio universitaria, Concepto Radial del Tecnológico de Monterrey fue la primera en transmitir a través de la red. Desde ese momento, la producción de información en lenguaje radiofónico ha sido transformada por los servicios digitales. Gabriel Sosa afirma que la labor periodística se basa cada vez más en plataformas digitales para recolectar información y su edición. Actualmente, la grabación de una entrevista, su edición e incluso su difusión se ven influídos en gran medida por el Internet y la telefonía celular (Estos dos últimos cada vez más de la mano). Esto se acentúa cuando hablamos de los podcast, considerados por muchos los hermanos auditivos de los blogs. En los últimos años este formato se ha convertido en el icono de la producción independiente de contenidos radiofónicos. Esta herramienta ha superado lo efímero de la radio convencional, ha fomentado la creación de acervos sonoros y logró incorporar la radio a la dinámica de la llamada Web 2.0. Por su parte, la televisión en Internet representa un fenómeno distinto, pero no ajeno al caso de la radio y la prensa. En este medio se ha notado particularmente la configuración de los llamados prosumers o prosumidores, usuarios con un pie en la producción y con otro en el consumo de medios. El canal por excelencia de este fenómeno lleva por nombre YouTube. Octavio Islas, especialista en Internet, dice que YouTube es “la realización de la sociedad extendida; puede ser pensado como un avanzado espejo digital que sencillamente nos refleja. En los años sesenta Andy Warhol decía que todos tenemos derecho a nuestros 15 minutos de fama en los medios, con YouTube tenemos derecho a nuestros 15 megabytes de fama”. La fusión de Internet con los tres grandes medios tradicionales: televisión, prensa y radio, ha demostrado que es necesaria una nueva definición de los roles del periodista. Esta delimitación servirá como punto de partida que marcará las fronteras entre los verdaderos profesionales de la información y las meras buenas intenciones.
Aún estamos experimentando la adaptación del periodismo al Internet y el periodismo impreso ya tiene sentencia de muerte. Para el norteamericano Philip Meyer, el último periódico desaparecerá en septiembre del 2043. En su libro The Vanishing Newspaper, Meyer ha seguido los índices de lectura de periódicos en Estados Unidos desde los años setenta. Su conclusión es que cada año se pierde un 1% de lectores. Con ese ritmo, en 35 años nadie leerá las noticias en papel. ¿Pero eso significa que todos las leerán en línea? Según Guillermo Franco — Editor del periódico ElTiempo.com — en 2007 sólo el 47% de los adultos en Estados Unidos tenían conexión de banda ancha a Internet en su hogar. Sólo el 1% de los países pobres tenía niveles aceptables de conexión a Internet y según él, para el 2008, el periodismo participativo no ha logrado lo que se esperaba de él en 2004. Franco es cauteloso al hacer aseveraciones. Reconoce que ha habido un descenso en la circulación de los periódicos, pero puntualiza que no en todos. Para él, es imposible ignorar el crecimiento de los periódicos gratuitos que para el año 2007 contaron con un tiraje de 532 millones de ejemplares diarios. Esto significó un incremento del 3.6% en la circulación de los periódicos impresos con respecto al año anterior. “Los periódicos no se van a acabar, serán un canal de difusión de contenidos, pero no el único. Hoy en día, siguen siendo el segundo medio más grande de publicidad, sólo seguido por la televisión. El problema es que la sociedad está ahogándose en información, pero paradójicamente continúa sedienta de conocimiento”. Por su parte, Francis Pisani alerta de otras dos amenazas para el periodismo en línea. Por un lado, el hecho de que no hacen falta humanos para organizar las noticias, como lo demuestra Google News. Por otro, el hecho cada vez más generalizado de que “la información de calidad proviene de la gente y no de los periodistas”. “La tecnología amplifica los cambios pero no los crea. Una tecnología no es buena ni mala ni neutra. Los cambios tecnológicos y culturales son simplemente inevitables. Pero es un error pensar que en Internet puedes hacer lo que quieras. En la red hay una voluntad de control mayor, aumentada por desconocimiento. Hay mucha política en la red. Es falso que nada se pueda controlar en ella. ¿Por qué? Simplemente porque Internet se concibió en la guerra fría. Es una tecnología basada en paquetes que se dividen y esto evade el control. Pero es posible controlar ese flujo bajo ciertas condiciones, como por ejemplo en el caso chino. El control se da a través de un conocimiento técnico altamente elevado”. Pero esas no son las únicas desventajas del periodismo digital. Para Gumersindo Lafuente, sus principales debilidades son la falta de redes de acceso rápidas y económicas, el peligro de la brecha digital, la inmadurez de su modelo de negocio y la poca ambición por el rigor que tienen muchos medios. Guillermo Franco advierte que la convergencia mediática ha provocado que un mismo recurso humano sea utilizado para proveer contenidos a distintos medios. Además, apunta que en la mayoría de los sitios web “la reportería no es el foco de la actividad, pues se dedican al monitoreo y refriteo de las noticias”. Pareciera que las ventajas del periodismo en línea son tan grandes como sus limitaciones. El periodismo 3.0 ya está aquí, pero sigue sin ser una realidad completa.
La web 2.0 trae consigo la era del dominio de la masa. Los millones de usuarios que la utilizan no hacen más que crear y aumentar un infinito bosque digital de mediocridad”. Andrew Keen Actualmente, los blogs pasan por un estallido demográfico. La información está fragmentada y es casi imposible acceder a ciertos contenidos perdidos entre millones de páginas. “Hay tanta información que pierde sentido y utilidad”, dice Francis Pisani. Desafortunadamente mucha de esta información no es más que opiniones o datos de la vida privada de cualquier blogger. Andrew Keen afirma que la Web 2.0 trae consigo la era del dominio de la masa. Según él, los millones de usuarios que utilizan esta red no hacen más que crear y aumentar un “infinito bosque digital de mediocridad”. Sin embargo, no hay que soslayar el potencial de los periodistas ciudadanos. A pesar de las limitaciones profesionales y técnicas de muchos de ellos, tienen la ventaja de poder alejarse de las agendas de los grandes medios. Pero es importante diferenciar el papel de un blogger —cuya esencia está en la libre publicación de contenidos— con la de un periodista ciudadano cuya labor sí está orientada a informar de manera responsable. Ambos términos pueden ir de la mano, pero son independientes. Y de esa independencia depende en gran medida el éxito de la ciudadanización del periodismo. Ante este fenómeno, Gumersindo Lafuente cree que “habrá cada vez más personas que ofrecerán historias y contenidos que en algunos casos tendrán valor periodístico, pero al mismo tiempo pienso que el valor añadido del periodista profesional será insustituible”. En la misma línea, Francis Pisani apuesta por cultivar un periodismo humilde para poder seguir siendo indispensables. “No es indispensable ser útil en la modernidad. Por eso los periodistas debemos volvernos facilitadores de conversaciones. Es decir, generar propuestas nuevas, muestrar al lector lo que le puede ser útil. No ser el periodista sólo, sino con participación de la gente. Hay que buscar dónde está la utilidad del periodista. Actualmente el rol del periodista pierde indispensabilidad pero conserva la utilidad. Por eso hay que acentuar las virtudes del periodista”. Lamentablemente, la especialización en Internet por parte de los periodistas avanza lento. Aunque cada vez son más los espacios en los que el término “Periodismo digital” está comenzando a abrirse paso, a la brevedad deberá consolidarse como parte inseparable de la educación periodística. Y no sólo eso. También habrá que fomentar la actualización de generaciones que no tuvieron la necesidad de incursionar en el Internet. Daniel Peralta, periodista peruano, nos da un panorama optimista, ya que ve una ampliación en la división del trabajo periodístico. Las áreas en las que podrán incursionar los periodistas multimedia, además de ser ahora arquitectos de la información, son: “especialista en interactividad, responsable de usabilidad, moderadores de foros, editores de video, especialistas en web 2.0, redactores de hipertexto e integradores de contenidos de usuario, editores de flujos de noticias online”, entre algunos otros.
Para Lafuente el principal reto del periodismo en línea es “demostrar que en Internet, además de productos de última hora, se puede hacer periodismo de calidad, análisis e investigación. Y también ser rentables”. Para ello, como dice Pisani es necesario construir una “literacidad digital”, es decir “formar a los jóvenes en las culturas y prácticas digitales, ayudarles a entender las lógicas de fondo. Los jóvenes necesitan formación, pues saben menos de lo que los adultos se imaginan. No necesariamente entienden la lógica de Internet. Hace falta dar elementos de formación para los ciudadanos de mañana. Hay que considerar que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades de participación, ni de acceso. Generalizar ambas cosas es necesario para que jueguen un papel importante en la sociedad de mañana. Estamos en la era de la participación, y por lo tanto las instituciones tienen que incorporarse. Hay que promover el acceso, la competencia y la apropiación de la cultura para producir ciudadanos con capacidad de intervención, activos y que contribuyan a desarrollar los aspectos positivos de las nuevas tecnologías. El periodista multimedia no sólo deberá ser capaz de manejar diversos para transmitir su información. Además deberán volver a las raíces de la profesión para brindarle al lector multimedia las opciones para elegir responsablemente. Si todo el mundo comienza a mudarse lentamente a Internet, los periodistas debemos ser los primeros en llegar para contárselo a todos. No sólo es un reto y una necesidad, también es nuestra responsabilidad. Para acceder a este y otros artículos pueden visitar http://revistatrecho.com