Al parecer los requerimientos -por parte de un representante- de no apoyar un posible aumento en el costo de las matrículas para el año académico 2008-2009 ha causado un mar de confusiones en la comunidad universitaria. Diálogo Digital indagó el hecho y quedó confirmado que no hay nada que hacer, pues la decisión la tomó la Junta de Síndicos desde el 2007. Según medios de comunicación de la Isla, el legislador novoprogresista Ángel Rodríguez Miranda pidió al Presidente de la Universidad de Puerto Rico, Antonio García Padilla, que se comprometa con el estudiantado universitario a “no requerir o apoyar un alza en el costo de la matrícula” para el año académico corriente. Rodríguez Miranda, también presidente de la Comisión cameral de Asuntos de la Juventud, hizo la petición a García Padilla por medio de una carta. En respuesta a la petición, el oficial de prensa de la Oficina del Presidente de la UPR, William Meléndez, expresó que en junio de 2007 se estipuló el alza en la matrícula y que viabilizar la solicitud del representante novoprogresita no sería factible. La administración universitaria emitió en un comunicado de prensa que: “La cuota de matrícula para los estudiantes de nuevo ingreso al programa de bachillerato para el año académico 2009-2010, es de $49 dólares por crédito”. Aún cuando la matrícula aumente paulatinamente para los de nuevo ingreso, tales estudiantes pagarán el mismo costo por seis años. Meléndez comentó que es necesario que los representantes de la Cámara se informen adecuadamente sobre las estipulaciones ya establecidas del alza en la matrícula al momento de exigir cambios.
El pasado 5 de febrero, el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara baja, Bernardo Márquez García, junto a otros representantes, intentó inspeccionar -sin la documentación pertinente- dos residencias pertenecientes a la Universidad de Puerto Rico. En ese momento, no se citó, ni notificó, formalmente al presidente García Padilla. De hecho, hasta ahora el funcionario no ha sido citado como parte de esta investigación legislativa. Al respecto, el representante Rodríguez Miranda expresó que García Padilla tendrá que justificar ante la Cámara de Representantes por qué es necesario para la Universidad gastos de “cientos de miles de dólares” en comidas y bebidas. “¿Dónde están sus prioridades, en sus lujos o en las necesidades de los recintos?”, añadió Rodríguez. “Para mí los recursos deben estar dirigidos hacia las necesidades de los jóvenes”, concluyó. El representante afirmó que tiene las facturas y recibos que sustentan sus declaraciones. Sobre estas acusaciones, el presidente García Padilla declaró en su momento que él siempre ha actuado conforme a derecho y que siempre ha tenido la disposición de atender este tipo de inquietudes. “Nosotros estamos dispuestos, como hemos estado siempre, a atender las preocupaciones que haya con relación al tema”, aseguró. García Padilla afirmó que las residencias en cuestión se utilizan para actividades de protocolo. “La Universidad no tiene una sola pulgada cuadrada de espacio, de acción institucional que no sea de escrutinio. La Universidad siempre recibe con gusto el escrutinio de quien quiera investigar sobre los asuntos universitarios. Hubiese preferido que me hubiesen notificado de ante mano la visita para poder atenderla”, declaró García Padilla a los medios.