Durante el mediodía de ayer ocurrió un incidente entre un grupo de estudiantes que se manifestaba frente a los portones del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y varios oficiales de la Policía.
Decenas de estudiantes estaban participando en un piquete en la avenida Ponce de León frente al recinto riopedrense acompañados por varios profesores en repudio a una comunicación vía correo electrónico que enviará el martes 2 de mayo la rectora interina, Carmen Rivera Vega, informando que las labores académicas y administrativas se reanudarían ayer miércoles.
Como respuesta a esto, el Movimiento Estudiantil convocó un piquete a las 12:00 p.m. para afirmar que los portones de la institución continuaría cerrados.
Durante el día las labores administrativas en el edificio Plaza Universitaria corrieron con normalidad.
Mientras los estudiantes estaban realizando el piquete, un oficial de la policía motorizada dirigía el tránsito en la misma avenida que se realizaba la manifestación. Todo transcurrió normalmente por casi una hora cuando se produjo una situación entre los estudiantes y el mismo oficial que daba el tránsito cerca del portón que da acceso al edificio Facundo Bueso. También hubo otros oficiales involucrados que llegaron como refuerzos.
Debido a lo rápido que ocurrió la situación, existen varias versiones de lo sucedido. La Policía alega que un auto golpeó a uno de sus compañeros y como medio de escape el conductor entró al recinto por lo que el agente lo siguió hasta la Torre de la Universidad, llevando esto a que comenzara el encontronazo.
Por su parte, algunos estudiantes dicen que vieron a un vehículo entrar al recinto pero no lo que la Uniformada expresó que sucedió antes. Otros universitarios solo alegan haber visto al agente sacar su macana al ver que varios estudiantes iban hacia él.
El conductor del auto, Javier Villa, identificado como parte del equipo de Radio Universidad, declaró que los hechos no ocurrieron como lo había narrado el oficial del orden público y que su entrada en el recinto no tenía nada que ver con la incursión del policía.
Diálogo presenció cómo en el momento que los oficiales se retiraron del recinto, una mujer policía agredió a una estudiante dándole en el hombro y se retiró de la escena lanzando besos a los universitarios de forma burlona mientras estos se dirigían a ella y a varios policías más a gritos.
El sargento Martínez, que llegó posteriormente, se negó a dar el nombre del oficial involucrado en los hechos que estaba identificado como Rivera y portaba el número de placa 27727.
Cabe destacar que la Universidad de Puerto Rico estableció desde la década del 1990 la Política de No Confrontación, que entre otras cosas, establece que la Policía de Puerto Rico no puede ingresar dentro de ningún recinto del sistema universitario público a menos que las autoridades universitarias así se lo requieran. Por tanto, la incursión del policía involucrado en este incidente al campus universitario implica una violación a dicha política.
Tras esta situación el piquete que había comenzado frente al portón principal de la Universidad, se movió frente al portón de Facundo Bueso donde permanecieron varias patrullas de la Policía por cerca de 20 minutos.
“¡Gabriel vive!”
Por otro lado, el pasado 2 de mayo, un estudiante del Recinto de Río Piedras identificado como Gabriel Rivera Rivera, fue encontrado sin vida tras suicidarse en su hogar, informó el periódico La Perla del Sur.
Rivera era muy conocido entre el movimiento estudiantil riopedrense pues estuvo activo durante la huelga -que hasta el momento continúa-, y pertenecía al comité de Humanistas En Lucha (HEL).
Durante el piquete, los estudiantes dejaron a un lado sus consignas para hacer un minuto de silencio con los puños arriba como símbolo de lucha.
Luego de culminada la manifestación los estudiantes, algunos profesores y demás personas allí presentes, se movilizaron a la Torre de la Universidad con flores en mano para rendirle homenaje al joven fenecido.
Se colocaron flores y velas y en las escalinatas de la Torre, varios amigos expresaron su sentir ante la situación y dejaron saber a todos que no están solos.
Ante la lamentable situación, el movimiento estudiantil organizó la actividad “Háblame, yo te escucho” en el Centro de Estudiantes durante la noche donde habría profesionales de la salud atendiendo de manera confidencial a quienes desearan.
“¡Gabriel vive!”, expresaron los estudiantes al culminar el encuentro.