A pocos días para celebrarse las elecciones generales y referéndum de estatus en Puerto Rico, el Congreso de los Estados Unidos (EEUU) no ha establecido ningún compromiso con la Isla que refleje su deseo por cumplir con el mandato de los puertorriqueños si ganara algún estatus distinto al Estado Libre Asociado (ELA).
A diferencia del caso de Puerto Rico, el referéndum de estatus que se estará llevando a cabo en Escocia, a finales de 2014, ya cuenta con un compromiso genuino del Reino Unido, de cumplir con el deseo de los escoceses. El ministro principal escocés, Alex Salmond, y el primer ministro británico, David Cameron, firmaron un compromiso en el que ambos establecen que cumplirán con el mandato de los ciudadanos escoceses y establecerán los procesos necesarios que convertirían a Escocia en una nación independiente.
“En Puerto Rico en cambio, es un plebiscito presidido por el gobierno de Puerto Rico, en el cual EEUU no ha tenido ninguna participación. En consecuencia, no importa cual sea el resultado, EEUU no tiene ninguna obligación de responder y de seguro no va a responder, no importa cuál sea el resultado, así que ahí hay una diferencia significativa”, opinó Waldemar Arroyo, experto en Relaciones Internacionales y profesor del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Según el profesor, la falta de compromiso del Congreso de los Estados Unidos a provocado, a su vez, que no exista un documento que establezca el proceso definitivo que seguiría Puerto Rico para adoptar un estatus distinto al ELA si así lo decidieran los puertorriqueños.
“En el Congreso de EEUU, que es el que podría legislar para iniciar un proceso, relativo al estatus, tampoco ocurre nada porque el Congreso está tan dividido como lo puede estar Puerto Rico o probablemente más. En el Congreso hay quienes favorecen el ELA, hay quienes favorecen la integración de Puerto Rico como estado y hay quienes favorecen la independencia, no hay un consenso sobre qué hacer con Puerto Rico”, señaló Arroyo.
En consecuencia, los partidos políticos en la Isla han establecido sus propios procesos y han presentado a los puertorriqueños sus propuestas a partir de sus ideologías. Ante la situación, el profesor Arroyo recalcó la importancia de mantenerse informados y educados sobre las distintas opciones de estatus, buscando información adicional a la que ofrecen los partidos políticos.
Para Arroyo, “es fundamental que los ciudadanos de Puerto Rico deben estar lo mejor educados posible sobre las consecuencias de cualquier cambio de estatus”.
“El problema ahí es cómo educar al pueblo de una forma objetiva, sin entrar entonces en manipulaciones ideológicas. Por eso creo que es importante que, además de los partidos, participen también otros sectores y que cada ciudadano trate de educarse sobre esto, que cada ciudadano lea lo más que pueda sobre las consecuencias de un cambio de estatus, sobre las experiencias, de otros países o de otras jurisdicciones”, dijo el profesor.
Economía e identidad como hilos conductores
El experto en Relaciones Internacionales del RUM, añadió que en el caso de Escocia de convertirse en una nación independiente, el país tendría que pasar por los procesos necesarios para pertenecer nuevamente a la Unión Europea (UE). Esto en contraste a las expresiones que hizo Alex Salmond, ministro principal de Escocia, indicando que el país pasaría a la UE automáticamente.
“Lo que quede del Reino Unido, sin Escocia, que sería la unión de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, ese sería el estado sucesor del anterior Reino Unido. Escocia como estado Nuevo tendría que iniciar el proceso desde cero, porque la integración en la UE es un proceso muy complejo que requiere amplias negociaciones y la UE no va a admitir ni a Escocia ni a nadie automáticamente”, indicó Arroyo. Cabe señalar que Salmond, ya había sido desmentido por miembros de la Comisión Europea.
Por otro lado, a diferencia de los debates sobre estatus en Puerto Rico, en Escocia han tenido mayor énfasis en los aspectos económicos y no en los aspectos sobre identidad. Según Arroyo, la identidad escocesa sí es un aspecto importante para los ciudadanos y para el gobierno, pero los asuntos económicos han tomado mayor importancia, debido a que se discuten negociaciones sobre el petróleo británico que se encuentra en territorio escocés.
Extrapolando esa tendencia a la Isla, el profesor enfatizó la importancia de que en Puerto Rico se realicen más debates políticos en los que se discutan asuntos económicos que aclaren los beneficios y perjuicios de los distintos estatus en ese aspecto.
Y es que, según Arroyo, “la identidad siempre va a estar ahí y el aspecto económico debe enfatizarse más de lo que se enfatiza”.