SOBRE EL AUTOR

¿Qué piensa un lector cuando ojea en el periódico que un hombre mató a su esposa porque lo tenía cansado? ¿O cuando lee que otro hombre asesinó a su amante porque ella quería terminar la relación? ¿Está la ciudadanía tan acostumbrada a leer este tipo de titulares que hasta casi los acepta sin detenerse a pensar que pueden estar mal redactados? ¿Por qué? Esta manera de escribir la mayoría de las veces justifica las acciones del agresor al presentar razones que pueden interpretarse como pretextos para cometer el acto al responsabilizar a las mujeres de la violencia que reciben. Por ello, los grupos feministas, los expertos de la conducta humana y otros sectores de la sociedad levantan su voz de alerta y denuncian, con mucha razón, este tipo de redacción de los titulares de las noticias sobre casos de violencia doméstica. Estos sectores también denuncian que se clasifiquen los delitos de maltrato a la mujer como crímenes pasionales, porque es incorrecto que alguien mate por amor o por pasión. Esto equivale a aceptar como bueno el comportamiento violento de un hombre hacia su pareja con la alegación de que lo hace motivado por el amor que siente hacia ella. Además, se distorsiona el concepto de lo que debe ser una relación saludable de pareja. Como muestra de esta práctica en la titulación de noticias, el periódico El Nuevo Día publicó una información el 31 de octubre de 2006 que sirve de ejemplo. El subtítulo señala que un octogenario asesinó a su amante porque ella quería acabar la relación. Las razones de él. En otro subtítulo publicado el 8 de febrero de 2007 en el mismo periódico se informa que diferencias con su esposo por la pensión alimentaria de sus hijos provocaron la muerte de una mujer. Ella con su reclamo provocó su muerte. De forma sutil estas oraciones dan la razón a los agresores y hacen responsables a las mujeres por la agresión recibida. La que pida terminar una relación que la hace infeliz o la que se atreva a reclamar beneficios para la manutención de sus hijos se expone a la muerte. Al menos, eso es lo que se infiere de los titulares de las noticias. Hay otros ejemplos que muestran estilos similares en la redacción de los titulares que aparecen en el periódico El Nuevo Día, que son contrarios a la recomendación del Informe Nacional del 2005 del Proyecto Global de Monitoreo de Medios. El Informe sugiere que los encabezamientos que informan casos de violencia doméstica perpetrados por los hombres en contra de las mujeres deben enfatizar el hecho en sí y en la mujer. Sin embargo, en el periodo de junio de 2006 a septiembre de 2008 en el diario El Nuevo Día, se muestran 24 titulares en los que el hombre es protagonista de la noticia, aún cuando es el agresor, en contradicción a la recomendación de la organización internacional. Como ejemplo de esta forma de titulación apareció una nota el 12 de octubre de 2006 en la que se escribe: “Confiesa que asesinó a su compañera”, “El reparador de lavadoras y secadoras alegó que la mujer lo tenía ‘cansado’”. Otro ejemplo es el titular y subtítulo de una nota del 16 de julio de 2006: “Un arresto por Ley 54 moviliza a la SWAT”, “Acusado amenazó con suicidarse”. Todos contrastan con lo que sugiere el informe del Proyecto Global de Monitoreo de Medios. La imprecisión también figura en 13 de los titulares del diario El Nuevo Día, pues no se indica si la víctima de la violencia doméstica es una mujer o un hombre. En algunos casos, la aclaración se ofrece en el subtítulo, como en este caso: “Señala a su asesino antes de morir”, “La mujer fue baleada a las afueras de un centro comercial”. En otros casos, ni el titular ni el subtítulo informan si la víctima es hombre o mujer. Hay que esperar a leer el párrafo en el que se ofrece esa información. Por otro lado, el informe del Proyecto Global de Monitoreo de Medios también señala que algunos titulares trasmiten un sentimiento de pérdida cuando las mujeres asesinadas son jóvenes madres. El lector puede inferir que la pérdida de la vida de esas mujeres es terrible sólo porque tienen hijos. Estos estereotipos de género centran la importancia de las mujeres en torno a su maternidad y desvalorizan su dignidad y derechos como personas. Un ejemplo de esta práctica se publicó el 17 de diciembre de 2006 en El Nuevo Día en el que un titular y un subtítulo muestran el señalamiento del informe: “Disparo deja huérfano a dos niños”, “La madre de ambos fue asesinada por su compañero”. Otro hábito en la redacción de noticas es la presencia en el titular de adjetivos como trágico, tormentosa, desgraciado y otros similares. Aunque se puede deducir que con su uso se quiere describir el suceso ocurrido de manera más contundente, se cae en la práctica de valorar el hecho. Sin embargo, es al lector a quien le correspondería decidir si el suceso es espantoso o indignante. Es innecesario utilizar esos adjetivos porque cualquier asesinato, sea de la naturaleza que sea, es un suceso trágico, espantoso y toda la cadena de adjetivos que se puedan pensar. En ocasiones se recurre a la ironía y a la exageración al momento de redactar los titulares de las notas periodísticas sobre violencia doméstica para llamar la atención de los lectores. El 9 de abril de 2008 en El Nuevo Día se destaca una noticia con estas oraciones: “Una puñalada cierra el ciclo de violencia”, “Aida Otero ya no tendrá que rogar por protección de las autoridades. Ayer su ex esposo la asesinó”. Lo que se quiere denunciar con este titular de tono irónico es la lentitud con la que el Estado atendió este caso, otro reclamo constante de las mujeres maltratadas. Nadie mata por pasión ni por amor. Las mujeres son víctimas dos veces. Son víctimas de sus agresores y luego son víctimas de los medios, quienes las invisibilizan en los titulares o las proyectan como las villanas, todo por querer escapar del ciclo de violencia en el que viven y del que en ocasiones no pueden salir. *Este artículo es parte de una serie de 31 artículos periodísticos que explican cómo se cubrió el maltrato conyugal en 56 noticias en el diario El Nuevo Día entre los años 2006 al 2008. Estos artículos son extractos de ideas que plantea la autora en su tésis de Maestría en Redacción para los Medios de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), Martirizadas dos veces: el trato a las víctimas de violencia doméstica en las noticias de El Nuevo Día. En los escritos se expuso una interpretación acerca del estilo, el contenido informativo y los elementos gráficos que se utilizaron en el diario para la difusión de la información. Este texto originalmente fue publicado en Prensa Comunitaria aliado de Diálogo. Para acceder a su página entre a: http://prensacomunitaria.com/