Son muchas las inquietudes que enfrenta un estudiante que está ingresando a la universidad por primera vez. Preguntas sin contestaciones que solo ellos podrán descubrir una vez comiencen la aventura universitaria.
Si alguna vez escuchaste las preguntas notorias: “¿Qué voy a estudiar? o ¿Qué es lo que me gusta?”, probablemente te cuestionaste lo mismo. Éstas y otras interrogantes representan el planteamiento de los jóvenes en una etapa sumamente importante en sus vidas.
El camino de encontrar las respuestas podría resultar largo, pero es imprescindible que los estudiantes no pierdan tiempo y, desde un inicio, busquen alternativas para aclarar todas sus dudas antes de terminar su grado de bachillerato.
Para Rosaura Ramírez, asesora académica y catedrática auxiliar del programa de Biología en el Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), los estudiantes deben tener exposición a las oportunidades desde temprano.
“Yo creo que desde su primer año deben salir a buscar oportunidades y no esperar al tercer año. Que empiecen a buscar información proactivamente porque esas oportunidades le permiten reforzar sus intereses futuros”, dijo Ramírez
Además, la doctora reiteró que solamente el estudiante podrá encontrar su pasión teniendo otras experiencias, como la de un internado, que le ayude a decidir si la carrera que escogió es la que quiere continuar.
Ramírez aseguró que un estudiante que se gradúa sin tener este tipo de exposición podría encontrarse con la situación de que llegue al campo y tenga que retirarse porque simplemente no era su vocación.
Antes de convertirse en catedrática, Ramírez había ingresado a la Escuela de Medicina, luego de completar sus cuatro años del bachillerato. Como no había tenido una práctica profesional, no sabía que el campo de la medicina no estaba diseñado para ella de la manera en que lo había planificado.
“Soy vivo ejemplo de lo que podría pasarle a un estudiante que no tiene las experiencias que le permitan reconocer sus metas profesionales. Cuando entré en mi tercer año de la Escuela de Medicina tenía que hacer mi práctica en el hospital y yo me di cuenta que eso no era para mí, así que lo dejé. Siempre había querido ser maestra, y aquí estoy…”, añadió Ramírez.
Por otra parte, el profesor de la Escuela de Comunicación y periodista Mario Roche, dijo que el objetivo fundamental de tener una práctica es lograr que el estudiante tenga una experiencia real relacionada con su formación previa.
Entre tanto, Roche expresó que “las fronteras entre la teoría y la práctica son dos dimensiones que se entrecruzan continuamente”. Además, dijo que tener una experiencia de práctica profesional es esencial en todos los campos de estudio.
“Si tu eres maestro pues es necesario que tengas la experiencia del salón de clases, si eres un profesional del trabajo social, tienes que salir a las comunidades…Son experiencias que te nutren muchísimo y que redondean completo la experiencia formativa en la Universidad”, aseguró Roche.
Sin embargo, el catedrático y arquitecto Joffre Martínez, dijo por su parte que sí existe una tensión entre la teoría y la práctica. No obstante, la universidad influye mucho en esta mirada.
“La universidad tiene una responsabilidad social porque no es solamente qué aprende el estudiante en la práctica, vamos al otro lado, ¿qué aporta el estudiante a la sociedad? Hay una desconección bien grande entre la práctica en la calle y en la academia. Son campos que están separados y se supone que haya una integración entre ellos”, dijo Martínez.
Asimismo, el profesor y psicólogo clínico George Kamarinos, reiteró que la “universidad tiene una fuerte tradición académica” y que eso fue palpable durante su años de estudio en el campo de la psicología.
No obstante, el catedrático mencionó que, por lo menos, la Facultad de Ciencias Sociales del recinto ríopedrense, sí cuenta con los recursos y las orientaciones para los estudiantes que estén interesados en participar de algún programa.
También, destacó las posibilidades que un estudiante en psicología puede tener al exponerse al campo a temprana edad.
“Que un estudiante pueda tener experiencias en sus años de bachillerato sería extremadamente beneficioso porque podría integrar sus experiencias académicas con las prácticas, y podría obtener una base temprana para luego tomar buenas decisiones sobre qué subespecialidades y temas quisiera trabajar dentro de la psicología", opinó.