
Los accidentes cerebro vasculares (ACV) se han convertido en la tercera causa de muerte en Puerto Rico, superados solamente por el cáncer y los problemas cardíacos. Así lo confirmó ayer el rector del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el doctor Rafael Rodríguez Mercado.
En la Isla se comenzó a registrar las víctimas y pacientes de esta condición hace dos años, siendo el registro de accidentes cerebrovasculares en hispanos más grande de los Estados Unidos.
Según Rodríguez Mercado, este registro representa es un logro muy significativo, ya que no sólo podrá ayudar a las comunidades latinas de EEUU, sino que -con esta data- ahora es posible solicitar fondos a la agencia gubernamental federal National Institutes of Health (NIH).
El anuncio coincidió con la conmemoración del mes nacional del ACV, (instaurado en 1986 por el otrora presidente de los EEUU, George Bush), por lo que Rodríguez Mercado insistió en la importancia de educar y orientar tanto a la población puertorriqueña como a la comunidad médica de la Isla para poder reconocer con premura los casos de ACV.
Y es que, un paciente debe llegar a un hospital entre 2 y 3 horas después de haber sido afectado por este mal. Lamentablemente, en Puerto Rico las víctimas se tardan un promedio de 5 horas y media. De estos, sólo un 21% son trasladados en ambulancias y sólo un 8% recibe la atención adecuada.
Cabe destacar que en Puerto Rico, sólo existen tres institutos con el personal y el conocimiento necesario para atender un caso de ACV. Estos son: el Centro Médico y los Hospitales HIMA de Bayamón y de Caguas.
Por otro lado, Rodríguez Mercado aprovecho la oportunidad para anunciar que en la actualidad se ha estado concretando en el Senado un proyecto de ley que se lleva impulsando desde el año 2000 (el proyecto 2206) y que permitiría un servicio de “Telemedicina”.
Explicó que este servicio es utilizado en diversos países, “incluyendo Haití”.
Por medio de esta iniciativa, los centros médicos del país, podrán comunicarse vía Internet de modo que se pueda compartir la información necesaria para atender, no sólo casos de ACV, sino cualquier dolencia que tengan los pacientes.
A pesar que en la actualidad las causas de un ACV podrían ser varias, el rector del RCM aseguró que “un ACV no respeta edad ni clase social, aunque sí se ha visto que las mujeres son mayormente más afectadas que los hombres”.
Aun más, el experto destacó que cualquier persona puede sufrir un ACV, sobre todo si sufre de hipertensión, diabetes o si fuma. De igual modo, las pastillas anticonceptivas aumentan en un 20% la probabilidad de tener un ACV si ya ha habido historial de este padecimiento en la familia.
Los síntomas más comunes para reconocer el padecimiento son una marcada dificultad del habla (ya sea que se le enrede la lengua o incluso que pareciera inventar un dialecto), debilidad muscular, adormecimiento e incluso parálisis en la cara, el brazo o la pierna (por lo regular sólo en un lado).
Rodríguez Mercado recomendó que de presentar estos síntomas, una persona debe ser trasladada con premura a cualquiera de los tres institutos que pueden tratar un ACV.