Ante un vestíbulo repleto de profesores y estudiantes, la profesora Norma Rodríguez Roldán, de la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle, presentó recientemente su libro Pobreza en Puerto Rico: Una mirada desde las experiencias de las personas que habitan sectores empobrecidos, en el Museo de Historia, Antropología y Arte del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Según Rodríguez Roldán, el libro pretende señalar de manera cualitativa y cuantitativa la aparente falsedad de varios estereotipos contra los pobres en Puerto Rico mientras denuncia las políticas económicas actuales como la principal razón de la creciente pobreza. Los hallazgos de la investigación que dio forma a la publicación se fundamentan en entrevistas que realizó la trabajadora social junto a su equipo de trabajo, a 1,700 hogares.
Rompiendo estereotipos
La abogada María Dolores Fernós, presentadora del libro, señaló en su alocución que una familia pobre (según estándares federales) tiene un promedio de 3.71 miembros, lo cual no es muy distinto al resto de la población. Por otro lado, sí mencionó que la mayoría no completa la escuela superior (solo el 38.4 por ciento termina), que no hay diferencia por género en términos de escolaridad y que, afortunadamente, la escolaridad está aumentado de generación en generación.
Sobre el aspecto educativo Fernós añadió que, según el estudio de Ortiz Roldán, muchos pobres no asisten a clases por falta de materiales, transportación y uniformes. Detalló igualmente que el 83 por ciento de la población de escasos recursos quisiera completar algún tipo de grado universitario.
La licenciada Fernós sostuvo que, de acuerdo a la investigación, un cuarto de la población pobre mantiene dos trabajos y que dos terceras partes reciben subsidios. El 28.9 por ciento trabaja, los hombres mayormente como albañiles (handy man) y haciendo patios mientras que las mujeres se destacan en la preparación de comidas, postres y limpieza. Estos trabajos o “chiripas” no son registrados normalmente como parte de las estadísticas de empleo del Gobierno, según la presentadora.
“Madres solteras”
Según informó Fernós, el 80 por ciento de los hogares entrevistados lo integran distintos tipos de familias mientras que el restante está compuesto solamente por una persona. La primera directora de la Oficina de la Procuradora de la Mujer reveló además, que el 71 por ciento de estas familias están formadas por una sola madre con su prole.
Asimismo, destacó que aunque el 90 por ciento de los pobres reciben beneficios de la llamada “Tarjeta de Salud” u otras cubiertas de salud federal, los servicios de salud mental de la primera son limitados. Según la abogada, esto afecta principalmente a las “madres solteras” ya que son las que presentan más enfermedades mentales en comparación con el resto de la población pobre. De acuerdo con ella, en muchas ocasiones estas madres no trabajan, tienen poco descanso y una pobre satisfacción con su vida personal. Ante esto, Fernós sentenció que el problema de esas mujeres no es aceptar su realidad, sino el poder superarse.
Percepciones sobre pobreza
“¿Cómo examinamos la pobreza en un país donde las personas no se consideran pobres?”, cuestionó la presentadora del libro de la doctora Rodríguez Roldán. Según el estudio contenido en Pobreza en Puerto Rico: Una mirada desde las experiencias de las personas que habitan sectores empobrecidos, el 53 por ciento de los pobres se cataloga como “clase media” porque consideran como alguien pobre a una persona deambulante que no tiene comida, techo, agua o servicio de energía eléctrica. “Reconocen la pobreza general pero no la propia”, reiteró la abogada.
Por su parte, el profesor de psicología del Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR, Mario Núñez Mercado, definió la pobreza como una insuficiencia de ingresos para cubrir las necesidades básicas, de una buena calidad de vida y desarrollo personal, en muchas ocasiones debido a falta de oportunidades. El panelista, quien también fue expresidente de G8 Inc, grupo sin fines de lucro que reúne al liderato comunitario de las ocho comunidades aledañas al Caño Martín Peña, refutó que los pobres sean “vagos, cuponeros o mantenidos”. “La gente no es pobre porque quiere serlo”, manifestó.
Modelo económico duramente criticado
De otro lado, el profesor de psicología social, Nelson Reyes Del Valle, quien reconoció la presencia de decenas de estudiantes sentados en la grama del patio interior del Museo, manifestó que “la pobreza es el resultado de un modelo económico que genera pobreza”.
El especialista en desarrollo económico comunitario precisó que el modelo económico de Puerto Rico no genera trabajo ni motiva a superarse ya que los subsidios y otros beneficios son económicamente mayores que lo que recibe una persona que trabaja a tiempo completo por el salario mínimo federal.
De igual forma, Fernós criticó el modelo “trickle down economics” (atribuido principalmente a la administración del presidente Ronald Reagan en la década de 1980), que aboga por beneficios económicos y reducciones en las contribuciones para los más ricos con el propósito de que, de esa forma, la riqueza caiga como cuentagotas hacia las demás clases sociales. La licenciada precisó que estas medidas lo que provocan es menos servicios sociales para los más que lo necesitan.
¿A quién está dirigido el libro?
En un aparte con Diálogo, Rodríguez Roldán resaltó que espera que su libro tenga acogida entre universitarios, profesores y profesionales que trabajan con sectores empobrecidos. Sobre este último grupo, apuntó que su ilusión es que estas personas puedan, a través de su publicación, identificar y “cuestionar los propios estereotipos que pudieran tener” para con los pobres, quienes bajo estándares federales componen el 47 por ciento de la población de Puerto Rico.