El Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico en Cayey (UPR Cayey) reveló hoy los resultados de un estudio que advierte de un posible ascenso de los niveles de pobreza en la Isla debido al paso del huracán María.
Según el escenario expuesto por el CIC, es muy posible que el 9% de las personas que vivían con ingresos muy cercanos a la pobreza antes del fenómeno atmosférico hayan caído a un nivel de pobreza más bajo.
Se estima que a raíz de que muchas personas que trabajaban antes del huracán ahora tienen más gastos y menos ingresos, ya sea porque están trabajando menos horas o porque perdieron el empleo, las tasas del nivel de pobreza pudieron haber aumentado de 44.3% a 52.3%.
“El huracán exacerbó los niveles de pobreza que existían en Puerto Rico y es probable que hoy esté al menos la mitad del país por debajo de los niveles de pobreza”, aseguró el doctor José Caraballo Cueto, director del CIC, en un comunicado de prensa.
“En la medida que la recuperación se alargue y más personas pierden ingresos y empleos, es posible que las 254,905 personas que tenían un ingreso entre 25 y 50 por ciento superior a la pobreza también caigan bajo los niveles de pobreza, llevando la tasa potencialmente hasta 59.8%”, señaló.
Se indicó que como base para el análisis se utilizaron las tablas B17002, B17001 y S1701 que preparó el Negociado del Censo para el 2016.
Por otra parte, se informó que al distribuir la población entre las edades de 17 años o menos, 18 a 24 años, de 25 a 64 años y 65 años o más, la tasa de pobreza más alta en el 2016, tanto para hombres como para mujeres, fue de un 57% entre jóvenes y niños de 17 años o menos. Incluso, se señaló que hay una disparidad en la pobreza infantil entre diferentes municipios. Maricao y Barranquitas tienen un 82% de pobreza infantil, Comerío y Patillas 74%, Toa Alta un 35%, mientras que Gurabo y Guaynabo tienen un 37%.
“Aún sin considerar los embates de los huracanes, la población infantil es la más vulnerable cuando se segrega la pobreza por edad. La recuperación debe priorizar esos municipios donde de cada 10 niños hay siete u ocho en la pobreza. Son niños y niñas marginadas que claman porque se le garanticen las mismas oportunidades que a otros niños privilegiados”, aseguró el director del CIC.