Era una mañana de un martes muy activa. Durante el fin de semana nacieron 17 becerritos. En la finca, los trabajadores estaban muy entusiasmados recogiendo las crías, pesándolos, tomando muestras de sangre y añadiéndolos al registro del hato. Mientras, las madres de los recién nacidos estaban muy inquietas por la separación temporera. Tan pronto devolvían a sus terneritos al campo, corrían a velocidad al reencuentro. Luego, se colocaban en forma de vigilancia cerca de su vástago. Las criaturas nacieron en la Finca Montaña de Aguadilla, adscrita a la Subestación Experimental de Isabela del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). Los rojizos becerritos son testimonio de su linaje: Senepol, una raza para producción de carne perteneciente al género y especie Bos Taurus, originaria de Santa Cruz, en las Islas Vírgenes Americanas. Los atributos de este tipo de ganado, entre ellos, su adaptabilidad al trópico, docilidad, ausencia de cuernos y un desarrollado instinto materno, provocaron que el CCA se interesara en adquirir estos animales para estudio y desarrollo.
“¿Por qué no investigas sobre ese ganado para ver sus posibilidades para la industria en Puerto Rico?” Ésa fue la petición que le hizo el doctor Alejandro Ayala, decano de Ciencias Agrícolas, a comienzos de la década del ochenta, al doctor Danilo Cianzio Mujica, catedrático del Departamento de Industria Pecuaria y encargado de la Finca Montaña desde 1999. Ayala había visitado la Universidad de Islas Vírgenes en Santa Cruz y le llamaron la atención las características de la raza, según relató a La Gaceta Colegial, Cianzio Mujica. “Me puse en contacto con la gente de Santa Cruz, viajé varias veces, observé el trabajo que hacían con las vacas y que la raza tenía muchos aspectos positivos”, agregó. Fue así que decidieron importar el ganado Senepol desde la vecina Isla a Puerto Rico. Sin embargo, las restricciones de ese entonces del Departamento de Agricultura Federal (USDA, por sus siglas en inglés), impidieron hacerlo directamente desde Santa Cruz. “El ganado Senepol fue introducido por primera vez al archipiélago de Puerto Rico en 1983 por gestión del Colegio de Agricultura. Importamos dos toros de un año y cuatro novillas desde Mint Spring Farms en Kentucky”, explicó. Añadió que los animales se trasladaron a la Subestación de Lajas con la intención de estudiar con más detalle la raza. “Así comenzó nuestro periplo, la idea era evaluarla, observarla, ver cómo se comportaban y hacer cruces con otras razas”, dijo. En 1984, el CCA se convirtió en el socio número 55 de la Asociación de Senepol de las Islas Vírgenes de Santa Cruz, entidad que promueve que se mantengan estándares de alta calidad en la raza. Luego, en 1988 lograron traer 16 novillas directamente desde la Hacienda Granard Estates de Santa Cruz. Ya para esa época no estaban vigentes las restricciones del USDA. En ese mismo año, trasladaron el hato Senepol para la Finca Montaña que posee 1,076 cuerdas de terreno, 500 de éstas son utilizadas para pasto del ganado. Actualmente, 26 años después, tienen más de 150 cabezas de ganado puro y continúan evaluando formas de hacer la raza más productiva. “Hacemos una selección genética muy intensa de nuestros animales. El agrónomo Luis Añeses, el breeder, ha tomado todo esta gestión con mucho entusiasmo… Estamos mejorando la raza y hemos incrementado sus niveles o índices productivos”, afirmó Cianzio Mujica. Precisamente, Añeses indicó que el mejoramiento genético se basa en la información que se recopila del ganado que se adquiere. La Asociación de Senepol mantiene una base de datos sobre las características de los animales inscritos. “Hacemos la selección de lo animales que quedarán como padrotes. En la mayoría de los casos, hacemos compras en Santa Cruz de padrotes puros registrados, pero también hemos importado ganado de otras fincas en Estados Unidos para aumentar la variabilidad genética del hato”, explicó el agrónomo Añeses, auxiliar de investigación que labora en la Finca Montaña.
Con la proliferación del desarrollo turístico y la construcción de hoteles, así como campos de golf en Santa Cruz, los terrenos agrícolas han disminuido significativamente en la vecina isla caribeña, según explicó Cianzio Mujica. Mientras, en la década de los ochenta existían una veintena de hatos de ganado Senepol, actualmente solo permanecen dos: Annaly Farms Senepol y el perteneciente a la Universidad de Islas Vírgenes. A juicio del investigador, esta nueva realidad representa una gran responsabilidad de parte del Colegio de Ciencias Agrícolas del RUM para el mejoramiento y la preservación de la especie. “Cuando el Recinto introdujo la raza a Puerto Rico, adquirió una responsabilidad de mejorarla. Y ahora sin querer, al ir desapareciendo los ganaderos en Santa Cruz, hemos adquirido una dimensión y responsabilidad que antes no teníamos, y que no pensábamos que íbamos a tener. Nos hemos transformado en un foco de irradiación y en el salvaguarda de la raza Senepol en el Caribe”. Coincidió el decano del CCA, doctor John Fernández Van Cleve, quien aseguró que ésa es parte de la misión investigativa de la Facultad que dirige. “Nuestra responsabilidad es mantener el genotipo. Tenemos una base de animales para poder mantener la raza y seguir buscando alternativas con ella… Al disminuir la producción en Santa Cruz, lugar donde se originó, nos hace a nosotros una fuente importante de este genotipo para el resto del mundo”, expresó Fernández Van Cleve. De hecho, la Finca Montaña recibe visitas constantes tanto de ganadores locales como de sus pares provenientes de Florida, Venezuela, Colombia y Centroamérica. Por otra parte, la misión del RUM con la vacas Senepol se amplía con los estudios que lleva a cabo el doctor Melvin Pagán Morales, quien analiza el polimorfismo de genes marcadores en el genoma de la raza. Pagán Morales presentará los primeros resultados de su investigación en la próxima reunión anual de la Asociación de Senepol, que se llevará a cabo en junio de 2009 en Santa Cruz.
Aunque fue en los ochenta que el Colegio introdujo a Puerto Rico la raza Senepol, el vínculo de la institución con ganaderos de Santa Cruz data de la década del cincuenta. Así lo confirma correspondencia histórica adquirida por La Gaceta Colegial que documenta la comunicación entre el doctor Carlos Gaztambide Arrillaga, extensionista del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez, y Fritz Lawaets de Annaly Estates de Santa Cruz. Las misivas, reproducidas por Hans Lawaets, hijo de Fritz, evidencian la colaboración del Colegio en el mejoramiento genético de la raza desarrollada en 1900 por Henry C. Nelthropp, producto de un cruce entre las razas Red Poll y N’Dama. En una carta con fecha del 26 de marzo de 1951, Gaztambide Arrillaga le expresa a Lawaets, padre, su interés de reunirse a Nelthropp con la intención de conocer sus esquemas de mejoramiento de la raza y de allí trazar un plan adaptado a las necesidades de Annaly Estates. “He diseñado un plan tentativo de mejoramiento de la raza que puede ser adaptado al tipo Nelthropp. Planifico discutirlo con usted, luego de que estudiemos la situación… Debe tomar en consideración que es un plan que puede tomar de 10 a 30 años y que requiere un hombre práctico al mando. Creo que usted puede implementarlo”, dice parte de la misiva escrita en inglés por Gaztambide Arrillaga a Lawaets, padre. La contribución de ambos en el desarrollo y mejoramiento genético de la raza fue reconocida recientemente en la segunda edición del libro Breeds of Cattle publicada en el 2008, según lo dio a conocer Hans Lawaets en una carta dirigida al rector del RUM, doctor Jorge Iván Vélez Arocho. “En este libro, es la primera vez que los nombres de Fritz E. Lawaets y el doctor Gaztambide son mencionados como parte importante en el desarrollo del ganado Senepol como una nueva raza”, sostuvo Lawaets, hijo, actual presidente de Annaly Estates y de la Asociación de Senepol.
Actualmente en la Finca Montaña experimentan con cruces genéticos entre el ganado Charolais, raza cárnica de origen francés y la Senepol. Para ello, cuentan con 14 padrotes, 10 de ellos puros Senepol y cuatro Charlolais, importados de Alabama. “A través de los años hemos ido progresando en cuanto a los índices de producción. El diagnóstico de preñez de 235 vacas empadronadas en el 2008 produjo un 91.5 por ciento. Éstas son las vacas que están pariendo actualmente”, dijo Cianzio Mujica. Precisamente, La Gaceta Colegial atestiguó uno de los alumbramientos. Sin embargo, más allá de mejorar los niveles productivos, el ideal sería crear una raza puertorriqueña. Para ello se requieren décadas de estudios, apuntó el profesor que pronto se jubilará y que espera dejar las bases para esta gesta. “Estamos trabajando con la posibilidad de generar una raza puertorriqueña en la que el Senepol forme parte”. Agregó que esa encomienda quedará a cargo del grupo de trabajo en bovinos para carne del Departamento de Industria Pecuaria, que lo integran los profesores Américo Casas y Aixa Rivera Serrano; el agrónomo Añeses; y el doctor Pagán Morales, biotecnólogo. Asimismo, cuentan con la colaboración de los doctores Guillermo Ortiz y Esbal Jiménez. También, destacó el esfuerzo de los trabajadores de la finca capitaneados por Juan Román Mercado. “El futuro luce promisorio. A todo este esfuerzo grupal se une la propuesta reciente presentada al rector del RUM para la creación de un Centro de Biotecnología y Reproducción Animal en la Finca Montaña. Ello abrirá fronteras insospechadas no solo para la raza Senepol, sino para la industria pecuaria en Puerto Rico y el Caribe”, concluyó Cianzio Mujica.