Hace un par de semanas el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR) visitó España para firmar distintos convenios con diversas universidades españolas en Salamanca y Madrid. Según lo informado por distintos periódicos del País, e incluso periódicos locales españoles, dichos convenios son para enviar estudiantes, profesores y personal investigador de la UPR a estas universidades españolas para que los mismos colaboren con los proyectos de las instituciones españolas, adquieran conocimientos y sirvan de embajadores de nuestra universidad y nuestro País. Por una parte hemos de admitir que es una iniciativa laudable para continuar fomentando el talento puertorriqueño; sin embargo, al parecer estos convenios sólo permitirán cultivar el talento de unos pocos, sobre todo el de aquellos cuyos campos de estudio y trabajo se relacionan a las ciencias y la tecnología.
Realmente estos convenios y este interés por enviar estudiantes puertorriqueños a España no son nuevos ni novedosos, porque ya distintas universidades de Puerto Rico tienen convenios con distintas universidades españolas. Sólo hay que entrar al edificio histórico de la Universidad de Salamanca y ver las distintas placas firmadas por estudiantes puertorriqueños que hay en el mismo o considerar el número de estudiantes que anualmente se van de intercambio a distintas universidades españolas. Por lo tanto, la presencia de estudiantes boricuas en la Madre Patria es notable y a la misma hemos de sumar los estudiantes que se encuentran realizando estudios graduados. Estos estudiantes graduados, en su mayoría, son egresados del sistema UPR. En su interés por proseguir estudios graduados han tenido que marchar al otro lado del Océano Atlántico, donde se encuentran ampliando sus horizontes, conociendo otras culturas, adquiriendo nuevos conocimientos y sirviendo como embajadores de su Alma Mater y de su País.
La situación para los estudiantes graduados de origen puertorriqueño en España es difícil. En la práctica, los mismos no se encuentran protegidos por convenios y son muy raros los que poseen becas, pues para estos en muchas ocasiones es complicado solicitar becas en España por el asunto de la ciudadanía estadounidense. La cosa se complica cuando los campos de estudios no tienen que ver con aquellos de más demanda, por lo tanto aquellos que estudian Ciencias Sociales y, sobre todo Humanidades, lo tienen más difícil. Sin embargo, esto no debería ser así, y el Gobierno de Puerto Rico debería estar velando por estos estudiantes, máxime cuando para ciertos casos tienen los medios para ayudar a los mismos. Tal es el caso del “Programa de Becas para la Especialización en Catalogación y Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico”.
Este programa de becas se creó en el 2004 en virtud de la Ley Número 187 del año 2004 y está adscrito a la Universidad de Puerto Rico con el propósito de sufragar los costos de estudios universitarios graduados a estudiantes puertorriqueños cualificados en disciplinas relacionadas con la preservación y conservación del patrimonio cultural y artístico u otras disciplinas que en la actualidad no se imparten en Puerto Rico. Según la Ley 187, comenzando el año fiscal 2004-2005 se asignan anualmente $200,000 en fondos para la concesión de las becas.
Este programa de becas es la solución para que muchos estudiantes que estudian disciplinas relacionadas con la cultura prosigan estudios graduados. En Puerto Rico existen programas graduados en Bibliotecología o Gestión Cultural, pero estudios en Restauración, Conservación o Historia del Arte no corren la misma suerte, aun cuando el grado mínimo exigido en la Isla para ejercer los mismos es Maestría. Pero si se quiere aspirar a la docencia universitaria es obligatorio tener el título de doctor. Es por este motivo que muchos estudiantes salen de la Isla para completar sus estudios graduados en estos campos. En estos momentos son varios los estudiantes que se encuentran en distintas universidades españolas, y conocemos casos incluso en Reino Unido, prosiguiendo estudios en Historia del Arte, Restauración o Conservación sin ninguna ayuda económica a parte de ahorros o préstamos. Entendemos que con una asignación anual de $200,000 es para que anualmente se concedan hasta unas 20 becas con la cuantía máxima y así apoyar el talento puertorriqueño y promover que estos jóvenes que, por motivos de estudios han salido de la Isla, vuelvan a la misma y pongan en práctica sus conocimientos y habilidades.
Sin embargo, no todo es tan fácil como parece, pues la última vez que la convocatoria de esta beca abrió fue en septiembre 2012 y, si más de un estudiante conoce la existencia de la misma, es mucho. Para la última convocatoria abierta no creemos que se hayan concedido más de dos becas, además de la concedida a esta servidora. En mi caso se me concedió la misma para realizar estudios de Maestría y Doctorado en Historia del Arte en la Universidad de Salamanca. La primera comunicación que me llegó de la misma y el pago fueron para el año académico 2012-2013. Como estipula el reglamento del programa de becas y el contrato que firmé desde enero 2012 he enviado todos los informes y documentos solicitados por la comisión conjunta de dicha beca para mantener mi expediente actualizado. No obstante, pese mi constante cumplimiento, llamadas, cartas y correos electrónicos a un sinnúmero de personas desde octubre 2013, no he recibido información sobre el estado de mi beca, si la misma se me ha denegado o concedido.
Creo que los convenios que la Universidad de Puerto Rico ha hecho recientemente con instituciones españolas son un mero acto de improvisación, porque si bien es verdad que se crearon nuevos convenios, por otra parte ya existen convenios con algunas de estas universidades, por ejemplo, la de Salamanca. Sin embargo, pese a la existencia de los mismos, los estudiantes pasan sinsabores por falta de información o, más bien, de buena implementación y cumplimiento de los mismos.
¿Por qué si existen leyes y programas de becas para que estudiantes se formen en el extranjero y lleven a cabo las metas propuestas por estos supuestos nuevos convenios sufren tanto? ¿Por qué existiendo estos convenios a la hora de solicitar becas en España las mismas les son denegadas debido a la ciudadanía estadounidense? ¿Por qué no existe un programa dentro de la UPR que facilite la transición a programas graduados en el extranjero?
En estos momentos creo que, en lugar de estar creando nuevos convenios, se debería estar velando por el funcionamiento y la buena ejecución de los ya existentes y otros programas similares, sobre todo cuando la Universidad es la administradora de un programa de becas que permite que estudiantes boricuas a nivel graduado continúen estudios en el extranjero. Los profesionales comprometidos con salvaguardar y preservar el patrimonio histórico, cultural y artístico de nuestra Isla escasean y ahora más que nunca hacen mucha falta. Los distintos problemas que durante los pasados meses han salido a la luz, del Instituto de Cultura Puertorriqueña, demuestran la necesidad de este tipo de profesionales en Puerto Rico. Actualmente, en nuestra Isla sufrimos una crisis social y cultural, que denota la necesidad no sólo del capital económico y tecnológico, sino también del humano. Capital humano que se encuentra en formación y, si no se apoya e impulsa, desafortunadamente será una pérdida para el País. La cultura no es cosa de élites, es cosa de todos.
La autora es egresada de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras y en estos momentos continúa sus estudios doctorales en Historia del Arte en la Universidad de Salamanca.