
En mi adolescencia tuve la valentía de comenzar a ver filmes de terror, era la moda entre mis amigos y no quería quedar mal con ellos. Siempre salía sin asustarme y olvidando los nombres de aquellas películas. Luego, cuando comencé mis estudios universitarios en comunicaciones, me di cuenta de los clichés del género, especialmente en tramas de corte religioso, que ya ni miedo dan.
La cinta A Quiet Place rompe con los estigmas atribuidos a este género cinematográfico. Logra magistralmente articular el horror sin recurrir a extraorinarios efectos especiales ni a los consabidos clichés. El filme usa inteligentemente un recurso muy poderoso para hacer saltar al espectador de su butaca: el silencio.
La película, dirigida por el actor John Krasinski (The Office, Detroit), muestra que la Tierra ha sido atacada por unos alienígenas que solo agreden al escuchar ruidos. La trama se centra en una familia que tiene que vivir en total silencio ante la amenaza de sufrir el ataque de una de las bestias espaciales. El reto es sobrellevar la cotidianidad manteniéndose callados y sin producir ningún tipo de ruido.
El núcleo familiar lo integran: Lee Abbot, personaje que interpreta Krasinski; su esposa embarazada Evelyn Abbot (Emily Blunt) y sus dos hijos: Marcus Abbot (Noah Juppet) y Regan Abbot (Millicent Simmonnds).
Empecemos con lo principal: el juego entre el sonido y el silencio. Les advierto que la película es practicamente silenciosa, los personajes se comunican en voz baja y en lenguajes de señas. El filme en su mayoría solo incorpora los ruidos -que irritan a los monstruos extraterestres- cuando se crea un momento de suspenso. Kransinski, junto a sus editores de sonido, colocan el silencio en momentos perfectos para poder “relajar nuestras emociones” luego de un fuerte susto, haciéndonos sentir la tensión que experimentan los personajes.
Aunque el libreto puede presentar una trama común —un monstruo del espacio que ataca a la humanidad— logra salir del confort del cine de horror al utilizar el silencio como recurso para acentuar la tensión que característica a este tipo de género. También rompe con los clichés: no hay escenas sexuales, no hay un alusiones religiosas (sacrificios, demonios) y no se siente predecible.
¿Qué tal las actuaciones? La pareja protagónica la integran Blunt y Kransinski quienes son esposos en la vida real, lo que posibilitó una química perfecta entre ambos.

La actriz Emily Blunt en una de las escenas de mayor tensión. (Suministrada)
El personaje de Blunt es uno de los que mejor logra hacer palpitar con más fuerza el corazón, especialmente en la escena cuando trata de contener los gritos que provocan un dolor de parto. Es muy temprano para predecir premios actorales, pero por el momento mi apuesta es para Blunt, quien también protagonizará la nueva entrega de Mary Poppins.

Blunt y John Krasinski, quienes son esposos en la vida real, son los protagonists del filme. (Suministrada)
Kransinski, a quien recordamos por ser “Jim Halpert” en la comedia The Office, tiene un buen comienzo como director y una estupenda actuación como papá. Aunque se ha destacado por hacer comedia, su actuación en su propio filme le augura un gran futuro actoral en otros géneros.
Además, el filme cuenta con la gran banda sonora de Marco Beltrami (Logan, The Purge).
Esta película se aprecia mejor en absoluto silencio. Por ello, recomiendo a las salas donde se proyecte, colocar un aviso al principio que exhorte a la audiencia a permanecer en silencio. Gracias a Dios, en mi caso, la audiencia entendió el juego de los sonidos, pero era menester sentir la incomodidad si alguien estaba conversando cerca de ti. Incluso, los ruidos de las otras salas de cine dañaban la magia del filme.
A Quiet Place estrenó el jueves 5 de abril y se exhibe en todas las salas de cine de Puerto Rico.
Vaya a la tanda más temprano, no lleve nada de comer, y recurra a un abrigo o un peluche que pueda abrazar por si anda solo. Sea valiente como yo, que me quería ir a mitad de película de los sustos que me provocaron muchas de sus escena, pero tenía como meta sufrir hasta el final y así poder cumplir con la reseña… ¡Me alegro por los pánicos que me provocaron!