La entrevista a continuación forma parte de una serie de tres escritos que recogen los testimonios de periodistas de radio, prensa escrita y televisión sobre su experiencia en la cobertura de los procesos electorales de Puerto Rico durante las décadas del sesenta, ochenta y noventa.
Uno de los objetivos del ejercicio era conocer cómo han evolucionado las rutinas de producción de quienes cubren los comicios en nuestro país. Los relatos de los comunicadores entrevistados ofrecen, además, unos antecedentes valiosos para calibrar el impacto que ha tenido la tecnología digital y la telefonía móvil en el trabajo de los periodistas que cubren la política partidista.
Somos hijos de nuestros relatos.
Omar Rincón
De fondo, un librero. El escenario era perfecto para nuestra entrevista. Ismael Torres, un periodista con más de treinta años de experiencia, confiesa que no ha podido desvincularse del papel, aún viviendo en una época tan tecnológica. Su ceño está siempre fruncido, no por coraje, sino por los años de trabajo. Tiene una voz opaca, pero sus palabras sobre los medios de comunicación son tan certeras, que es imposible cuestionar los 26 años que laboró en la agencia Prensa Asociada.
En dicha compañía, se destacó escribiendo sobre temas electorales tanto en Puerto Rico, como internacionalmente. Pero a pesar de haber vivido momentos políticos sin precedentes, Torres no puede desdibujar de su recuerdo las elecciones de 1980 y el reto que significó su cobertura para los periodistas del momento.
Durante nuestro encuentro, aceptó que el contexto de aquellos comicios fue uno difícil, sobre todo porque la noticia se llevaba completamente diferente a nuestros días. En dicho año, se enfrentaron Rafael Hernández Colón (RHC), Carlos Romero Barceló (CRB), Luis Lausell y Rubén Berríos por la gobernación del país, en lo que fue una de las campañas más publicitadas de la historia. Y no solo eso, en plena elección hubo un apagón que dejó sin funcionamiento a las computadoras de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), retrasando el conteo de votos por una semana y que hasta hoy, suscita dudas sobre los resultados.
Diálogo: Me gustaría que comenzara hablándonos del contexto de las elecciones de 1980. Estábamos en plena Guerra Fría, se ha comprobado que la Policía de Puerto Rico estaba repleta de agentes corruptos como Alejo Maldonado y dos años antes ocurrieron los asesinatos del Cerro Maravilla. Además, también cuéntenos sobre el periodismo que se hacía en esa época.
Ismael Torres: Yo trabajaba para Prensa Asociada y Tele Once, cubría temas electorales. Fui el único periodista en Puerto Rico que se destacó todos los días del recuento luego del apagón. A las 10 de la noche yo hacía un reportaje en vivo todos los días y también hacía prensa escrita. En términos del ambiente político, era uno muy crispado. Por eso de la Guerra Fría, en aquel momento había mucho maniqueísmo, eras comunista o eras agente de la CIA, todo era blanco o negro.
D: Leyendo algunos periódicos del 80, puede darme cuenta que se priorizaban unos candidatos sobre otros (esto es un ejercicios que todavía ocurre). Me refiero a que en los periódicos siempre RHC y CRB eran quienes ocupaban más espacio, quienes imperaban en el discurso. Lausell y Berríos, candidatos pro independencia y de izquierda quedaban relegados. ¿Cómo se daba la planificación de la cobertura política en aquel momento? ¿Bajo qué criterio específico se decidía esto?
IT: Lo que pasa es que el criterio es uno estrictamente noticioso. Los editores por la mañana priorizaban unos asuntos sobre otros, de acuerdo a la cantidad de periodistas que tenían para cubrir. Se preguntaban también, a cuántas personas impactaban ciertos temas. Aunque en el fondo, podrían ser criterios ideológicos. Por eso el periodista debía y debe estar alerta de no terminar haciéndole campaña a algún candidato. Yo por ejemplo, pienso que aquí la izquierda está mal representada en los medios. El independentismo siempre ha sido minimizado, al extremo que si hay algún proyecto pro independencia no se le destaca igual que a las cosas negativas.
D: Desde el 1980 ha pasado mucho tiempo y la profesión ha cambiado. Varios teóricos dicen que nos encontramos en la era del periodismo postindustrial, en la que los medios emergentes así como la convergencia mediática dominan el ambiente noticioso. Se alega que esto ha precarizado la profesión porque el periodista además de escribir, debe tomar fotos y videos, actualizar redes sociales y demás. Todo esto por menos paga y pocas prestaciones sociales. ¿Cuál era la situación de la profesión periodística en aquel momento?
IT: En el medio para el que yo trabajaba había seguridad de empleo, era la agencia de noticias más importante del mundo. El Nuevo Día, El Mundo y las agencias de noticias no pagaban mal. Los beneficios marginales en los periódicos eran los regulares como vacaciones, plan médico, pero nada extraordinario. También pagaban dietas y las millas del carro que empleabas para las coberturas. De hecho, eso es algo que hoy casi no se da, usas tú carro y no te ayudan a pagar la gasolina. Hoy creo que para el trabajo que hace un periodista no está bien pagado.
D: ¿Cuál es su valoración de la prensa de aquel momento? Un teórico como Omar Rincón afirma que la convergencia mediática y sus características (la competencia y el publicar rápido, la necesidad de compartir contenido constantemente en la web) han hecho que su discurso sea uno lite.
IT: Antes tú cubrías un evento y tenías que llamar y dictar cuatro párrafos. Así que también se trabajaba con rapidez pero la diferencia es que luego te sentabas a ampliar la nota si era necesario. Ahora algunos periodistas llegan a una conferencia de prensa y escuchan cualquier cosa y escriben un artículo sin pasar por el proceso de reflexión que te ayuda a profundizar en los temas.
D: El día de las elecciones de 1980 hubo un apagón y se detuvo el conteo de votos. Se extendió dicho proceso por una semana y las papeletas fueron custodiadas en el edificio Valencia, en San Juan. ¿Cómo esto afectó la cobertura en aquel momento? ¿Dónde estaba usted el día de las elecciones y cómo cubrió el conteo de votos? Si nos pudiera hablar de las fuentes a las que se acercó o utilizó.
IT: Ese día yo estaba en la CEE. Era otro tipo de computadoras, no eran esas cosas modernas como las que hay ahora. Por la Ley Electoral, el periodista y cualquier otra persona que no esté vinculada a la CEE, no tiene acceso a la línea viva de información de los comicios. Sencillamente, estábamos allí, en la parte de arriba y de momento se fue la luz. Tuvimos que buscar reacciones de lo que pasó y llamar a los editores para informarlo, pero por lo menos yo no vi nada sospechoso. El apagón para mí no tuvo ninguna importancia, eso no cambió absolutamente nada el resultado electoral. Se habla de que RHC iba al frente en los números, pero las papeletas se comienzan a escrutar en el precinto uno y se termina en el 102, en Carolina. Algunas veces un candidato va a la delantera y resulta que al terminar el conteo, pierde.
D: Pude leer algunos periódicos del día después de la elección y observé que la información estaba dispersa, la reconstrucción de lo que pasó no se veía clara y hubo contradicciones hasta en la hora en que pasaron los hechos. ¿Usted cree que de pasar una situación así en nuestro tiempo, la cobertura hubiese sido mejor?
IT: La tecnología sí podría ayudar. Pero mi opinión, la proliferación de medios, no es sinónimo de más y mejor información. Toda esa cantidad de plataformas que hay, hacen pasar cosas sin importancia como noticia. Los medios se convierten como en un monstruo que consume información, que a cada hora debes estar echándole comida.
D: Hablando sobre tecnología, ¿qué herramientas tenía en aquel momento para cumplir con su deber de periodista?
IT: Cuando yo empecé en Prensa Asociada, escribía a maquinilla. Le dábamos el papel a un “teletipista”, o sea alguien que maneja el Teletipo. Era una especie de máquina que tenía una cita, la cual marcabas como si fuera la clave morse y se enviaba a los subscriptos de la agencia (emisoras de radio, periódicos, noticieros de televisión). Además de eso, dictábamos las notas por teléfono y en la oficina habían redactores, personas que se encargaban de transcribir y arreglar lo que dictabas.
D: ¿Qué podría decir sobre el periodismo de hoy?
Estamos jugando con la tecnología y no con el contenido. Hace falta que se le de seguimiento a las noticias y que los periodistas novatos se acerquen a los de más experiencia para aprender.
Aquí las otra dos entrevistas:
Elecciones del ‘68: Guillermo José Torres reporta desde la radio
Yolanda Vélez Arcelay y las elecciones del ‘96