Hace dos años Diana Soto tuvo el interés de fomentar en Puerto Rico la danza árabe como expresión artística y cultural. Este fin de semana los esfuerzos no cesan y, tras el paso del huracán María por la Isla, la iniciativa se transforma en una que busca apaciguar las necesidades de los artistas y personas de la comunidad.
Todo comenzó con una pregunta. “¿Cómo puedo aportar a mi País?”, se cuestionó la creadora del festival de danzas árabes Raks Caribe. “Me senté a pensar en cuál podía ser la mejor manera para aportar al proceso de recuperación después del fenómeno atmosférico”, añadió.
A través del arte, la danza y la música, Soto ha trazado nuevos comienzos: subsanar por medio de la danza árabe la nueva realidad que vive Puerto Rico y ayudar a construir desde el diálogo intercultural el país que “queremos y merecemos tener”.
“El proceso de recuperación es uno que ocurre en múltiples niveles, por esto Raks Caribe #HurricaneEdition apunta a llevar donativos, arte y felicidad a personas que lo necesitan, al igual que facilitar un espacio para que la gente pueda bailar y ventilar comunidad”, apuntó la también profesora en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Como resultado de una recaudación de fondos que se hizo en 11 días, bajo la campaña Make Puerto Rico Dance Again, la gestora cultural, junto a su equipo de trabajo, logró recaudar una cantidad de $4,500 dólares para suplirle becas completas, parciales o por pareo a bailarines y personas interesadas en aprender de danzas y cultura árabe.
“Tenemos estudiantes bailarines que perdieron sus hogares, sus trabajos y sus negocios. Los artistas se han quedado sin trabajo en medio de todo esto”, añadió la coreógrafa puertorriqueña.
Soto hizo especial énfasis en que el dinero recaudado fue invertido en este festival para sufragar los artículos de primera necesidad que serán donados a refugios y égidas, costear maletas con donativos de bailarines que viven fuera de Puerto Rico, y financiar los talleres que tomarán los 28 bailarines becados durante el fin de semana.
El festival comenzará hoy, viernes, a las 2:00 p.m. con un espectáculo de danza árabe y entrega de artículos de primera necesidad a la égida Jesús Sánchez Erazo en Bayamón. Continuará el sábado 18 de noviembre con talleres ofrecidos a bailarines y becados. Culminará el domingo, 19 de noviembre, con una actividad de cierre para toda la comunidad.
La actividad de cierre “Glitter Never Dies Haflah” tendrá lugar en el antiguo Taller Cé, ahora conocido como “El Ensayo” en Río Piedras. Las puertas abrirán a las 7:00 p.m. con un donativo sugerido entre $8.00 y $15.00 dólares.
Más allá del belly dancing
Para Soto la danza árabe es la representación completa de una cultura que muchas veces ha sido incomprendida.
“Lo que se proyecta de lo árabe con frecuencia es negativo o muy simplista, partiendo de discursos eurocéntricos y orientalistas”, añadió la profesora. En ese sentido el festival de danza árabe contará con la visita de Karim Nagi, músico y bailarín folclórico egipcio, quien creció con su familia en los Estados Unidos y se dedica a promover el diálogo intercultural sobre la experiencia de ser árabe en la nación norteamericana.
Asimismo, con su proyecto Arabiqa, el bailarín folclórico egipcio ha presentado conferencias que integran la música y la danza para brindarle a estudiantes de escuelas públicas una experiencia directa de “lo árabe”, mas allá de lo que se muestra en los medios de comunicación masiva, asunto que para la gestora de este festival es muy importante.
“Quiero que el festival aporte a diálogos mas profundos y complejos sobre la diversidad, además de cómo interactuar los unos con los otros en tiempos de Donald Trump”, acentuó la también analista cultural, refiriéndose a las políticas de migración impuestas por el mandatario estadounidense.