Luquillo– Un grupo de biólogos, aficionados de las aves y distintos miembros de la Coalición Pro-Corredor Ecológico del Noreste se dieron cita en la playa San Miguel para un censo navideño de las aves del área.
"Desde las 6:30am estábamos emocionados y con binoculares en mano para adentrarnos al Corredor a ver aves", comentó Jessica Seigle, miembro activa de la Coalición Pro-Corredor.
Entre las diferentes aves que se avistaron durante la actividad estaba el playero melódico (Charadrius melodus o “Piping plover” en inglés). Se trata de una especie de ave migratoria designada en peligro crítico de extinción por agencias estatales y federales, cuya población total se estima en menos de 4,000.
“Las cálidas arenas del Caribe le proveen a esta rara especie un lugar donde pasar el invierno”, puntualizó el biólogo José Colón. Hoy día una de las aves más raras y amenazadas, la población del playero melódico disminuyó debido a que se utilizaban sus plumas para adornar sombreros de mujer muy de moda durante el siglo XIX, añadió Colón.
Mientras que la población de playeros mostró una recuperación luego de que obtuviera protección bajo el Tratado de Aves Migratorias en el 1918, a partir de la década del sesenta comenzó a declinar otra vez. “Esta vez no por la cacería, sino por los efectos de la construcción, degradación, y alteración humana de los ambientes costeros en Norteamérica y el Caribe. A esto se le suma ahora la acentuada erosión de las playas arenosas ocasionada por cambios climáticos,” puntualizó Sara Beatriz Ocasio, miembro de la Coalición Pro-Corredor Ecológico del Noreste.
Durante la recorrida organizada por la Sociedad Aubon, los participantes, entre ellos científicos, estudiantes y personas interesadas en apreciar y aprender sobre la naturaleza, observaron un total de 117 aves, un récord máximo de especies para la punta este en el censo.
“Este tipo de actividad ayuda a que la gente conozca el Corredor, sus comunidades portales y la importancia de defenderlo como reserva natural,” recalcó Ana Elisa Pérez Quintero. Dicha actividad se nutrió del apoyo y participación de organizaciones como el Sierra Club, La Sociedad Ornitológica de Puerto Rico, GAIA, y la Coalición Pro-Corredor Ecológico del Noreste.
Dr. Tomás A. Carlo, biólogo y profesor de Pennsylvania State University, espera que la presencia documentada del playero melódico “sea útil tanto para la defensa del Corredor Ecológico del Noreste como para la guía de especies que están montando los miembros de la Coalición”.
El hallazgo enfatiza la importancia de conservar las 3,050 cuerdas de bosques y playas del Corredor Ecológico del Noreste, que además le sirven de refugio a otras 50 especies amenazadas.
“El viaje de este playero melódico desde Norteamérica a Puerto Rico nos recuerda que lugares aparentemente aislados sirven como punto crítico de enlace y conexión que mantienen la existencia tanto de comunidades y poblaciones locales, así como de otras muy distantes en una naturaleza que no tiene fronteras,” puntualizó Carlo.