El Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) graduó ayer cerca de tres mil estudiantes en una ceremonia de colación de grados que se distinguió por sendos discursos en los que se abogó por el alejamiento de la política partidista de esa institución así como por el reconocimiento y la reivindicación de ese centro docente como el mejor y el más importante del País.
“El Estado debe discernir que la inversión más importante para el futuro de Puerto Rico está en su Universidad y debe percatarse, de una vez y por siempre, de que la política partidista bajo ninguna circunstancia debe insertarse en la agenda universitaria”, manifestó el presidente interino de la UPR, José A. Lasalde Dominicci, ante la concurrida audiencia que acudió a los actos de graduación que se efectuaron en el Coliseo Roberto Clemente en Hato Rey.
“Aquellos que no entiendan el principio básico de que la política partidista no le hace ningún bien a la Universidad, se convierten en enemigos del bienestar de todos los puertorriqueños”, sentenció Lasalde, quien durante su discurso resaltó además la preeminencia de la UPR sobre otras instituciones y su relevancia social. Asimismo, aludió a los retos que enfrenta la institución con respecto a los problemas que confrontan los programas de investigación y el financiamiento mismo de la Universidad.
Por su parte, la rectora interina Ethel Ríos Orlandi, quien pronunció el discurso más contundente del evento, declaró que “la actividad académica precisa de amplia libertad para considerar los asuntos más diversos, incluso desde perspectivas críticas que pudieran chocar con el orden establecido”. Añadió, ante una audiencia muy atenta, que dicha actividad “precisa de un quehacer autónomo que fomente la indagación irrestricta, un espacio verdaderamente democrático construido en su interior por comunidades dialogante y no por actores atomizados”.
Expresó, además, que los universitarios deben recordarle siempre a los que ocupan el poder político que el carácter público de la UPR le garantiza la protección de la libertad de expresión y la libertad académica.
La Rectora Interina que al igual que Lasalde resaltó el papel protagónico que ha desempeñado la UPR en el desarrollo del país en todos sus ámbitos, condenó el enfoque mercantilista que se pretendió dar a la educación universitaria bajo la administración pasada.
“La Universidad debe ser un pulmón de esperanza que oxigene a la sociedad”, propuso Ríos Orlandi. “Debe ser fuente de ideas, una institución alerta y sensible que se nutra de su entorno, sistematizando y devolviendo en forma organizada los conocimientos generados por éste”, agregó.
Finalmente exhortó a los graduandos a comprometerse con otros sectores de la sociedad para ayudar a fortalecer la universidad.
De otro lado, el presidente del Consejo General de Estudiantes (CGE), Álvaro Moreno Ávila, convidó a los presentes a no olvidar el peligro de que la Universidad pueda ser secuestrada por personas que no respondan a los valores estrictamente universitarios y cuya meta sea poner la Universidad a merced del partido político que se encuentre en el poder.
Moreno Ávila criticó a la presente administración gubernamental por legislar meramente para atender el problema de la gobernanza en la UPR pero no así para que se propicie el camino hacia una reforma universitaria profunda.
Durante su mensaje a los graduados el Presidente del CGE evidenció que las heridas que dejó la huelga del 2010 aún no han sanado. Tras cada alusión a las personas que representaban a la pasada autoridad universitaria, su discurso era interrumpido por los abucheos de los graduandos, muchos de los cuales también participaron en ese conflicto huelgario. Asimismo, vitoreaban corrillos alusivos a la huelga como “lucha sí, entrega no” y “no me llames Iupi llámame candela".
Moreno Ávila concluyó su disertación solicitando a la Junta de Gobierno de la UPR una amnistía para Rafael Ojeda, Ibrahim García y Waldemiro Vélez, tres líderes estudiantiles que fueron expulsados de por vida de la UPR tras la huelga universitaria que se suscitó en el 2010 por la imposición de una cuota de $800 anuales al estudiantado.
La Centésima Octava Colación de Grados
En su Centésima Octava Colación de Grados el Recinto de Río Piedras graduó unos 2,783 estudiantes de bachillerato, maestría y doctorado. Se otorgaron 2,186 bachilleratos, 76 grados doctorales, 196 Juris Doctor, 412 maestrías, seis certificados post bachillerato y un certificado post maestría. Hubo 666 estudiantes magna cum laude y 59 suma cum laude. Este año también se graduó el primer estudiante de Maestría del Programa de Ciencias Ambientales.
Los actos de graduación se realizaron en dos sesiones. En la mañana se graduaron los estudiantes de Derecho, en cuya actividad aprovecharon para celebrar el centenario de ese programa de estudio en una ceremonia efectuada en el Teatro de la UPR.
La Escuela de Derecho otorgó dos grados de Juris Doctor y Maestría en Administración de Empresas. También confirió dos grados en el Programa de Doble Titulación de Juris Doctor de la Escuela de Derecho de la UPR y de Licenciatura en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, España. Además, confirió dos grados conjuntos de Juris Doctor y Certificación en Estudios Internacionales de la Universidad de Amberes, Bélgica.
La graduación en el Coliseo estuvo amenizada por la Tuna y el Coro de la UPR que deleitaron a todos con su música arrancando vítores y ovaciones de pie entre los graduandos, demostrando así el aprecio y orgullo que sienten por esas dos prestigiosas instituciones universitarias que también les representan.
Disfrute aquí de la fotogalería de la Centésima Octava Colación de Grados de la UPR, Recinto de Río Piedras.