El Consejo de Guardianes, órgano supervisor de las elecciones en Irán, reconoció que en los comicios presidenciales disputados por la oposición ocurrieron irregularidades en 50 distritos electorales, informó BBC Mundo. Según la BBC, el vocero del Consejo, Abbas Alí Kadkhodaei, explicó que el número de votos depositados en 50 ciudades sobrepasa el número de votantes registrados, aunque indicó que esto no alteraría el resultado global de las elecciones. Kadkhodaei aseguro que, incluso si las irregularidades afectaran a la totalidad de los votos de esas jurisdicciones, que suman un total de tres millones, la diferencia no sería suficiente para forzar una segunda vuelta. Mientras, el líder de la oposición, Mirhossein Mousavi, instó a sus partidarios a continuar con las protestas contra la reelección del presidente de línea dura Mahmoud Ahmadinejad, en un desafío directo al liderazgo de la república islámica. Mousavi hizo un llamado velado a las fuerzas de seguridad para que muestren moderación al lidiar con las manifestaciones, una maniobra que posiblemente será vista con profunda sospecha por un liderazgo conservador que se ha comprometido a usar la fuerza cuando sea necesario para sofocar la oposición. Los helicópteros sobrevolaron el domingo el cielo de Teherán y se escucharon disparos en el norte de la capital, un bastión de apoyo al reformista ex primer ministro Mousavi. Pero la radio estatal reportó el lunes que la capital había estado en calma durante la noche por primera vez desde la elección presidencial del 12 de junio. “Protestar contra las mentiras y el fraude (en la elección) es vuestro derecho”, sentenció Mousavi en un comunicado publicado el domingo a última hora en su sitio de Internet. “En sus protestas, continúen mostrando compostura. Espero que las fuerza armadas eviten un daño irreversible”, agregó. La televisión estatal iraní indicó que 10 personas murieron y más de 100 resultaron heridas durante protestas ocurridas el sábado en Teherán, que contravinieron una advertencia del líder supremo ayatollah Ali Khamenei. Un reporte separado indicó que la cantidad de muertos llegó a 13. Mousavi señaló que los arrestos masivos de sus partidarios crearían “una división entre la sociedad y las fuerzas armadas del país”. Mousavi, considerado un producto de la Revolución Islámica, manifestó el sábado que no estaba cuestionando las bases de la república islámica, sino que buscaba renovarlas y purgarlas de lo que calificó como engaños y mentiras. La votación en la que Ahmadinejad fue reelecto ha desatado las mayores protestas desde la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al sha, que era respaldado por Estados Unidos. Las autoridades han calificado a los manifestantes como “terroristas” y agitadores. “La policía mantendrá su presencia en varias partes de la ciudad y enfrentará a todos los grupos que se reúnan y provoquen desorden con toda su fuerza”, aseguró el comandante de la policía de Teherán, Azizullah Rajabzadeh, según fue citado por la agencia de noticias estatal IRNA. Irán acusó el lunes a Occidente de haber contribuido a fomentar el levantamiento y no descartó la expulsión de algunos embajadores europeos. “La propagación de la anarquía y el vandalismo por las potencias occidentales y también los medios occidentales (…) no son aceptables en absoluto”, sostuvo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hassan Qashqavi, en una rueda de prensa.