El uso de las redes sociales y los portales cibernéticos se ha vuelto un objeto entrañable en la vida de los jóvenes a nivel mundial, los cuales pasan horas “chateando” o navegando por la Web desde su teléfono móvil o su computador personal. Sin embargo, ¿conocen sus padres los recovecos virtuales a los que tienen acceso sus hijos? ¿La juventud está al tanto de los peligros que se esconden detrás del mundo virtual? Un estudio realizado por la Fundación Pfizer, en España, reflejó que alrededor de un 70 por ciento de los jóvenes entre las edades de 11 y 20 años navegan por la red sin ningún tipo de supervisión adulta. Además, destacó que el 40 por ciento de los padres desconocen sobre la participación de sus hijos en las “famosas y controversiales” redes sociales, y mucho menos el contenido cibernético al que tienen acceso. ¿A dónde se fue el “parental control”? Según informó el portal del rotativo El País, este es el primer estudio riguroso que se lleva a cabo en España sobre el uso que hacen los adolescentes del teléfono móvil, las redes sociales y las nuevas tecnologías (TIC) que ofrece la Internet. La muestra constó de 2,000 entrevistas (mil a hijos y mil a padres) entre las cuales se destacó la gran dependencia que tiene la juventud actual hacia las redes sociales, el hecho de que existen más jóvenes con teléfonos móviles que adultos, y la doble brecha digital que se da entre padres e hijos y la fácil incorporación de la juventud actual al uso de las TIC. El estudio reflejó que de los mil jóvenes que fueron entrevistados, un 90 por ciento afirmó que poseía un teléfono móvil, y un 98 por ciento aseguró tener acceso a la Internet ya fuera desde su hogar o desde algún centro de estudio. Entre los usos más comunes de la juventud en la Internet, se destacó el Messenger o mensajería instantánea, el escuchar o bajar música, buscar información para fines escolares y enviar o recibir correos electrónicos. Por otro lado, el 49 por ciento de los jóvenes entrevistados aseguró que acceden a las redes sociales diariamente ya sea para mantenerse en contacto con sus amistades, hacer planes con amigos y hacer nuevas amistades. Sin embargo, este grupo cibernauta juvenil corre el peligro de sufrir el robo de identidad ya que el 81 por ciento posee un perfil con su información personal en alguna red social. Pero, ¿a qué otros peligros se enfrenta la juventud cibernauta? “Uno de los riesgos más grandes a los que se enfrentan los jóvenes en la Web, es el ofrecer datos personales que pueden ser utilizados para labores sexuales a través de la red. Datos tan sencillos como dónde estudian, cuáles son sus hobbies, dónde viven y cuál es su número de teléfono los cuales pueden ser utilizados por personas que se valen de una identidad falsa para poder contactarlos. Además, pueden ser objeto de secuestro como ha sucedido a nivel mundial donde han desaparecido cientos de jóvenes sin dejar rastro”, informó para Diálogo Digital, la doctora Christella Navedo, Psicóloga Industrial Organizacional. No obstante, la investigación reveló que más del 50 por ciento de los padres entrevistados no controlan la participación de sus hijos en las redes sociales ni en la Web. Y sino lo hacen ellos, ¿quién se encarga de velar por su seguridad virtual? Ante esta pregunta, la trabajadora social Sonia Santiago indicó que “es muy importante la comunicación entre padres e hijos sobre lo que se puede y no se puede ver en la Internet. Los padres deben establecer una relación abierta con sus hijos para informarles sobre los aspectos positivos y negativos que conlleva el navegar por la red y participar de las redes sociales. Se puede evitar que los jóvenes posean un ordenador personal, se pueden bloquear los portales cibernéticos que puedan tener un contenido negativo, y hasta se puede limitar el tiempo de navegación. Sin embargo, la comunicación y la orientación será la pieza clave para que los jóvenes entiendan por qué algo es bueno o malo para que puedan tomar sus propias decisiones”. A su vez, la doctora Navedo agregó que existen programas de computadoras que monitorean los portales a los cuales acceden sus hijos con el fin de conocer a qué tipo de portales están expuestos. Sin embargo, coincidió en que “es importante orientar a los jóvenes y exponerlos a charlas que especifiquen cuáles son los riesgos de ofrecer información o fotografías personales a través de la red”. Ambas profesionales de la Salud, acordaron que con todo y las desventajas que posee la navegación no supervisada, las redes sociales se han convertido en un medio ágil de comunicación tanto para los jóvenes como para los adultos, ya que son una herramienta efectiva para mantenerse en contacto con sus amistades. Pero la clave está en la prevención y la orientación para que se haga un buen uso de estas redes y todos puedan estar felices y contentos. Y como todo lo bueno tiene su lado negativo, es cuestión de no bajar la guardia y mantenerse alerta para poder detectar cualquier situación que pueda atentar contra la seguridad de los cibernautas. Prevención y orientación son los vocablos que van de la mano con una navegación segura a través de la Web. Palabras que deberían acompañar al desaparecido “parental control”.