RECIFE – La Fuerza Aérea Brasileña descartó como pertenecientes al avión de Air France que cayó al mar con 228 ocupantes gran parte de los restos avistados previamente desde el aire, mientras Airbus emitió una advertencia que sugirió una posible falla técnica en el vuelo. En el quinto día de búsquedas en pleno océano Atlántico, las condiciones meteorológicas perjudicaban las tareas desde el aire, pero el mar se encontraba calmo, dijeron oficiales de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) y la Marina. La FAB había identificado como del vuelo AF 447 restos y manchas de combustible detectadas desde el aire entre el martes y el jueves en al menos tres áreas del océano Atlántico, algunas separadas hasta por más de 200 kilómetros y ubicadas a unos 1,200 kilómetros al noreste de la ciudad costera de Recife. Pero el brigadier Ramon Borges Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la FAB, señaló que los restos que “realmente hacen parte de esa aeronave” estaban en una zona relativamente pequeña. Los restos vistos desde el aire y que se consideran del Airbus 330 son “la mancha de queroseno, el asiento y algunos pedazos de la aeronave que estaban en un área de aproximadamente tres kilómetros de destrozos, donde había cables y partes internas de la aeronave”, afirmó el oficial. Mientras, el secretario de Estado francés de Transportes, Dominique Bussereau, pidió “prudencia” en los trabajos de investigación del accidente y admitió que es una “mala noticia” que los restos recuperados por la Marina brasileña no correspondan a la aeronave siniestrada, reseñó el diario español El País. “Las autoridades francesas dicen desde hace varios días que hace falta tener una extrema prudencia”, declaró el secretario de Estado en la emisora RTL, donde también recordó que los aviones y los buques franceses “no han visto nada”. “Son nuestros amigos brasileños los que habían visto cosas que creían que procedían de este avión”, subrayó antes de dejar claro que no cuestiona la labor de los brasileños, “hermanos en el dolor”. En la misma línea, los responsables franceses de la investigación sólo han confirmado que el aparato volaba cerca de una zona de mal tiempo y que se registró “incoherencia” en los datos sobre su velocidad. Actualmente, ésos son los “únicos elementos” que pueden darse como “establecidos”, añadieron, al mismo tiempo que anunciaron que el sábado se ofrecerán nuevos detalles en una conferencia de prensa.
Airbus, fabricante del 330-200, considerado como uno de los aviones más seguros del mundo, envió un telex a los clientes del A330 a última hora del jueves, advirtiendo que las tripulaciones sigan los procedimientos de rutina si sospechan de fallas en los indicadores de velocidad. La recomendación fue autorizada por la agencia de investigación de accidentes aéreos de Francia (BEA), a cargo de la pesquisa del caso del vuelo AF 447, que reportó que estaba en un área de fuertes turbulencias antes de desaparecer. Antes de la advertencia de Airbus, hubo reportes de que el avión de Air France habría ingresado al área de tormentas a una velocidad incorrecta. Airbus dijo que su mensaje a las aerolíneas no significaba que los pilotos del avión siniestrado hicieran algo equivocado o que una falla de diseño fuera de algún modo responsable del accidente. “Este Telex de Información de Aeronave es un documento de información que en ningún sentido implica culpa alguna”, informó Justin Dubon, un portavoz de Airbus. Las causas del accidentes han motivado numerosas conjeturas, y los expertos dudan que una tormenta, por sí sola, pueda derribar un avión como el A 330-200, dotado con los más modernos sistemas de navegación y seguridad. Cuatro días antes del fatídico vuelo AF 447, Air France recibió en Buenos Aires un aviso de bomba en un avión que se aprestaba a partir hacia París. El vuelo despegó luego de una revisión de la aeronave y la aerolínea dijo que esas advertencias eran relativamente comunes. El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, basado en los avistamientos desde el aire, dijo que los restos de combustible detectados en el mar podrían destacar que se hubiera producido una explosión en el avión accidentado. En tanto, un grupo de familiares llegó el viernes a Recife, donde se concentran las informaciones procedentes de Río de Janeiro, a fin de recibir detalles de las operaciones. El brigadier Broges Cardoso indicó que las condiciones meteorológicas estaban perjudicando las búsquedas por aire, que se concentraban en cinco áreas “donde la visibilidad está un poco más adecuada”. No obstante, el almirante Edison Lawrence Dantas, comandante del Tercer Distrito Naval, declaró a la prensa que el mar estaba “bastante calmo”. En el A 330 viajaban 226 pasajeros -la mayoría franceses, brasileños y alemanes-, y 12 miembros de la tripulación.