
Jaime L. Marzán vuelve su vista sobre los tiempos finales del siglo 18 y principios del 19. Allí, en estas épocas, queda atrapada en el tiempo una mujer audaz y comprometida con la independencia para Puerto Rico. Él la sigue, va redibujándola en cada palabra y la revive en nuestro mundo contemporáneo. Así renace para el lector María de las Mercedes Barbudo y Coronado, una de esas pocas próceres femeninas que vivió de 1773 a 1849.
En efecto, el autor nos presenta la mirada desafiante de María Mercedes hacia una época donde era ilegítima la defensa del independentismo en la Isla. En este sentido, Marzán, profesor, escritor y publicista, titula Mercedes en honor a esta mujer transgresora de cánones establecidos por el Sistema.
De hecho, la determinación política de esta activista fue de gran intensidad al punto que llegó a participar en el movimiento libertador de Simón Bolívar en Venezuela. Precisamente, en la actualidad los restos de María de las Mercedes se encuentran en Caracas.
La historia en la novela
Aunque el subgénero de la novela histórica ha sido un tanto desatendido en la actualidad en la literatura puertorriqueña contemporánea, Marzán se basa en su primer libro, en hechos constatables para trenzarlos con la ficción. Asimismo, el autor -candidato al Doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Puerto Rico en Rio Piedras- elabora el armazón del relato basándose en el estudio biográfico publicado en 1997 por la doctora Raquel Rosario-Rivera sobre María de las Mercedes.
Y, según cuenta el escritor, “la novela es complemento imaginario de los datos que no aparecen en la biografía”. Además, el texto se enriquece por observar la vida de quien al momento es considerada la primera mujer independista de la Isla.
La historia de María de las Mercedes nos lleva desde su sobrevivencia a la epidemia de fiebre amarilla hasta sus años de vida en la casa que vivió y que hoy ubica el negocio Hijos de Borinquen en Viejo San Juan.
Al mismo tiempo, es casi mítica su imagen dado a su longevidad. Y es que, vivir hasta los 76 años era un reto en aquella época. Precisamente, durante esos años María de las Mercedes presenció varios ataques a las puertas del Viejo San Juan, por lo que es difícil creerla ajena y no combatiente considerando el carácter severo que la distinguía.
Ese mismo carácter que puede hacer recordar un cuadro de Eugène Delacroix llamado “La Liberté guidant le peuple” (La libertad guiando al pueblo), imagen que muestra una pasión que desea morir de pie, luchando por cada segundo de vida, desafiando los obstáculos y con el deseo de desaparecer en el tiempo erguido sobre sus huellas con la espada en alto y un grito de libertad abrazándole el pecho.
Es por esta razón que, el escritor ausculta en ese periodo de efervescencia histórica donde coinciden Ramón Power y Giralt, Juan Alejo de Arizmendi, Alejandro Ramírez y José Campeche. Por lo que, no desaprovecha la incertidumbre y los misterios en la vida de María de las Mercedes al mostrar la firmeza en la defensa de los ideales libertarios por los que en un momento fue arrestada por subversiva y más adelante desterrada a Cuba. Finalmente, Marzán evoca la imagen de un Puerto Rico, que pocos conocen y otros tantos respetan, esta vez revestida de libro.