Cuando sólo tenía 23 años y se desempeñaba como una dinámica estudiante de psicología de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, la actual procuradora de Personas con Edad Avanzada, Rosanna López León, afirmó al periódico Diálogo que no le tenía miedo a los retos y eso parece ser muy cierto, pues hoy día se encuentra renuente a firmar las cartas de cesantías de 111 trabajadores de la agencia que dirige. Y es que López León se niega a aceptar la idea de despedir a cientos de empleados públicos y a quedarse en su Oficina con sólo 27 trabajadores. La Procuradora de Personas con Edad Avanzada entiende que, a la hora de trazar el plan de despidos, la administración del gobernador Luis Fortuño no tuvo en cuenta que los salarios de sus empleados provienen de fondos federales. Aunque muchos aseguran que esta acción de la Procuradora podría provocar represalias que le perjudiquen, López León expresó que su nombramiento vence en el 2014, por lo que ella cuenta con su puesto por 10 años y el mismo “no está a expensas de los vaivenes políticos”. Sin embargo, el gobernador Luis Fortuño opinó hoy que la Procuradora sólo defiende su empleo al intentar detener los despidos de los empleados cesanteados. “Yo hubiese querido que ella fuera tan fuerte con estos derechos directos de hospitalización a las personas de la tercera edad, como está haciendo ahora con su empleo”, puntualizó el Primer Mandatario en una entrevista radial. Estas expresiones surgen a raíz de que el Gobernador asegurara que López León no acudió el pasado cuatrienio a Washington, D.C. a reclamar que los envejecientes de la Isla fuesen incluidos automáticamente en la parte B del Medicare, que permite su hospitalización. Frente a estos señalamientos, la Procuradora expresó en entrevista radial que ella no está protegiendo su empleo, sino que está “defendiendo una justicia social, una población que muchas veces es discriminada”. Curiosamente, el juez federal Jay García Gregory denegó hoy con perjuicio la petición de la Procuradora de las Personas con Edad Avanzada para que emitiera una orden de interdicto preliminar y permanente contra el Gobierno de Puerto Rico para que cese y desista de su requerimiento de hacer entrega de las 111 cartas.
Entre tanto, las palabras de López León parecen ser proféticas, pues también hace 16 años expresó a Diálogo que lucharía incansablemente por ayudar a cambiar la percepción que tiene la sociedad hacia los envejecientes. “Mi meta es ponerlos en el sitial que se merecen”, añadió. Toda esta iniciativa de la Procuradora fue motivada por sus abuelos quienes muchas veces se quejaron que no había actividades ni ayudas para las personas de edad avanzada. Y aunque a López León no se le ha hecho fácil fomentar el espíritu de empatía hacia los ancianos en la sociedad puertorriqueña, y hace más de 16 años está luchando por esta causa, ella asegura que no bajará la guardia en ningún momento. En esta historia colaboró Ricardo Alcaraz.