Aquí una selección de fotografías de las Fiestas de la Calle San Sebastián. Las imágenes, tomadas el viernes y sábado, agrupan el ambiente en el Viejo San Juan y los ánimos de las personas allí presentes.

Ya sea cerca de las tarimas o en medio de una comparsa, el boricua que llega a las áreas circundantes a la calle San Sebastián baila donde tenga espacio. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Mientras el gentío paseaba por las carpas de artesanos y miraban sus obras, José Antonio Rodríguez Dávila sólo se enfocaba en completar su más reciente creación. Por su mesa solían admirar lo que se exhibía y las compras no eran constantes como en otras, pero era su pasión por el arte lo que lo hacía predominar del resto. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Al ritmo de la salsa del tributo de la Orquesta La Oferta al Gran Combo, puertorriqueños de todas las generaciones bailaban la música de la orquesta que se llevaba a cabo en la Plaza del V Centenario. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

No importa en qué parte de la histórica ciudad uno esté, el disfrute sigue siendo el mismo; en la acera o desde los balcones, se disfruta de los cabezudos, las comparsas y la música en cualquier esquina del casco urbano. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Para los niños y niñas que miraban, era como un acto de magia ver a la estatua moverse o saludarles cuando se acercaban a ella. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

A leguas se escuchaban los barriles. No importaba si subías o bajabas los callejones adoquinados, si en algún punto se ataponaba era porque un grupo tocaba y bailaba la bomba, mientras decenas de personas decidían detenerse para admirar. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Quién sabe si se conocían o si fue la salsa lo que los unió por un corto tiempo, pero al igual que esta pareja muchos desconocidos se pusieron a bailar por el mero disfrute del momento. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Ni el clima ni los tapones detienen a los cientos de puertorriqueños de llegar al Viejo San Juan para celebrar el fin de la época navideña. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Ya fuese en comparsas o balcones, en sombreros o camisas, en blanco y negro o a color, la bandera puertorriqueña era el símbolo que más predominaba en las fiestas. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

Como parte del proceso de orientación y admisión al sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el Dance Team de la UPR en Aguadilla se presentó cerca del Cuartel de Ballajá. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)

En medio de la muchedumbre y una de las comparsas, lo único que resaltaba en la escena era una niña que parecía sentirse protegida y aislada del resto, en donde mejor podía observar todo lo que ocurría en las calles adoquinadas con la mejor comodidad del mundo: en los hombros de su padre. (Andrés Santana Miranda / Diálogo)