BOGOTA- El candidato oficialista Juan Manuel Santos ganó cómoda y sorpresivamente la elección presidencial de Colombia, pero no alcanzó la mayoría absoluta, situación que obliga a una segunda vuelta electoral; en donde Santos volverá a enfrentarse con el excéntrico Antanas Mockus, aunque sin la presión de tener que armar grandes alianzas. Con el 99,71 por ciento de las mesas de votación, Santos obtuvo un 46,56 por ciento de los votos frente a un 21,49 por ciento de Mockus, informó la Registraduría Nacional, lo que fuerza la segunda vuelta el 20 de junio. El resultado fue sorpresivo debido a que todos los sondeos pronosticaban una cerrada votación entre Santos y Mockus, aunque acertaron en que habría segunda vuelta. A una semana de las elecciones, las encuestas mostraban un empate entre los dos candidatos, que prometieron dar continuidad a las principales políticas de Álvaro Uribe. En el tercer lugar se ubicó el candidato de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, con un 10,13 por ciento de los votos, por encima del dirigente del izquierdista Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, con 9,15 por ciento. El buen resultado de Vargas fue una de las sorpresas de la jornada, que lo deja bien posicionado para el futuro y lo convierte en una fuerza estratégica para la segunda vuelta. En el pasado, Vargas había expresado que si no estuviera en la carrera presidencial, daría su voto por Santos. Santos, en un emotivo discurso en el que llenó de elogios a Uribe, llamó a sus seguidores a cerrar filas para asegurar el triunfo y abrió las puertas a una coalición con Cambio Radical, con el Partido Conservador y con el liberalismo. “Será un gran acuerdo para que haya trabajo, trabajo y más trabajo. Un acuerdo para garantizar que nuestra economía crezca con equidad, como debe ser, para liderar la transformación social de Colombia, derrotar la pobreza y generar oportunidades y prosperidad para todos”, expresó el candidato. Por su parte Mockus, confió en revertir los resultados en la segunda vuelta, para comenzar un camino de transformación. “Con esta segunda vuelta tenemos la oportunidad de avanzar hacia una profunda transformación cultural que libere a nuestro país de la violencia, del narcotráfico y el clientelismo”, afirmó. Casi 30 millones de personas estaban habilitadas para sufragar en Colombia, donde el voto no es obligatorio e históricamente registra una abstención de más del 50 por ciento, como se confirmó en esta elección. JORNADA ELECTORAL EN CALMA Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional permanecieron en estado de máxima alerta para garantizar el normal desarrollo de las elecciones y evitar posibles ataques de la guerrilla, que acostumbra ejecutar actos de sabotaje y violencia durante las votaciones para demostrar poder militar. “Fue la jornada electoral más tranquila en los últimos 30 años, esto nos enorgullece”, indicó el ministro de Defensa, Gabriel Silva, quien reportó la muerte de un soldado en un ataque de rebeldes de las FARC, en el departamento del Meta, en el sureste del país. Uribe, quien en sus ocho años de Gobierno lideró una ofensiva militar que obligó a la guerrilla izquierdista a replegarse a apartadas zonas y montañosas, destacó el resultado de las elecciones. “Colombia ha recuperado la libertad política que estuvo secuestrada por el terrorismo. Gracias Fuerzas Armadas, gracias ciudadanía”, declaró el mandatario en una declaración. Tanto Santos, ex ministro de Defensa de Uribe y miembro de una aristocrática familia vinculada a la política y el periodismo, como Mockus, un matemático y filósofo de origen lituano que fue alcalde de Bogotá, prometieron durante la campaña dar continuidad a las principales políticas de Uribe. Los dos se comprometieron a mantener la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, atacar el déficit fiscal, el desempleo e impulsar reformas sociales para reducir las profundas desigualdades y la pobreza. Pese a las diferencias en sus orígenes sociales y a sus posiciones políticas, Santos y Mockus se han declarado amigos del libre mercado y de las políticas pro empresariales, lo que ha mantenido tranquilos a los inversionistas. El próximo presidente tendrá el reto de recomponer las deterioradas relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela, después de que el presidente Hugo Chávez las congelara en protesta por un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que Chávez considera una amenaza a la región. También deberá normalizar las relaciones con Ecuador -después de un conflicto por una maniobra militar colombiana en la selva ecuatoriana- y mantener la cooperación de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales, que se viene reduciendo lentamente. Pero los comicios se dan en un momento en el que los colombianos están más preocupados por el desempleo, la crisis del sistema de salud y el escaso acceso a la educación de calidad que por la inseguridad, de acuerdo con encuestas. Santos es considerado el heredero político de Uribe, situación que le da apoyo pero al mismo tiempo lo afecta en momentos en que un amplio sector de la población reclama un cambio, cansada por recientes escándalos del Gobierno. Mockus utilizó en la campaña un discurso de legalidad, honestidad, transparencia y respeto por las leyes que fue bien recibido entre los electores, hartos de los permanentes escándalos de corrupción de los políticos tradicionales. Sin embargo, no logró llevar el apoyo a las urnas al parecer por sus imprecisiones en los debates por televisión y en sus declaraciones contradictorias, según analistas.