FORT MYERS, EEUU (Reuters) – El presidente estadounidense, Barack Obama, viajó el martes a una ciudad de Florida muy afectada por ejecuciones de hipotecas, para sumar adeptos a un millonario plan de estímulo económico que defiende como necesario para evitar peores consecuencias por la crisis. Obama, que había aumentado la presión sobre el Congreso para que aprobara el proyecto de ley que contempla mayores gastos y recortes de impuestos, encabezó un evento similar a un mitin de campaña casi al mismo tiempo que el Senado votó en Washington la ley de estímulo de 838.000 millones de dólares. El lunes Obama realizó un acto parecido en Elkhart, Indiana, donde el desempleo se ha disparado mientras la economía cae en la recesión más profunda en décadas. El Senado votó para aprobar el plan de rescate económico, preparando el escenario para negociaciones finales en torno al tamaño y dimensión del gasto y recortes impositivos destinados a contener la recesión. Con poco apoyo de los republicanos, el Senado votó por 61-37 para aprobar el paquete que difiere ampliamente de la versión de 819.000 millones de dólares aprobada por la Cámara de Representantes hace casi dos semanas. Ahora, el Senado y la Cámara de Representantes tendrán que negociar la forma final de la legislación, con Obama arbitrando las disputas. El portavoz de Obama, Robert Gibbs, apareció en varios programas de televisión el martes para hablar sobre la importancia de la aprobación del plan de estímulo. Cuando le preguntaron cómo Obama podía cooperar en las negociaciones por la versión final de la ley entre ambas cámaras, Gibbs dijo a “Today Show” de NBC: “El presidente está dispuesto a hacer lo que sea necesario, con los demócratas o republicanos, para asegurarse de obtener rápidamente algo que ayude al pueblo estadounidense”. El paquete es un importante paso para el nuevo presidente demócrata, que quiere un documento finalizado en su escritorio para el 16 de febrero. Su cruzada de mitiºnes esta semana subraya la importancia de las medidas de estímulo para generar empleo para el estadounidense promedio. Obama ha sostenido que la ley es crucial para evitar una catástrofe económica. “DEMASIADO GASTO” Los republicanos se quejan de que la ley tiene demasiados proyectos de gastos e insuficientes recortes de impuestos. La versión de la Cámara pasó sin apoyo republicano, mientras que la versión del Senado obtuvo pocos votos republicanos. Pero Obama se mostró poco paciente frente a los principales argumentos rivales, enfatizando en una rueda de prensa el lunes por la noche que los republicanos que controlaron la Casa Blanca y el Congreso fueron testigos de una ascendente deuda y del inicio de la recesión. “Me cuesta un poco recibir críticas de estas personas sobre el paquete de recuperación después de que ellas han presidido la duplicación de la deuda nacional”, dijo Obama. “No estoy seguro de que tengan mucha credibilidad en lo que se refiere a responsabilidad fiscal”, agregó. Obama eligió viajar a Fort Myers en parte porque la ciudad registró la tasa de ejecuciones hipotecarias más alta del país el año pasado, con un 12 por ciento de las unidades de vivienda recibiendo una nota relacionada a una ejecución. El desempleo en el área fue del 10 por ciento en diciembre, más que el triple que la tasa de hace dos años, dijo la Casa Blanca. “No podemos hacer que nuestra economía vuelva a avanzar si 2, 3, 5 o 10 millones de hipotecas de casas están siendo ejecutadas. Van a ver eso como un gran esfuerzo de este Gobierno”, dijo Gibbs a CNN. Un poco antes de la aprobación de parte del Senado, el Tesoro anunció un nuevo plan de rescate financiero que comenzará con 500.000 millones de dólares para comprar activos tóxicos de los bancos y respaldará nuevos préstamos por 1 billón de dólares mediante la ampliación de un programa de la Reserva Federal. El rebautizado “Plan de Estabilidad Financiera”, anunciado por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dedicará 50.000 millones de dólares en fondos de rescate para intentar detener las ejecuciones hipotecarias y suavizar el impacto de la profundización de la crisis inmobiliaria. El Tesoro dijo que se creará un fondo de inversión público-privado, alimentado con dinero del Gobierno, para apalancar el capital privado, de manera que los activos tóxicos puedan ser absorbidos por el sistema bancario. El objetivo es lograr que los bancos vuelvan a dar créditos.