“Los valores que demuestras con tu conducta son los que te hacen grande, la promesa de ser un verdadero hombre.” – Luis Fortuño
¿Y esto, qué significa? ¿Existe a caso una receta específica para cosechar, cocinar o preparar un verdadero hombre? Pues sí, hombre es aquello a lo que comúnmente nos referimos dentro de un paradigma binario de géneros como el ser humano que carga consigo una pieza fálica biológicamente.
Aunque para muchos, ser hombre es casi siempre saber llevar los pantalones bien puestos. No obstante estas premisas, hombre -que no es lo mismo que macho- es género y no sexo. Pero, ¿existe acaso la posibilidad de alcanzar una respuesta o definición de lo que en esencia significa ser hombre?
Promesa de Hombre, iniciativa publicitaria de la administración del gobernador Luis Fortuño junto a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, y que posee un presupuesto de 1.2 millones de dólares, es un impulso propagandístico que pretende promover una reafirmación de los valores en los hombres puertorriqueños.
De modo que, este programa se llevará a las escuelas públicas del País con el fin de acercar este mensaje tanto a los chicos como a sus padres. Según los proponentes de esta campaña, la iniciativa se creó con el fin de tratar de minimizar la violencia doméstica, específicamente contra las compañeras de los hombres, promover estabilidad matrimonial y un papel más activo del padre en la crianza de los hijos e hijas, como parte de una alianza entre el Departamento de la Familia y el Departamento de Educación. Cabe destacar que en ningún momento en la iniciativa se considera una divagación del binario heterosexual, pues al parecer los ¨verdaderos¨ hombres no aman a otros hombres.
La administración actual mantiene su misión de tratar de recuperar los valores. A pesar que, no se sepa a ciencia cierta en qué momento se perdieron. El machismo también es un valor; uno de los valores seminales de nuestra sociedad abiertamente patriarcal. Esto a pesar que el número de mujeres jefas de familia ha aumentado en los últimos 40 años, según estadísticas de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres.
Precisamente, según detalla el informe Situación de las Mujeres en Puerto Rico, cuya revisión se llevó a cabo en 2006, en 1970 en número de mujeres jefas de familia alcanzaba los 89,637. Mientras que, para el año 2000 aumentó a 268,476, según datos del informe.
Asimismo, el informe destaca que en los últimos años se han visto alzas en los porcentajes de educación de las féminas. En efecto, en la población puertorriqueña, actualmente las mujeres representan el 15.6 por ciento de los grados de bachillerato conferidos en universidades de la Isla. Los datos apuntan a que 11.2 por ciento de las personas que obtuvieron un bachillerato en las década del 2000 eran del sexo masculino. Aún así, las tazas porcentuales de víctimas de violencia de género siguen en aumento y hoy por hoy las mujeres siguen siendo los principales focos de discrimen y acoso sexual. De hecho, en lo que va de 2011, 25 mujeres han muerto debido a las acciones de verdaderos machos. En este sentido, habría que tomar con pinzas el hecho de que se quiera auspiciar que los hombres sean más hombres de lo que ya son. Esto podría representar un paso retrogrado, que reafirma el machismo, refuerza el binomio sexual y desconsidera las demás sexualidades.
De manera que, esta acción representa una oposición totalitaria a las tendencias actuales que cada vez más van moldeando a otras partes del mundo. Y es que, mientras el resto del mundo se mueve hacia una educación que integra la exploración de las construcciones de géneros para así sensibilizar a las poblaciones en cuanto a las diversas maneras de identificarse y gestionar una mejor comprensión que auspicie la tolerancia de género y sexualidad; aquí los futuros ¨verdaderos¨ hombres serán alimentados con una receta antiquísima de lo que significa ser un macho, varón, masculino.
El programa está diseñado para promover la paternidad responsable e igualdad y respeto hacia las mujeres. Sin embargo, ¿cómo se promueve igualdad reafirmando valores que han servido por décadas como el fundamento de las diferencias entre géneros?
Mientras los ¨verdaderos¨ hombres que pretende adoctrinar la nueva campaña de la administración fortuño -que será implementada a niños desde Kindergarten- trata de descifrar qué es ser un hombre ¨verdadero¨ o un hombre de ¨mentira¨, el sistema que mantiene la posibilidad de que las mujeres, los hombres y las demás sexualidades sean víctimas de la opresión y de la desigualdad, impera. Aún más, el patriarcado se reafirma cada vez que decretamos la creación de hombres ¨verdaderos¨.
Verdaderamente, la campaña para promover una sociedad más equitativa y respetuosa, debe de enfocarse en estudiar las diferentes identidades, en promover tolerancia y en enfatizar que dentro de nuestras muchas rarezas y peculiaridades que habitan en el ser humano -sea lo que cargamos entre las piernas o con quien dormimos- todos tenemos derecho a una vida libre, pacífica y enriquecedora.