
Agente catalítico: sustancia que acelera la velocidad de una reacción química sin que se consuma en la reacción química en que participa. Samuel Medina, Sergio Gutiérrez, Juanluís Ramos y Rubén Ramos. El encuentro fortuito de estos jóvenes escritores universitarios se tradujo en la revista literaria Agentes Catalíticos (AC). Cual si la creación literaria fuese una reacción química súbitamente estimulada, la reunión aceleró el proceso. Se conocieron, charlaron, escribieron, publicaron. Y como era de esperarse, el junte no se consumió. Luego de las presentaciones, lecturas, entrevistas y demás compromisos que el lanzamiento de una publicación implica, sólo existía una posible opción: comenzar a preparar la próxima. Ya en el primer volumen de AC, “Press Start to Play”, se anunciaba una segunda dosis catalítica dedicada a la ciencia ficción. Samuel Medina, director de la revista, recién comenzaba a explorar este género. Entre los estantes de una librería se topó con Asimov´s, publicación cuyo nombre claramente alude al bioquímico y escritor Isaac Asimov, pilar del género. Entre esta y otras revistas similares encontró un vínculo singular. “Cada una, en un mes, en específico del año pasado, publicaron artículos sobre ‘la muerte de las revistas de ciencia ficción.’ La anunciaban como si tratase de una secta cristiana que anhela el Apocalipsis. Lo triste del caso es que este pasado año fue uno de los peores para las publicaciones Sci-Fi. Revistas que llevaban más de 50 años en circulación, inevitablemente, se fueron a la bancarrota. Una de las razones por la cual se estaban esfumando de las imprentas, era que ya ni siquiera definían apropiadamente el género. Solían confundir la fantasía por ciencia ficción, géneros muy opuestos, a millas de distancia uno del otro. La ciencia ficción tiende a ser muy social, muy humana, filosófica y por supuesto, política”, explicó Samuel en entrevista con Diálogo Digital.
La pregunta inevitable surgió, ¿En Puerto Rico, se conoce lo que es la ciencia ficción? Parece que la situación que encontraron era algo precaria: el género escasamente se había cultivado. No que no existieran textos que flirteaban con la idea, no que no existieran textos puramente insertos en el género. Sergio Gutiérrez, uno de los catalíticos, se había encargado de dar con ellos, pero, según Medina, “en los pasados años también, trágicamente, parece que nos hemos olvidado del significado de Sci-Fi”. Es ante esta preocupación, ante esta inquietud arriesgada de sentar precedentes, de explorar resquicios literarios casi inhabitados y en peligro de extinción, que comienza el conteo regresivo para el despegue de AC, volumen 2: Tiempoespacio. En la próxima edición de nuestra Serie Catalítica, exploramos el proceso de selección de textos para la revista, y cómo el mismo se convirtió casi en una investigación de cómo se piensa la ciencia ficción en la Isla.