“Nuestra vida es efímera,
pero podemos dejar pasos que sean más grande y
legendarios que nuestra corta vida en esta Tierra”
Shara Medina, estudiante UPR-Carolina
Su nombre es Shara, de origen hebreo, que significa “ella canta”. Otras referencias aseguran acepciones como “llanura abierta” o “pradera”, posiblemente “bosque”. Mientras, en la mitología sumaria el significado es un dios menor de la guerra, y se le identifica en algunos textos como el “Príncipe del Cielo”.
Y es que, al parecer, la joven Shara Medina Clarke acopia todos esos atributos, ya adjudicados al fonema.
En su escuela superior perteneció al Visual Arts Club y al club Me importas tú, el cual estaba afiliado a la entidad Fondos Unidos. Gracias a estas experiencias previas se interesó en seguir desarrollándose en la labor voluntaria, y al iniciar estudios en la Universidad de Puerto Rico en Carolina encontró un espacio idóneo para seguir este anhelo.
Desde su primer año en la universidad, es miembro de la organización Círculo Salvados y del Cuerpo de Voluntarios del Vivero de la UPR Carolina.
“El aprendizaje y la educación en mi vida tienen un papel primordial”, comentó la joven. “Me fascina aprender y enriquecerme de conocimiento más allá del salón de clases, conocimiento para la vida. Además, este año académico, como parte de un hondo sentir que me surgió, a través de unas vivencias y procesos de aprendizaje experimentados, que me hicieron reafirmar mis convicciones hacia el medio ambiente, fundé la organización estudiantil Legado”.
‘La chica pradera’, actualmente cursa su segundo año en Administración de Empresas con énfasis en Gerencia, mantiene un promedio de 3.69, ostenta reconocimientos de participación en diferentes facetas educativas, y, recientemente, obtuvo el segundo lugar en la categoría de ensayo en el Certamen Literario 2016, como parte de la celebración de la Semana de la Lengua, que organizó el Departamento de Español, de la UPR-Carolina.
Además de cuidar y desarrollarse hábilmente en el aspecto académico, también ha podido armonizar otras facetas de su vida universitaria, diciendo sentirse “orgullosa de ser una jaguar”. “La universidad no es solo tomar clase en los salones; es un ente dinámico. En la medida en que nos sintamos parte de ella contribuiremos a solucionar los problemas que enfrenta”, afirmó.
De carácter amable y gentil, más diplomática que tímida, y con una sensibilidad natural para amar y cuidar todo lo que le rodea, Shara expresa que el solo hecho de estudiar en la Universidad de Puerto Rico es una meta alcanzada.
“Pero específicamente una de las muchas metas que he ido logrando en mi estadía en la universidad es poder trabajar en pro de ésta. Próximamente, junto a un grupo de compañeros y miembros de la comunidad universitaria, queremos empezar a trabajar en un proyecto de desarrollo sostenible en la institución: la creación de un huerto orgánico y mercado agrícola”, informó.
Así, la joven añadió que es feliz con lo que he logrado, “pero siempre opto por mejorar y desarrollar nuevas habilidades y destrezas. Mi mayor aspiración en la vida es entrar más de lleno en el voluntariado de índole social y comunitaria. Y, aunque suene utópico, contribuir a reducir las desigualdades sociales como el escaso acceso a la educación, a la salud pública, a los abastecimiento de alimento y agua”.