El himno nacional de Italia, “Il canto degli italiani”, ambienta la visita al sitio web llamado “Silvio per il Nobel”. La canción va acompañada por una foto del primer ministro de la nación con el Papa Benedicto y, arriba, el título de la página de inicio: “Finalmente un italiano: Silvio Berlusconi”. En el sitio, dedicado a promover la candidatura de Berlusconi para el Premio Nobel de la Paz, predominan elementos y alusiones nacionales como esos. La italianicidad de “Il Cavaliere” parece ser uno de los elementos más importantes para el Comité de la Libertad, entidad que se ha propuesto nominarlo. Según ellos, ésta sería la primera vez que se le da el premio “a un hombre que ha encarnado en sí…la esencia del pueblo italiano”. De hecho, uno de los propósitos principales de la candidatura es romper con la mala racha de más de 100 años sin Nobel de la Paz. La última vez que se le dio a un italiano en 1907 a Ernesto Teodoro Moneta.
De lograr su cometido, el nombre de Berlusconi sería parte de una lista que incluye a personas como la Madre Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchú y Nelson Mandela. Pero, ¿por qué merece acompañar a individuos como estos un hombre que ha estado involucrado en numerosos escándolos relacionados, entre ellos, con la promoción de aspirantes a presentadoras de televisión a cambio de favores sexuales en su mansión en Villa Certosa? Apesar de las críticas a la figura de Berlusconi, el Comité explica que “su indiscutible compromiso humanitario en el campo nacional e internacional” lo pone en una buena posición para obtener el Nobel. Mencionan su mediación en el conflicto entre Rusia y Georgia, el envío de misiones de paz a territorios en guerra, y su papel en el tratado de Libia.
Para promover la candidatura, la artista italiana Loriana Lana escribió “La pace può” (La paz puede) como canción oficial del movimiento. “Hay un presidente, siempre presente, que nos acompañará”, dice el final de la primera estrofa. Y la canción termina afirmando que están ahí por él, como una voz unánime, y que “Silvio grande es”. Posdata: El escritor portugués José Saramago dice que en Italia, “o eres como Berlusconi o quieres ser como Berlusconi”.