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“Playa sí, cemento no”, fueron los reclamos que varios manifestantes emitieron en defensa del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) luego de que el presidente de la Junta de Planificación (JP), Héctor Morales, y el secretario del Departamento de Recursos Naturales (DRNA), Daniel Galán, anunciaran en una conferencia de prensa la eliminación del concepto “Reserva Natural” que protegía al corredor. Y es que luego de que la orden ejecutiva emitida por el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá, en octubre del 2007, designara como reserva natural a todo el Corredor Ecológico, la cual imposibilitaba la construcción de complejos hoteleros en la zona, la actual administración gubernamental ha cambiado de parecer y ha decidido desproteger al corredor. Según varios rotativos del País, los planes del Gobierno se basan en realizar una designación especial de la zona que por varios años estuvo protegida bajo el manto de una Reserva Natural, para permitir la construcción de dos hoteles, Dos Mares Marriott y San Miguel Four Seasons; cuatro mil casas de “lujo” y tres campos de golf. Designación que dejaría en el pasado el concepto eco-turístico de la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste, que pretendía convertir el área natural en comunidades portales, eco-hospederías y microempresas que activarían la economía de las comunidades de la zona en momentos donde el mercado se encuentra estancado y los despidos están a granel. Según el portal electrónico de Sierra Club, la coalición defensora del corredor había desarrollado una campaña masiva dirigida al primer mandatario del País, Luis Fortuño, para convencerlo de que mantuviera designada la Reserva Natural del CEN; iniciativa que al parecer no ha tenido efecto. La campaña cibernética consistía en que todas las personas interesadas en participar enviaran una misiva modelo al Gobernador solicitándole que mantuviera intacta la designación del CEN como Reserva Natural, y que a su vez aprobara el Plan Integral de Usos de Terrenos y Manejo (PUT) el cual guiaría el desarrollo eco-turístico del corredor. El PUT no ha sido aprobado aún, a pesar de haber sido endosado por agencias estatales y federales, grupos comunitarios y ambientalistas, entre otras entidades públicas, durante vistas públicas celebradas el año pasado. La portavoz de la Coalición del CEN y miembro del Sierra Club, Camilla Fiebelman, indicó en entrevista con Diálogo Digital que la respuesta de la JP sobre la aprobación del PUT se encontraba suspendida hasta que no se terminara el pleito legal con Dos Mares; situación que irónicamente finalizó con la exclusión del CEN como reserva natural. “Estos terrenos fueron comprados con fondos federales del Gobierno de Puerto Rico. Nosotros (Sierra Club) entramos a este cuatrienio con mucha fe de entablar un diálogo con el Gobernador de Puerto Rico, y hemos tratado en un sin número de ocasiones el podernos reunirnos con él y nunca nos ha atendido. Por lo que hemos procedido a comunicarnos con él a través de los medios de comunicación, desde lejos y con respeto. Pero hoy el Gobernador nos faltó el respeto al tomar esta decisión sin realizar una consulta”, expresó Fiebelman. Además, añadió que las construcciones que se pretenden realizar en el territorio delimitado como corredor son inequívocas ya que es un área inundable y rodeada con una barrera costanera que desvalidaría los seguros ofrecidos por la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) en caso de una tragedia. Y es que en varios países a nivel mundial, como por ejemplo, Estados Unidos, se han creado medidas de prevención para contrarrestar los efectos del cambio climático y el aumento en el nivel del mar que se avecina. Algunas de estas medidas, prohíben la construcción de instalaciones cerca de las costas y de áreas inundables para evitar la erosión y el derrumbe de dichas edificaciones. Sin embargo, en Puerto Rico aún no se han tomado medidas al respecto. Sin embargo, Fiebelman informó que desconoce lo que sucedió en la conferencia de prensa ofrecida hoy con relación a este tema debido a que el Presidente de la JP les prohibió el paso a los predios donde se estaba llevando a cabo la actividad. “Tenemos que proteger lo que es nuestro, no podemos seguir echando cemento. ¿Qué va a pasar cuando la gente venga a buscar la maravilla del Yunque y encuentre que está rodeado por cemento?”, argumentó Fiebelman. Breve trasfondo del Corredor Ecológico La Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste fue galardonada con este nombre desde 1978 por el gobierno estatal y federal y por diversas organizaciones conservacionistas locales e internacionales. Este baluarte ecológico y patrimonio natural de la Isla del Encanto está localizado en la franja costera al norte de la PR-3 entre los condominios de Sandy Hills en Luquillo y el balneario de Seven Seas en Fajardo. La Reserva consiste de aproximadamente 3,000 cuerdas de terrenos que incluyen las playas San Miguel, La Selva, Las Paulinas, El Convento y Colorá. Playas que han sido consideradas como unas de las más importantes en los Estados Unidos para el anidaje del tinglar – la tortuga marina más grande del mundo. Además, es hogar de diversos ecosistemas naturales, tales como bosques costeros, humedales, manglares, arrecifes de coral, praderas de yerbas marinas, una laguna bioluminiscente y millas de playas vírgenes, que sirven de hábitat para más de 50 especies raras y hasta únicas en la Isla, que en su mayoría se encuentran en peligro de extinción. “Nuestra preocupación mayor es que en momentos en los que se pretende lograr que el Yunque se convierta en una de las siete maravillas, nosotros también queremos que queremos que el corredor se convierta en un lugar natural visitado por muchas personas. Queremos que el corredor del Noreste se convierta en un punto eco-turístico porque entendemos que no es el momento para construir casas de lujos en momentos en que la economía está congelada”, expresó Fiebelman para Diálogo Digital.