Vivimos tiempos difíciles, históricos e impredecibles. Padecemos, con el pretexto de la crisis, de un sin número de agresiones a los intereses que tenemos como país, una destrucción de los ya precarios derechos laborales, un empeoramiento del sistema de educación y un endeudamiento sin precedentes. Aunque tenemos un panorama como este, no todo está perdido, son tiempos de organizar desde el cooperativismo para construir un nuevo Puerto Rico.
Ante la coyuntura actual no basta con indignarse. Hay que levantarse y organizarse para luchar, para progresar, para poder plantar cara a todo aquello que es injusto e impuesto desde los gobiernos del Partido Popular Democrático (PPD), Partido Nuevo Progresista (PNP) y la Junta de Control Fiscal.
Este momento histórico debe ser la oportunidad para que el movimiento cooperativo, el movimiento estudiantil y otros grupos afines aprovechen esta coyuntura histórica y apostemos por un modelo de empleo autosugestionado, democrático, equitativo y solidario. La ciudadanía de nuestro país, pero en especial nuestros universitarios, deben superar la indignación y transformar la rabia en organización, en autogestión cooperativa para la creación y recuperación de empresas.
Como ya muchos conocen, una cooperativa es una empresa constituida por personas que se asocian libremente para la realización de una actividad económica encaminada a satisfacer sus necesidades y aspiraciones. Esta tiene por objeto proporcionar a sus socios puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a través de la organización común de la producción de bienes o servicios para terceros.
El mejor ejemplo de autogestión lo tenemos en nuestra propia Universidad, la Cooperativa Mixta IUPICOOP Café, un proyecto que nace desde la comunidad estudiantil. Esta cooperativa es autosugestionada por estudiantes de diferentes trasfondos dentro de la Universidad, desde las Ciencias Sociales, facultad a la que pertenece el programa de Cooperativismo, hasta otras disciplinas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Este proyecto, de base estudiantil, ha logrado crear oportunidades de empleos a estudiantes del Recinto, experiencias que para algunos ha sido su primer empleo. IUPICOOP Café ha tenido el reconocimiento de la UPR y ha servido como ejemplo para otros grupos que buscan autogestionar nuevas iniciativas de cooperativas y de pequeñas y medianas empresas locales.
El modelo de IUPICOOP Café puede ser la piedra angular para la formación de otros proyectos que puedan articularse con estudiantes de diferentes trasfondos. Ante un panorama de conflictos y diferencias, el cooperativismo puede ser una forma de crear proyectos en común, entre estudiantes de Administración de Empresas, Estudios Sociales, Ciencias Naturales, Ingeniería, Comunicaciones, entre otros. El modelo y los recursos están disponibles para nosotros, no tenemos que reinventar la rueda
El cooperativismo puede ser el modelo económico que puede aportar a salidas a la crisis. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), consideran que “las cooperativas no sólo son importantes como medio para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de mujeres y hombres en todo el mundo, sino que también ponen a disposición de los usuarios infraestructura y servicios esenciales, incluso en áreas olvidadas por el Estado.
El modelo cooperativo se crece en momentos de crisis, es el único modelo en el cual pone al trabajador como base de su existencia antes que el capital. Las cooperativas tienen una probada trayectoria en materia de creación y mantenimiento del empleo, y según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) actualmente brindan más de 100 millones de puestos de trabajo a nivel mundial.
Este es el momento para la autogestión y comenzar nuevos proyectos cooperativistas es una de las mejores formas de contrarrestar la crisis. Existen modelos alternativos, tenemos los recursos necesarios para crear y formar propuestas de salidas a la crisis, sólo tenemos que organizarnos y creer en el país.