“El Cascanueces”: la pasión tras bastidores
En un mar de colores y tutús, los brincos, los giros y la precisión hacen nadar a cada bailarín. Cuando giran, no son ellos, son figuras con siluetas perfectas, con un control casi innatural de sus cuerpos. Sus dedos, las manos, los hombros, el cuello -una línea perfecta sin tensión- extiende la armonía así como…